De Bethune: fusión de ciencia y arte

De Bethune celebra el décimo aniversario de su DB28, el reloj que en buena medida definió la filosofía de la firma, con la trilogía DB28XP.

De Bethune
Starry Sky, De Bethune

Este 2020, el atelier relojero avecindado en Ginebra creado en 2002 por David Zanetta y Denis Flageollet, celebra diez años de una de sus colecciones más representativas, una que, sin duda, definió sus niveles de poder creativo y técnico por medio de las numerosas referencias que de ella han surgido. Hablamos, por supuesto, de DB28, la pieza que en buena medida comienza y termina de definir de lo que se trata De Bethune.

Para estos diez años, nuestro amigo Pierre Jacques, CEO de la firma, dispuso la creación de tres piezas que envuelven el concepto que da vida a De Bethune y cuentan su historia, una donde la originalidad nunca a estado supeditada a restricciones monetarias. Se trataba del divino concepto de hacer arte por el arte mismo, posiblemente como Chevalier De Bethune creó, en 1727, un sistema de escape de doble tren de engranajes, una sola rueda y frecuencia de medio segundo. Hoy, Denis Flageollet, el maestro relojero que da vida a caba reloj DB, lleva ese afán a nuevas alturas.

De Bethune

El DB28 no fue el primer reloj de la casa. Ese fue el Dream Watch 1 conceptual, que sentó las bases creativas que rigen el destino de la firma bajo la batuta de Jacques y que fueron consolidados por y en el DB28 a partir de 2010.

El DB28 pronto se convirtió en un genuino icono de modernidad relojera, una referencia artística que anunciaba una nueva era de originación, donde técnica y estética se privilegiaban simultáneamente para crear algunos de los relojes más distintivos de este siglo. Cuando se lanzó el primer DB28, la idea de De Bethune era presentar un reloj con una identidad propia y, si no futurista, sí decididamente subvertiva, enarbolando nuevos valores de representación individualista, original y tajante en su declaración, logrando sacudir un entorno relojero un tanto acedo y monótono, donde el atrevimiento se consideraba un verdadero “no-no”, indigno de merecer atención seria. Es increíble que, aún hoy, haya coleccionistas que no disimulen su desinterés en la creación independiente. Qué pena por ellos.

Jubileo De Bethune

Son diversos los rasgos que definen, en lo general, al concepto DB28 y a estas tres piezas del jubileo de diez años: su caja de 43 mm, con sus finos acabados y trabajos particulares de acuerdo a la referencia, así como su fondo transparente que continúa revelando la magia de cada pieza; la corona dispuesta a las 12, como un guiño hacia los relojes de bolsillo de antaño; las asas flotantes esqueletizadas y articuladas en su centro —alineadas con eje horizontal del reloj— que, no solo agregan confort y ergonomía a la técnica pieza, sino que de suyo son rasgos técnicos “muy De Bethune”; dependiendo de la referencia que se trate, también surge la gran rúbrica que es el puente en forma de Delta que sostiene la apariencia del reloj; y, desde luego, las mecánicas, todas ellas cargadas de creatividad y belleza como pocas series en el mundo.

Para señalar estos diez años, De Bethune ha creado la trilogía DB28XP, una colección diversa por su oferta horológica pero sin duda congruente con lo que ha significado DB28 para De Bethune y para la relojería contemporánea. Además de poner al frente y al centro las firmas clásicas de la casa, la firma incursiona en un nuevo reto —para ellos— que aúna a su arte: la delgadez. Así, el XP en el nombre de estos tres relojes significa “extra plat” (extra esbelto). El reto autoimpuesto por Jacques y Flageollet no pudo ser mayor: los De Bethune —y el DB28 en particular— son piezas robustas (pero razonablemente delgadas de origen… ya lo verá enseguida), conceptos integrales que funden estética y técnica en un producto terminado tal y como se concibió. Ahora, imagínese llevar esas metas a ámbitos de levedad visual que implican una severa reingeniería y replanteamiento de conceptos. En la búsqueda de diseñar un reloj ultra-delgado, De Bethune, y especialmente Denis Flageollet, encontraron un rival feroz en la complejidad de la “delicadeza”. Así, tras seis años de pensamiento de avanzada que apuntó a esta fecha justamente, DB28XP es una realidad alternativa que eleva orgullosa los alcances de la casa.

