Audemars Piguet presenta CODE 11.59, en Latinoamérica

La Ciudad de México fue la metrópolis del subcontinente elegida para celebrar uno de los lanzamientos más esperados del año, con el que Audemars Piguet potencia su ADN.

Audemars Piguet

El piso 35 de un rascacielos céntrico de la Ciudad de México fue el escenario elegido para uno de los lanzamientos de alta relojería más esperados del año. Audemars Piguet, la maison suiza fundada en 1875, eligió esta metrópolis latinoamericana para presentar una novedad develada en el Salón Internacional de Alta Relojería (SIHH) de Ginebra, en enero: Code 11.59, una colección de 13 guardatiempos, que sintetiza el código genético de la manufactura: “C de challenge (desafío, en español), O de own (de propio), D de dare (atreverse), E de evolve (evolucionar)”, explicó Juan Carlos Suárez, director de la marca para México y Latinoamérica, ante los medios, socialités e invitados VIP.

Audemars Piguet

Considerada una de las colecciones más completas de la historia de la manufactura de Le Brassus, Code 11.59 está integrada por 13 modelos, algunos de ellos con cuatro complicaciones a la vez, pensados tanto para hombre como para mujer, y con detalles técnicos y de diseño que marcan un parteaguas en la industria del lujo.

Con una caja ergonómica arqueada, su diseño no es nada convencional -algunos lo califican de polémico, incluso-. Así, en cada una de estas piezas se integró una carrura octogonal en una caja redonda.

Seis calibres diferentes propios

Por otro lado, el logotipo de la marca no está pegado ni grabado sobre la carátula, sino creado en 3D, átomo por átomo, y aplicado a mano en un procedimiento químico conocido crecimiento galvánico. Mientras, jugando con la profundidad, la perspectiva y la luz su cristal de zafiro doble curvado proporciona una experiencia óptica única.

En cuanto a sus movimientos, Code 11.59 presenta una selección de seis calibres de producción propia, de los cuales tres son nuevos: un cronógrafo con rueda de pilares integrada con función de flyback, un calibre de reloj de cuerda automática con indicación de segundos y fecha, y un calibre con tourbillon volante.

CODE 11.59 en detalle

La colección presentada por Audemars Piguet está conformada por relojes que poco tienen que ver con piezas emblemáticas de la marca, como el Royal Oak, concebido por el legendario Gerald Genta en los años 70. Veamos algunos de ellos más en detalle:

Automático: hecho con materiales lujosos como el oro blanco de su caja maciza (41 mm de diámetro), este guardatiempos tiene una estética algo frugal que se refleja en su gran carátula -viene en blanca, negra o azul laqueado-, limpia y con gran espacio para sus indicaciones de horas, minutos, segundos y fecha.

Audemars Piguet

Cronógrafo automático: su carátula en azul intenso regala un acabado en espejo. La caja de oro rosa refleja los índices de oro pulido y el único numeral, ubicado a las doce horas. Los contadores del cronógrafo están rodeados de hilos de oro con ángulos en V pulidos, un acabado sumamente difícil de lograr en esferas laqueadas como éstas. Su calibre permite, además, del indicador de fecha de salto instantáneo y cronógrafo con rueda de pilares, la función de flyback, que deja reiniciar el cronógrafo sin tener que detenerlo y restablecerlo antes.

Calendario perpetuo: su calibre 5134 de cuerda automática se encuentra optimizado con la masa oscilante esqueletizada de oro de 22 quilates. Se trata de un movimiento que ajusta automáticamente los meses cortos y agrega un día al mes de febrero en cada año bisiesto. Si se lleva puesto permanentemente, no habrá que volver a ajustarlo hasta el año 2100.

Tourbillon volante automático: es la primera vez que la marca suiza lanza un movimiento de cuerda automática con rotor central y un tourbillon volante. Su carátula de oro está cubierta por un esmaltado Grand Feu. Como este trabajo artesanal se realiza a mano sobre un material orgánico, en esta colección no hay dos esferas que sean iguales.

Audemars Piguet