BMW M2: un auto que destaca sin mercadotecnia

El BMW M2 se convertirá pronto en el juguete favorito para los «track days».

Nos guste o no, la afamada M de BMW ha encontrado cabida en ya incontables modelos. Sedanes y coupés; crossovers y camiones ligeros recreativos; casi ya no hay anagrama que se haya salvado del ataque de la M… ercadotecnia, pero el BMW M2 se cuece aparte.

Este es un auto plenamente desarrollado por BMW M GmbH (los padres de los Ms de verdad) para enfrentarse a sus hermanos mayores inmediatos, los sobre desarrollados y mucho más pesados M3 y M4.

El mayor atributo del BMW M2 es su contenida sombra, producto de dimensiones recortadas que van de la mano con un peso aligerado (menos de 1,600 kg).

El feroz aspecto del BMW M2 no oculta sus intenciones. A la agresiva carrocería se suma una puesta a punto de bastidor pensada para el manejo a altas velocidades.

DIFERENCIA SOBRESALIENTE

Es inevitable volver al pasado para recordar al primer M3 (E30) nacido en los ochentas, el que escribió la primera página en el capítulo de los grandes deportivos alemanes de finales del siglo XX, pero la verdad es que el leve y juvenil espíritu del M3 E30 (y del E36 y hasta del E46) mora dentro del BMW M2.

Este M2 (código F87) comienza su vida como un aligerado Serie 2 que mantiene el esquema de impulsión trasera. Su breve distancia entre ejes asegura la maniobrabilidad y procura una aceptable habitabilidad en las plazas traseras.

Para marcar sanas diferencias estéticas y aerodinámicas con los Series 2 terrenales, radicaliza el diseño con tomas de aire más esculpidas y grandes, y en costados y extremos, difusores y trazos que dirigen el aire para atravesar la atmósfera a mayor velocidad.

Un juego de descomunales ruedas de aleación que calzan ruedas Michelin tiene la difícil tarea de aplicar todo el poder del motor sobre el asfalto.

DESEMPEÑO

La clave primordial del desempeño del BMW M2 es su motor biturbo. El seis cilindros en línea (N55) es digno de las decenas “M” que adornan el M2 por dentro y por fuera. Con sus 365 caballos y 369 libras-pie abruma los recuerdos que tenemos de los M3 del pasado no tan lejano.

El desempeño está reforzado por desarrollos muy específicos, únicos del M2 y no disponibles en conjunto en el resto de los “mini be-emes”.

La transmisión opcional DCT de doble embrague y siete velocidades  ha sido optimizada para variar su respuesta de acuerdo a las condiciones de manejo e incluye la función de Launch Control (asistente de partida).

Un diferencial activo se encarga de enviar la fuerza adecuada a cada rueda posterior para procurar el virado y la estabilidad. Finalmente, los frenos han sido diseñados ex profeso para el M2 y combinan cálipers multipistón y gran ventilación para soportar las demandas de un manejo inspirado.

En honor a la verdad, el BMW 2 es un coche deportivo y personal muy cercano a la perfección teórica de lo que podría suponerse como uno de los mejores autos, pero lo bueno es que siempre habrá margen para llevarlo a nuevos niveles.

Mientras todo eso ocurre, habrá que redefinir los parámetros de lo que “el mejor auto” tiene que ser y hacer. Si el M2 no lo es ya, su ascenso a esa cumbre parece inevitable.

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