DB28XP Bridge Dial

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El concepto rector de los nuevos DB28XP es la homogeneidad. Los relojes tenían que verse como complementos mutuos, como una serie continua, que comienza y termina en tres episodios, cual miniserie de culto. Titanio es el elemento vital del DB28XP y el monocromatismo es su atuendo esencial, solo detallado por las numerosas formas y detalles de terminado en caja, biseles, asas, carátula y mecanismo. Intentar conseguir (y lograr) una apariencia tan minuciosa es una curiosidad que va contra natura de los marcatiempos ultradelgados, mayormente recatados, discretos y esenciales en su apariencia. Aquí, el pulido de los puentes, el satinado de los cantos añaden estratos por medio de los juegos de luz que bañan el plano reloj.

La carátula del DB28XP —que forma parte de la estructura de la pieza como un elemento central emparedado entre las dos secciones frontal y posterior de titanio—,  está hecha de algo llamado Microlight y presume se un micrograbado muy fino. La platina principal en forma de delta está terminada en un pulido impresionante. Para decir la hora, no hay índices de contraste, sino pequeñas esferas pulidas como pequeños satélites que orbitan un cuerpo más grande, ese gran delta central. Un patrón de tono sobre tono rodea la parte central de la carátula elíptica, revelando sutilmente algunas ruedas del movimiento. Finalmente, como una discreta firma de De Bethune, el titanio azulado se inserta en las manos en el centro.

Todo esto naturalmente ocurre en una caja reformada, que presume de nuevas geometrías y proporciones para las asas flotantes. Al tener ahora una caja más esbelta, las formas, anclajes y articulaciones debieron modificarse para adaptarse a la caja. La forma general ha sido completamente rediseñada, con una curvatura más pronunciada, que fluye con las líneas de la muñeca hacia las asas y la correa. El acabado Microlight de la platina se repite a lo largo de los cantos de la caja, y se hace más meticuloso y orgánico en ausencia de formas geométricas simples.

La magia continúa en el calibre del DB28XP, reformulado para ocupar un menor volumen dentro de su claustro. El movimiento de cuerda manual DB2115v6 presenta el clásico volante de De Bethune, visible a través gracias a una abertura a las 6 en punto. Fabricado en titanio, está equipado con pequeñas pesas de oro blanco colocadas en el exterior para dar unas notables cualidades de inercia, fiabilidad y capacidad de regulación. A pesar de su naturalidad visual —como la de cualquier De Bethune— fue necesario un minucioso replanteamiento matemático para lograr las cotas precisas que combinaran estética con desempeño y justamente es la espiral del volante la que confirma este afán. De facto el alma del reloj mecánico, este componente mantiene su verdadero centro de gravedad con una curva terminal plana fijada en el exterior de la espiral del volante. Las diferencias infinitesimales en el grosor del filamento se suman a la precisión casi perfecta de su desarrollo concéntrico. Entre las muchas ventajas: menor altura, mejor ajuste de la concentricidad, ajuste más fino de la raqueta, no hay necesidad de usar anclajes suplementarios. Además, la forma de la curva actúa incluso como un amortiguador en caso de impacto. El isocronismo mejorado también aumentó la eficiencia energética del reloj, que elevó la reserva de marcha en 20 por ciento, para un total de seis días. Protegiendo el corazón del reloj, encontramos un sistema tripe de amortiguación (triple pare-chute), otra rúbrica de De Bethune. El puente del volante va sostenido por ambos lados, de manera simétrica. Un doble juego de amortiguadores en cada anclaje complementa el efecto protector sobre el oscilador.

