La definición del «más grande» varía mucho dependiendo del contexto donde sea aplicado. Mayormente encontramos estos entretenidos debates en el mundo del deporte. ¿Quién fue el más grande? ¿Diego Maradona o Edson Arantes do Nascimento, o sea, «O Rei Pelé»? O, si nació en este siglo, sus cartas deben ser Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. O vamos al ámbito del tenis, ¿quién es la más grande: Margaret Court, Steffi Graff o la amiga de Audemars Piguet, Serena Williams? Este es un debate muy vigente y abarca tres generaciones muy distintas y alejadas entre sí. Si prefiere el deporte motor, este es un lugar común: ¿quien fue el más grande? ¿Juan Manuel Fangio, Ayrton Senna o Michael Schumacher? ¿O acaso ya es Lewis Hamilton?
Sin importar la naturaleza del deporte, encontrará argumentos que se decantan hacia uno u otro lado. Pero no hay respuesta incorrecta. Un tema recurrente dentro de estas discusiones es la dificultad de comparar directamente personajes y logros de épocas diferentes, y es un argumento válido que siempre debe ser considerado, pues cada era tuvo sus reglas y características.
Afortunadamente, hay mundos donde no tenemos que precisar marcos de referencia para presentar un argumento. Uno de ellos es la relojería que, a lo largo de muchas generaciones, ha mostrado una evolución paulatina, precisa y enfocada.
Si hablamos de una «figura» que representa la máxima transformación de la relojería en los últimos 50 años, solo hay una respuesta correcta: Royal Oak, de Audemars Piguet. Ningún otro reloj se erigió como la pieza de referencia que puso en marcha una época donde la relojería se convirtió en una cultura entendida y apreciada por todos.
A partir de su estética revolucionaria —probablemente la máxima obra del diseñador suizo Gérald Genta—, una que es virtualmente reconocida y adorada, el Royal Oak se adueñó del trono más alto en el Valhalla de la relojería como el modelo más reconocible y deseado de todo el mundo. Sí, hay otros relojes igual de significativos, bellos e históricos —algunos de ellos también concebidos por Genta— que han nacido en los últimos 50 años que, a su modo, enarbolan una serie de valores equivalentes y hasta iguales en algunos casos. Pero el reloj que primeramente fusionó un diseño de vanguardia, alta mecánica relojera y acero, con el endoso de exclusividad y prestigio de una de las más grandes casas de la industria, no es otro que el Royal Oak de Audemars Piguet. Punto Final. Fue así como el 15 de abril de 1972, Georges Golay, director de Audemars Piguet en aquella época, reveló al mundo una de las creaciones más importantes en la historia. Aquel primer Royal Oak transformó el paradigma de la relojería y del lujo mismo.
50 AÑOS DE GRANDEZA
El poder transformador del Royal Oak exige mantener un delicado balance entre su diseño irrepetible con las necesidades de la relojería del momento, pero siempre poniendo un ojo en el futuro. La historia del Royal Oak es la historia misma del reloj de pulso en los últimos cincuenta años, con todas sus evoluciones y transformaciones. Basta con ver algunos de los grandes momentos del Royal Oak: la segunda versión del Royal Oak, de 1976, era un reloj de 29 mm, apto para muñecas femeninas. El reloj que desde 1972 usó el acero como la bandera del nuevo lujo abrió el paso al regreso del oro en 1977. En 1982, aparecieron las poderosas cajas en platino. Y en 1984, comenzaron a diseminarse las complicaciones. En todo momento, la esencia —o mejor digámosle alma— de aquel primer Royal Oak referencia 5402 de 1972 ha permanecido inalterada hasta nuestros días y los nuevos relojes Royal Oak que comienzan a conmemorar el 50º aniversario de la serie son los nuevos contenedores de esa brillante alma transmigrada.
