Todo empezó en una clara, irracional y hospitalaria tarde de febrero del año pasado en Milán. Poco me imaginaba que iba a embarcarme en un viaje horológico que duraría la ultima parte del año y medio más. Pero el resultado final bien valió el viaje peripatético, altamente internacional, y en ocasiones entretenida- mente circuito que ha dado como resultado uno de mis relojes de colaboración favoritos para The Rake.
Los caballeros se juntaron en el patio histórico de piedra en Il Salumaio di Montenapoleone donde figuras familiares a los lectores de esta revista; uno Lapo Elkann, nieto de Gianni Agnelli, Luca Rubinacci, Sión de Nápoles de la más afamada epónima dinastía de trajes, Augusto Capitanucci, Director de Marca de Hublot en Italia y con su perdón sinceramente, yo. La ocasión fue una reunión de amigos tras la celebración de la colaboración de Elkann Italia Independent y Ru- binacci con Hublot, presentando correas de tweed vintage y carátulas hechas de los famosos tesoros de trova de materiales antiguos del padre de Luca, Mariano Rubinacci.
Mientras que la conversación hacia la noche se dirigió a la filosofía, metafísica y al romance, de pronto la pregunta colocada – no puedo recordar por cual de estos caballeros – fue, si The Rake creara un reloj Hublot, ¿cuáles serían sus características? Inspirado un poco por el evento de la tarde yo respondí “Tendría que abarcar dos eras simultáneamente, la del mundo antiguo y la del mundo moderno. De la misma manera en la cual la sastrería, definida por Rubinacci, y la relojería, expresada por Hublot, son simultánea- mente antiguas y modernas.”
Así comenzó el concepto de Alpha y Omega, el primero y el último, el más nuevo y el más viejo, coincidir con el fiero crisol y la fiera geo- metría de un solo reloj. Después de todo ¿no era esto la carta maestra de Hublot? ¿No es “fusion” el concept de modernidad y tradición? La mejor innovación material intrínsecamente inter casada con 200 años de tradiciones de la alta relojería suiza. Mientras que seguíamos nuestra plática relojera rápidamente llegamos a la idea de metales que representaran el pasado y el futuro.
Así, los materiales seleccionado para la primera colaboración de The Rake con Hublot son antes que nada una expresión de avance tecnológico contemporáneo y en segundo lugar una representación del mundo antiguo. Interesantemente ambos materiales están nata- mente ligados a culturas guerreras y sus nombres resuenan con un sentido de propósito nacido de su uso extensivo en el combate.
Dos mundos colisionan
Si alguien tiene una inclinación por bicicletas hechas a mano va a estar familiarizado con el titanio. Aún en la era de la fibra de carbono, es aún el material preferido para los marcos de casi todos los constructores artesanales del mundo. Es, hablando claramente, el metal que tiene el mayor radio dureza: peso. Tiene una vida de duración casi infinita, lo que significa que puede absorber firmemente golpes de forma indefinida con casi ningún cambio en su estructura molecular y es totalmente inmune a la corrosión. Es hipo alergénico lo cual lo convierte en la substancia elegida para implantes médicos. Este extraordinario material fue descubierto en Gran Bretaña en el cambio del siglo XIX y fue nombrado en honor a los Titanes de la mitología griega.
Durante el siglo XX, las cualidades de desempeño súper humano del titanio fueron explotadas en las industrias del espacio exterior y militar. El titanio es también extremadamente fuerte y locamente resistente tanto que fue ampliamente usado en el jet de guerra ST-71 Blackbird de la Fuerza aérea Norteamericana, el cual por más de 30 años tuvo el récord como el avión más rápido jamás creado. En su velocidad máxima de 3,500 kilómetros por hora, casi todos los metales simplemente se derretirían y desintegrarían por el calor generado por la turbulencia aerodinámica. ¡Pero no el titanio! El Blackbird era tan rápido que el procedimiento operacional estándar cuando un misil de aire era lanzado era simplemente huir de él. El Blackbird podía solo ser producido fabricando su piel y estructura casi por completo de titanio. Así que, ese es el nuevo, ahora el antiguo.
