Durante este Watches & Wonders, hemos visto incontables ejemplos de relojes que vibran y gritan gracias a sus estilos y coloridos gritones. Pero cuando se trata de la relojería de una casa que, por su naturaleza, siempre ha roto los convencionalismos, ¿cómo se mantiene activa e innovadora? Pues continuando con lo que saben hacer mejor. En el caso de Chronoswiss, eso es darle una vuelta de originalidad con sentido histórico y afán técnico a su relojería. Justo ese saber-hacer separa a sus reguladores del resto, y ahora también entrega jugosos dividendos en otras colecciones.
Es así como Chronoswiss continua trazando su vector con SkelTec, un reloj que no es un regulador, pero sí es una ejecución muy técnica que desnuda el alma de su horología pero la envuelve con ropajes futuristas.
El nuevo Chronoswiss SkelTec Pitch Black, de edición limitada, se encarga de establecer las reglas del juego. El oscurísimo reloj se presenta en una caja de acero de 45 mm compuesta de 51 elementos y que fue tratada con un revestimiento de DLC para conseguir un acabado de tipo furtivo. El diseño presenta formas fluidas, con curvas que contrastan con el rigor geométrico de la carátula. Las curvas de los protectores de la corona ejemplifican este enfoque de diseño, que se ve ensalzado por las asas ahuecadas.
La carátula va soportada por cuatro puentes en forma de triángulos perimetrales situados a las 11, 1, 5 y 7. La “X” central sirve de espectacular telón de fondo a las manecillas. Debajo de ella, late el movimiento C.304 de cuerda manual de 48 horas de autonomía. Este es un deleite de 166 piezas y construcción monobloque en forma de X que alinea verticalmente el sistema de marcación horaria con el volante abierto, visible a las 6 en punto.
En el reverso de la caja, Chronoswiss graba cada pieza marcando su número de producción (en este caso “x” de 50 piezas). La correa de piel de becerro y textil de color negro, con cierre desplegable a juego, completa el robusto aspecto técnico del marcatiempos.
A la variante Pitch Black, que parece ser un accesorio complementario de un cazabombardero F-22 Raptor, le acompaña una referencia teóricamente más gentil por su color, mas no por eso menos osada. El SkelTec Azur presume de un color “azul real” aplicado en CVD (deposición por vapor) en la escala minutera, bisel y anillo del fondo.
Este muy especial azul que hoy identifica las colecciones contemporáneas de Chronoswiss, se conseguía en el pasado pulverizando el mineral azurita y mezclándolo con aceite hasta alcanzar distintas viscosidades. Hoy, un proceso químico tan complejo ya no es necesario, pero creo que no sobra tener dotes de alquimista para tratar de marcar diferencia en la relojería. SkelTec se suma a los reguladores en este apasionado afán de innovar con sentido técnico y emocional de la siempre apreciada Chronoswiss.