LOS NUEVOS ROYAL OAK: EVOLUCIÓN INTELIGENTE
Con motivo del 50º aniversario del Royal Oak, en esta primera mitad de 2022 Audemars Piguet presentó una nueva y completa serie de referencias de tres manecillas, así como nuevos cronógrafos automáticos de 38 y 41 milímetros. A ellos, también se suman altas complicaciones con tourbillon que manifiestan el máximo savoire-faire de la casa de Le Brassus, a la vez que exponen sin miramientos la soberbia versatilidad del diseño del reloj.
Cuando salió a la venta en 1972, el Royal Oak ref. 5402 diseñado por Genta para Audemars Piguet rompió todo código y paradigma estéticos conocido hasta ese momento. Su gran caja de acero inoxidable acabado a mano, su bisel octogonal fijado con tornillos hexagonales expuestos, su brazalete de acero integrado robusto y muy estilizado y su mecanismo automático extraplano marcaron el inicio de una nueva era de la alta relojería en sintonía con los cambios de estilo de vida.
Para el 50º aniversario y rindiendo homenaje a la estética original, la Manufactura de relojes del sur del Valle de Joux ejecutó sutiles cambios en la caja del Royal Oak. Los biseles que adornan la parte superior y el fondo de la caja se han ampliado para realzar el juego de luces entre las superficies satinadas y pulidas, al tiempo que confieren al reloj una estética esbelta. Al dorso, el fondo de la caja se ha integrado un poco más en el centro de la caja para asentarse más cómodamente en la muñeca (recordando que, pese a la contundencia aparente del reloj, siempre se ha ajustado bien a todo tipo de muñeca). Todo ello, sin afectar las dimensiones y proporciones de las cajas.
El minucioso rediseño continúa en el renovado brazalete. Para elevar el estilo y el efecto de integración visual con la caja, los cuatro primeros eslabones del brazalete tienen ahora forma trapezoidal y ya no son paralelos. Este adelgazamiento del ancho de la banda de acero hace que el brazalete sea más estrecho y se aprecie más ligero. Además, los eslabones son más finos en todo el brazalete y, por lo tanto, más ligeros, lo que ofrece una mayor comodidad y una ergonomía óptima. Esta reingeniería del brazalete es válida para las nuevas referencias de acero inoxidable y titanio.
Los cambios siguen, ahora en la cara del reloj. Los índices facetados luminiscentes se integran al lenguaje industrial del Royal Oak. Para las nuevas referencias de 2022, los artesanos de Le Brassus han armonizado las proporciones de los índices y las manecillas para reforzar la coherencia entre los diferentes modelos, metales y tamaños de la colección. Esta misma revisión de proporciones encontró camino en los cronógrafos de Royal Oak.
Continuando en la carátula, la siempre importante firma de la casa también se ha repensado. Una firma dorada «Audemars Piguet», sustituye ahora al monograma «AP», aplicado y al nombre impreso a las 12 horas. Seguramente recordará que esta firma tridimensional que adorna los nuevos modelos Royal Oak del 50º aniversario la conocimos en 2019, cuando debutó junto al CODE 11.59. Fabricada con finas capas de oro de 24 quilates, la firma se crea mediante un proceso químico similar a la impresión en 3D conocido como crecimiento galvánico. Cada letra está conectada con eslabones del tamaño aproximado de un cabello y se coloca sobre el cuadrante a mano con sujeciones diminutas casi invisibles a simple vista. Este método, que requirió de tres años de desarrollo, es difícil de conseguir debido a la longitud y al tamaño de la nueva firma. Para los nuevos Royal Oak, el reto ha sido desarrollar un segundo tamaño de firma (¡aún más pequeño!) para las novedades de 34 y 37 mm, siendo el tamaño de rúbrica del nuevo Royal Oak de 41 mm el mismo que el de los relojes CODE 11.59 de Audemars Piguet.
Por último, en un detalle más que habla de maestría y dedicación en el arte relojero, la pista de los minutos, que antes se imprimía en la sección exterior plana de la carátula, aparece ahora directamente sobre el patrón cuadriculado Tapisserie de todos los solotiempos Royal Oak de cuerda automática, un proceso difícil de lograr debido a la topografía única y nada regular de la esfera.