A la cúspide de su fama entre los siglos IV y VI AC, el ejército Espartano era considerado tan superior a cualquier otro en el mundo que un soldado Espartano se consideraba más valioso que una multitud de hombres de cualquier otra nación. Y era el Bronce lo que daba a este ejército su ventaja técnica. El material usado para fabricar la armadura y las armas de la cultura de guerreros más legendaria de todos los tiempos.
Esparta se diferenciaba de las otras naciones porque todos los ciudadanos masculinos eran primero soldados de tiempo completo, y después ya granjeros, poetas o gobernantes.
El régimen prevaleciente era tan duro que los bebés considerados demasiado débiles para servir al estado en la milicia eran abandonados a morir en el Monte Thaygetus. Hoplitas, como se les llamaba a los hombres de la infantería, comenzaban su intenso entrenamiento a la edad de siete años. Tenían que demostrar valor inquebrantable, intelecto adaptativo y completo poder físico para la edad de 23 años, después de esto podía otorgárseles la ciudadanía a la edad de 30 años.
La clave de la milicia Espartana puede ser su inamovible falange, una pared de escudos interpuestos sostenidos por hombres parados hombro con hombro, cada fila de hombres apoyaba a la otra fila de hombres detrás de ellos. El simulacro para asegurar que la falange nunca se rompiera fue inmortalizado en la novela Gates of Fire de Steven Pressfield, detallando la saga de los 300 Espartanos en Thermopylae. Coloquialmente llamado “fornicación de árboles” involucraba a fila tras fila de hombres contra un árbol masivo y podía durar días. Era tan ardua que los hombres morían rutinariamente de fatiga.
Un Espartano podía perder su casco o armadura, pero no perder su escudo porque podría enfrentar vergüenza o la muerte ya que tu armadura era usada para protección personal pero el escudo de un guerrero protegía al hombre que estaba a su lado. Los escudos o Aspis estaban construidos de un bloque de madera con una capa externa de bronce impenetrable marcada con el símbolo Lamda por “Laconia” o “Esparta” en griego antiguo. La vista de estos escudos de bronce brillando uno sobre otro a lo largo del campo de batalla debe haber sido realmente terrorífica. El bronce también era usado para los cascos Espartanos con aperturas insignia para los ojos, así como para las armaduras y grevas.
Fortaleza en la unión
“Así que, tenemos titanio y tenemos bronce,” djo Capitanucci. “Pero ¿qué modelo debe ser? Para mí debe ser un modelo Classic Fusion.” Y yo estaba completamente de acuerdo. De hecho, ya sabía en qué modelo quería formar el plano geométrico del reloj en cuestión. Introducido en 2013, el Hublot Classic Fusion Aero Cronógrafo ha sido mi favorito por mucho tiempo de las referencias hechas por la marca. Tiene todo el estilo y las dimensiones de la caja delgada, más elegante Classic Fusion y le añade un nivel de transparencia y excitante dinamismo visual con un cristal de zafiro y un cronógrafo hecho en-casa altamente esqueletado.
Los renders del reloj llegaron y yo estuve de inmediato enamorado con el resultado. Y mientras que Hublot ha hecho ya varios relojes usando bronce específicamente un bronce grabado para su colaboración con el extraordinario fabricante de puros Arturo Fuentes en una versión con solo hora y fecha y otra edición limitada en formato Big Bang en colaboración con Meindl, el más famoso productor de Lederhosen de Bavaria. Sin embargo, esta era una aleación que usaba latón y trabajado de forma específica.
La combinación del bronce y el titanio fue única hasta The Rake. Además, propuse la idea de una caja de titanio arenado para evo- car mejor sus raíces pragmáticas aeroespaciales y militares. La tensión resultante entre una caja de estilo clásico, con dos metales de tiempos opuestos ambos presentado con un acabado fino pero rudo crean un dina- mismo estimulante. Eso es enaltecido por la fuerte interacción entre la platina base del movimiento en gris oscuro, ocupada en gran parte el lado real de la carátula con dos capas de zafiro trasparente. Aplicado a la carátula transparente están los índices y marcos de las sub-carátulas y marcadores de los minutos todos en bronce así como manecillas en forma de espada y manecilla del cronógrafo también en tono bronce.