En cuanto al concepto rector de la idea de delgadez extrema, este DB28 Dual Bridge tiene un grosor total de apenas 7.2 milímetros. Confronte esta cota con el grosor regular de un DB28, que es de 9.3 mm —que era ya delgado— y apreciará más la ejecución este trío de realizaciones.

De Bethune DB28XP Starry Sky

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Todo un universo de inspiración, el DB28XP Starry Sky es el gran ataque de arte que Flageollet dispuso para la trilogía, ofreciendo un firmamento figurativo en su carátula profundamente azul.

La carátula convexa del Starry Sky recuerda al DB28 Skybridge, que por primera vez la presentó. En esta iteración, el firmamento está terminando en Microlight. La superficie de picos y valles de la carátula refracta la luz en más dimensiones, ofreciendo un espectáculo único. Libre y sin restricciones, el dominio del titanio azulado se traduce en una multitud de micro-ranuras que crean un efecto óptico interesante. En este cielo azul, una multitud de pequeños alfileres de oro blanco aplicados manualmente recrean la imagen nocturna de una manera que Van Gogh hubiera encontrado inexplicable y fascinante. Esta experiencia la amplifica el hecho de que el firmamento representado no es aleatorio. El cliente elige la fecha, la hora y el lugar para que De Bethune realice el mapa del cielo en la carátula. DB28XP Starry Sky presenta el círculo de las horas en plata, los minutos en números arábigos, la discreta firma de De Bethune a las 12 en punto, y las agujas de oro rosa diseñadas especialmente para esta edición.

Para esta estelar pieza, De Bethune usa el calibre DB2115v7, una ligera evolución del v6 del Sky Bridge. También bate a 28,800 A/h, tiene dos barriletes y seis días de reserva de marcha. Así como el DB28XP Dual Bridge, el grosor de este reloj es de 7.2 mm.

DB28XP Tourbilllon

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El DB28XP Tourbillon se inspira directamente en la famosa carátula del DB28 Digitale. Con esta tercera interpretación del tema del DB28, De Bethune replantea la arquitectura relojera en su núcleo y explora nuevos códigos, a los que se suma una técnica depurada.

El DB28XP Tourbillon es un solotiempo en donde el segundero revela un detalle tan mágico como técnico pues se trata de un indicador de 30 segundos por rotación, lo que desvela sutilmente que el corazón de esta pieza bata a una alta frecuencia.

El volante del calibre DB2009v4 (de doble barrilete y con cinco días de reserva) atrapado en su jaula rotatoria está hecho en titanio, desde luego, y late a una frecuencia de 36,000 vibraciones por hora (cinco hercios). Está dotado de una jaula extraordinariamente ligera (0.18 g) que gira sobre sí misma cada treinta segundos y que consta de 63 componentes (el más ligero de los cuales pesa menos de 0.0001. Cual insecto volador, un exoesqueleto a microescala lo mantiene todo unido en una suerte de microgalaxia mecánica.

Tal ejecución no puede pensarse más que delicada y hasta frágil, ¿no? Luego entonces, ¿cómo protegerla para que se mantenga funcional? Es ciencia pura, estimado lector. Precisamente por su diseño de masa aligerada, las inercias son reducidas y las fuerzas de aceleración que afectan al regulador son ínfimas. A esto se suma la elevada frecuencia del volante, lo que le da una suerte de aislamiento natural al corazón del DB28XP Tourbillon. ¿Y qué hay con el grosor? Para este DB28XP Tourbillon es de apenas 8.1 mm, contra los 9.2 de un DB28 Tourbillon regular, por ejemplo. Prueba superada.

Técnica. Inspiración. Y tal vez hasta un poco de polvo de hadas (nomás vea el Starry Night). Todo esto es De Bethune y, a lo largo de diez años, ha sido la serie DB28 quien mejor ha representado los geniales afanes de esta firma independiente.

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