Bomberg y Eduardo Terrazas, relojes con causa

Bomberg se inspiró en la obra del artista y arquitecto mexicano para crear la serie Cosmos, cuyos beneficios serán para mejorar la vida miles de niños.

BOMBERG
Eduardo Terrazas, artista y arquitecto en cuya obra Cosmos se inspiró Bomberg, acompañado de Celia Daniel Kabbaz, presidenta del patronato del INP.

Una alegría especial se sentía en el ambiente el día de anuncio. Se conjugaban alta relojería, arte y una buena causa. Bomberg y una serie de aliados estaban por comunicar que la maison, inspirada por la obra del artista y arquitecto Eduardo Terrazas, había creado la serie Cosmos, una edición limitada y muy especial puesto que los beneficios serían donados al Instituto Nacional de Pediatría (INP) de México.

Las necesidades que tiene este hospital general, de carácter público, son muchas y el presupuesto asignado necesita de otros soportes económicos que son aportados a través de proyectos que coordina el Patronato del INP, cuya presidenta es Celia Daniel Kabbaz, una gran entusiasta y amante de la relojería.

Bomberg
Cosmos, en acero, con caja de 41mm.

Eduardo Terrazas (Guadalajara, 1936), quien estuvo acompañado por David Sánchez, CEO de Bomberg, y por el director del INP, Sergio Serrano, explicó con emoción lo que representa Cosmos. Cosmos evoca al universo, representa el infinito, la Tierra, la energía…

El valioso y conmovedor proyecto, porque ayuda a salvar o a mejorar la vida de miles de niños de escasos recursos, incluye 101 piezas, cien son de acero (dos ediciones diferentes de 50 ejemplares) y una en oro rosa, que será subastada. Todas las ediciones tienen caja de 41 mm. Cada reloj vendrá acompañado por una gráfica de la obra Cosmos 1.1.380, firmada por el artista.

Cosmos en oro rosa, pieza única que será subastada.

Los relojes se entregan con cuatro correas adicionales que hacen juego con la gama de colores que el artista utiliza en sus obras, lo que hace un total de cinco correas que pueden ser intercambiables con el reloj. La edición de oro trae consigo la misma cantidad de correas adicionales, pero fabricadas en piel de cocodrilo.

Están a la venta en Berger Joyeros, donde nació la idea, impulsada por Sergio Berger, y en el Museo Jumex, en la Ciudad de México.