Bvlgari escribe el renacimiento de la relojería

En su afán de llevar la horología a niveles de innovación y encanto insospechados, Bvlgari mantiene un ritmo de desarrollo que no tiene rival en la industria. Su más reciente creación, el Octo Finissimo Chronograph GMT, es la nueva prueba de que en la relojería nada es definitivo.

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El Octo Finissimo Chronograph GMT tiene preciosa caja de titanio y tiene un grosor de solo 6.9 mm.

En los meses que han seguido al debut del Octo Finissimo Chronograph GMT de Bvlgari, mucho se ha enfatizado que se trata del quinto récord mundial de delgadez impuesto por la firma.

No tiene nada de malo que el reloj se acompañe de tan notables credenciales técnicas, pero eso es solo una parte de su historia. Es apenas un pequeño resumen de los niveles de imaginación y técnica que, con suma contundencia, se extienden por todas las colecciones de la casa.

La gama Octo Finissimo representa una nueva vertiente de elegancia masculina. O como compartió a Revolution Jean Christophe Babin, CEO de Bvlgari, en el marco de la feria de Basilea 2019: “Nos dimos cuenta de que el estilo del Octo cambiaría las reglas del juego si explotábamos su potencial de diseño y técnica y llevábamos su esbeltez a nuevos niveles. Así nació nuestro primer Octo de récord mundial en 2014”.

Marca tras marca

En efecto, aquel notable Octo Finissimo Tourbillon de 2014 —de apenas 5 milímetros de altura total, gracias al calibre BVL 268 de 1.95 mm de grosor— fue el punto de partida de una seguidilla de éxitos que se ha extendido en el último lustro.

A aquel tourbillon ultradelgado le siguieron el repetidor de minutos más esbelto (Octo Finissimo Minute Repeater de 2016), el reloj automático más delgado (Octo Finissimo Automatic, 2017), y el tourbillon automático más esbelto (Octo Finissimo Tourbillon Automatic, 2018). Y ahora, este 2019, ha llegado el cronógrafo automático más delgado jamás creado.

Bvlgari crea su relojería a través de un enfoque holístico, donde diseño y funcionalidad, caja y movimiento, funcionan como una sola entidad armoniosa. Sin dudas, la cultura italiana y sus grandes nombres y obras han sido una genuina inspiración para Fabrizio Buonamassa, director de diseño de la relojería de Bvlgari, y alma detrás de los relojes Octo.

La caja de titanio del Octo Finissimo Chronograph GMT, con su diseño multifacetado y de superficies mate tratadas con chorro de arena, tiene 42 milímetros de diámetro y 6.9 mm de altura. Solo un material tan tenaz pero ligero, como el titanio, podría ofrecer las características físicas que permitieran adelgazar las paredes de la caja y manipularlas para darle su diseño y terminado.

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Adelgazar y extender

Si bien hemos afirmado que el Octo Finissimo Chronograph GMT —y de hecho, todos los Octo Finissimo— tienen que verse de manera integral, es el calibre BVL 318 la estrella de este concepto relojero. Y lo curioso, es que el principio de diseño que le dio vida es uno bastante evidente: si se desea reducir la altura de un objeto compuesto por muchas partes —como un calibre— no solo hay que reducir el grosor de cada uno de sus componentes, sino es necesario expandirlos sobre una superficie tanto como sea posible.

Eso fue lo que ocurrió con el BVL 318, donde el tren de engranajes y demás componentes fueron adelgazados y extendidos sobre la superficie disponible en el movimiento. Ello derivó en un calibre razonablemente amplio, de 37.2 mm de diámetro —un calibre mecánico regular tiene entre 30 y 35 mm en promedio—, pero de solo 3.3 mm de altura.

Aparte de extender los componentes tanto como fuera posible, hubo que desarrollar una alternativa para el sistema de remonte automático. Durante el desarrollo del BVL 318 se consideraron todas las alternativas, incluido un micro-rotor. Sin embargo, su arquitectura resultaba en un grosor mayor al pretendido, así que se optó por la vía de una masa oscilante perimetral de alta eficiencia. En el caso del Octo Finissimo Chronograph GMT, está hecha de una aleación de aluminio llamada Peraluman.

Otro detalle que suele pasarse por alto es que el reloj tiene un fondo transparente de zafiro —también de excepcional delgadez— que permite ver el esplendor del calibre que late a 28,800 alternancias por hora y que ofrece 55 horas de reserva de marcha.

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Titanio macizo

La caja del Octo Finissimo Chronograph GMT dispone de dos pulsadores adicionales en el lado derecho (posición clásica) para las funciones de arranque, parada y puesta a cero. Además, hay un tercer pulsador ubicado a las 9 en punto, que sirve para ajustar la zona horaria local (la manecilla de hora principal, central) en incrementos de una hora. Al tirar de la corona, se ajustan tanto la segunda zona horaria (hora local) como la aguja central de la hora (hora local).

En cuanto a la carátula, el atractivo cronógrafo se adhiere a los códigos de su familia, con un dial de titanio macizo —también tratado a base de arenado— e inscripciones, marcadores y manecillas negras. Las indicaciones del contador están naturalmente posicionadas, con horas y minutos en el centro, segundero pequeño a las 9, manecilla central de cronógrafo, contador de 30 minutos a las 6 y segundo huso horario a las 3. La complicación GMT es una magnífica adición pues es, sin duda, una de las funcionalidades más apreciadas de la actualidad.

Octo Finissimo es, por sí solo, una categoría innovadora, y en extremo interesante, de la relojería, pues nos hace pensar en las posibilidades para el futuro y en preguntarnos “¿cuán más esbelto puede ser un reloj?”. Claramente, esa pregunta comenzó a contestarse en 2014 y parece que el tratado de Bvlgari sobre este tema aún no tiene fin evidente.

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