Ricardo Gudalupe es uno de los líderes más capaces y dinámicos de la industria relojera suiza. Y ha sido su perspectiva desde hace mucho tiempo que: “La fortaleza Hublot es que podemos ir a cualquier lado. Podemos hacer alianzas estratégicas con cualquiera siempre y cuando compartan un espíritu de dinamismo similar al que representa Hublot.”
Esa habilidad camaleónica, esa capacidad de cambiar forma y metamorfosearse, en las palabras de Bruce Lee en la seminal Entra el Dragón, “ser como agua,” y sin esfuerzo en- capsular y adoptar lo mejor y más brillante del deporte, cine, la música, el tatuaje, deportes motorizados y mucho más que sea vibrante y relevante en la cultura contemporánea eso es lo que hace que Hublot sea más que una marca de relojes, es un talismán cultural.
Cortar una figura hermosa
Así que, cuando lo vi para que me diera la bendición final para el proyecto él me explicó: “The Rake es un gran socio para nosotros en el proyecto porque la revista siempre se desenvuelve más allá de lo superficial, se enfoca en los detalles micro cósmicos del trabajo a mano y artesanal, pero también examina la filosofía detrás de La Bella Figura y el deseo de reinventarnos y al mundo a nuestro alrededor con una cierta elegancia. Amo la idea unir un material antiguo y un material moderno y amo la idea de llevar la innovación a la tradición porque estos son los valores fundamentales de Hublot. Pero los han transferido a un reloj que tiene un sentido de estilo único, una visión sartorial que añade algo a nuestro mundo.”
Sorpresivamente uno de los más largos procesos relacionados al diseño del reloj se enfocaban en la correa. En este punto se decidió basar el proyecto en el lugar de origen de The Rake en Londres. Y así fue como el director de marca muy Rakish de Hublot para RU y Francia, Benoit Lecigne, y yo pasamos varias horas intentando llegar al perfecto brazalete. Jugamos con la idea de tiburón luego gamuza, incluso intentamos pieles que evocaran la piel de caballo usada para nuestras chamarras de motociclismo favoritas. Pero fue finalmente en Basilea este mes de marzo en una junta fortuita y espontánea entre Ricardo, Benoit, yo y un hombre que considero es uno de los más grandes innovadores en su tradicional métier encontramos la respuesta. El nombre de ese hombre es Carlito Fuentes.
Arturo Fuentes es una leyenda en el mundo de los puros. Se fue de Cuba luego de la guerra Hispano-Americana en 1902. Para 1912 había fundado su marca de puros enrollados epónima en Florida pero usando tabaco Cubano. El tenía la opinión de que Cuba crea las mejores hojas de tabaco, pero la calidad de la producción y los estándares de control de calidad podían mejorarse por mucho. Luego del embargo Cubano el hijo de Carlos, Arturo, pronto se volvió un ícono en su propio derecho y viajaba por el mundo probando las hojas desde Puerto Rico hasta México. Finalmente llegó a Nicaragua y encontró tabaco lo suficientemente atractivo como para montar ahí la producción la cual fue quemada a cenizas luego de la revolución.
En 1980 Carlos y su hijo Carlos Jr (o Carlito) comenzaron de cero en la República Dominicana esta vez con la gran ambición de crear puros que fueran competencia para los mejores de la Habana. En un reto no menor al de los productores de vino de California queriendo vencer a los Franceses en la primera cata de vino a ciegas, Fuentes, en particular el famoso Opus X, pronto se volvió tan deseado como los puros Cohiba o Trindad por sus sabores palimpsesto de capas múltiples. Como fumadores de puros, Guadalupe, Lecigne y yo observamos los perfectamente brillosos envoltorios de nuestros amados puros Opus X y señalamos que la correa debía ser un homenaje a las habilidades casi de alquimista de Carli- to para mezclar y elaborar uno de los más famosos puros en la cristiandad.
Para nuestro beneplácito, Fuentes aceptó participar en nuestro proyecto especial de relojería y estará presente en el lanzamiento del reloj para ofrecer una prueba de sus míticos puros. Así que fue esa filosofía, cultura guerrera, sibaritismo y pasión lo que formaron una emocionante fusión, que justo como en los puros perfectamente mezclados, dieron como resultado lo que yo creo es mucho más grande que la suma de sus partes. Pero, por supuesto, dejaré que eso lo decidan ustedes.