«BLEU NUIT, NUAGE 50»: HOMENAJE AL PRIMER ROYAL OAK
Fieles a la estética del modelo original de 1972, diversas referencias de la colección Royal Oak acogen ahora el icónico color de la carátula «Bleu Nuit, Nuage 50» («azul nocturno, nube 50» en francés), en combinación con un motivo de Petite o Grande Tapisserie. Este color especial es muy importante en la historia del Royal Oak. El tono «Bleu Nuit, Nuage 50» de la carátula fue desarrollado originalmente por el fabricante Stern Frères. El color azul se obtuvo sumergiendo cada esfera en un baño galvánico. Aunque la formulación de la mezcla es importante, la duración del baño y la temperatura del líquido son vitales. Si el artesano retira la carátula demasiado pronto, sale en color púrpura; si la retira demasiado tarde se vuelve negra. A continuación, se aplicaba una fina capa de barniz mezclado con unas gotas de color negro (nº 50) sobre la esfera para protegerla. El término «nuage» hace referencia al efecto de nube que crea la gota de negro cuando entra en el barniz líquido protector. En la actualidad, el tono «Bleu Nuit, Nuage 50» es un desarrollo propio de Audemars Piguet que emplea el proceso de deposición física de vapor (PVD).
TAPISSERIE: FIRMA INCONFUNDIBLE
Las nuevas referencias del Royal Oak del 50º aniversario también celebran la gran e inconfundible característica estética reconocible del reloj: la carátula guilloché en Tapisserie. La mayoría de las referencias del Royal Oak en 34, 37, 38 y 41 mm están dotadas de un patrón Grande Tapisserie logrado a través de un complejo proceso de fabricación basado en una rara habilidad artesanal que pocos relojeros conocen y muchos menos dominan y enseñan. Cientos de pequeñas pirámides truncadas con bases cuadradas son talladas en la placa metálica de la carátula por medio de una antigua máquina copiadora de guilloché que reproduce el motivo de una matriz. Miles de formas de diamante, cuyas cuatro caras interiores reflejan la luz, se recortan simultáneamente en las finas ranuras que separan los cuadrados en una trama sin fisuras que crea un aspecto de tapiz. Este proceso requiere una destreza y precisión extremas.
En 1998, se tomó la decisión de complementar el motivo original de la Petite Tapisserie con una Tapisserie más generosa y prominente. Aunque la técnica de fabricación siguió siendo la misma, las bases de las pirámides truncadas se hicieron el doble de grandes, reduciendo así considerablemente el número de pirámides de aproximadamente 700 a 380 en una carátula Royal Oak «Jumbo» de 39 milímetros. Un año más tarde, se presentaron tres modelos de Royal Oak con la nueva carátula Grande Tapisserie. Su éxito fue tal que este motivo apareció en la mayoría de los modelos del Royal Oak en el año 2000, hasta el punto de eclipsar la Petite Tapisserie, que desapareció por completo del catálogo antes de volver en 2012 con motivo del 40º aniversario del Royal Oak.
UNA MASA OSCILANTE ESPECIAL
Los nuevos relojes Royal Oak con los que Audemars Piguet festeja el 50º aniversario del icónico reloj llevan una muy especial particularidad que los hace únicos frente al resto de los Royal Oak. Se trata del rotor o masa oscilante de oro de 22 quilates que, en su calado específico, lleva el logotipo «50 years» y la firma Audemars Piguet grabada. Para la ocasión, la masa oscilante se ha adaptado al color de cada metal de caja y se ha acabado con una alternancia de chaflanes satinados y pulidos, en consonancia con el resto de los minuciosos detallados estéticos de las cajas y calibres. El rotor «50 años» se instalará en los modelos de aniversario del Royal Oak dotados de la nueva evolución de diseño a lo largo de 2022, a excepción de los cronógrafos de 38 milímetros, cuyos fondos atornillados son sólidos.
