CURV de Bulova: primer cronógrafo curvo del mundo

No ajeno a primicias mundiales, Bulova cuenta con el movimiento de cronógrafo curvo; el primero en el mundo.

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Bulova tiene un linaje establecido de primicias mundiales: produjo el primer reloj electrónico, el primero en utilizar completamente la producción en masa en la fabricación de relojes y el primer movimiento cronógrafo curvo del mundo: el CURV.

Esta pieza es una variante del mecanismo de cuarzo Precisionist de Bulova. Proporcionando una variación de apenas pocos segundos por año, cuenta con tres (en comparación con el estándar de la industria de dos) aristas resonadoras de cristal y vibra a 262 Hz, una frecuencia de aproximadamente 800 por ciento más que el reloj promedio.

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Por cierto, a diferencia de otros modelos de la gama Precisionist de relojes, el cronógrafo curvo marca sus “ticks” en saltos de incrementos de un segundo, afirmando con orgullo sus credenciales de cuarzo.

El movimiento curvo está, naturalmente, alojado en una caja de forma curva. La forma ergonómica de la delgada caja del CURV abraza la muñeca, por lo que es muy cómodo de usar. Actualmente, la colección está compuesta de 12 variantes, cada una con diferentes características, que van desde brazaletes de acero o correas de caucho.

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El dorso de la caja es transparente y muestra con orgullo el nuevo movimiento innovador, mas una serie de opciones de color y alternativas innumerables de carátulas divergentes. Los precios comienzan en un muy precio muy modesto de unos 600 dólares estadounidenses y suben a alrededor de 900 dólares para el modelo insignia.

El modelo estelar del CURV cuenta con una caja con revestimiento de titanio negro, un fondo de caja transparente, carátula esqueletizada, indicadores y manecillas en oro rosa y correa de caucho negro.

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“El CURV, de Bulova, reimagina lo que debe ser un reloj”, afirmó con audacia Jeffrey Cohen, presidente de Bulova, “la síntesis perfecta del pensamiento de vanguardia, perfecta artesanía y calidad superior, las características de la creatividad de Bulova desde 1875”.

Las palabras de Cohen afirmaron el compromiso de su compañía de dar nuevos impulsos a la marca históricamente apreciada. Como parte de sus renovados esfuerzos, hace un par de años Bulova trasladó las oficinas de su sede global al edificio Empire State de Nueva York, y ahora ocupa en su totalidad el piso 29 del emblemático edificio.