De todas las complicaciones inventadas por Abraham-Louis Breguet, tal vez ninguna ejemplifica de mejor forma los desafíos relojeros de su era que el tourbillon. El tourbillon fue inventado por Breguet alrededor de 1795, aunque la patente para el dispositivo no se presentó hasta el 26 de junio de 1801.
Hoy, en “El Día del Tourbillon”, se conmemoran 217 años de la revolucionaria invención de Abraham-Louis Breguet, y recordamos lo que dijo en su patente:
“Mediante esta invención, logré cancelar, mediante la compensación, las anomalías causadas por las diferentes posiciones de los centros de gravedad de los movimientos del regulador, para distribuir las fricciones en todas las partes de la circunferencia de los pivotes de este regulador y de los agujeros en los cuales estos pivotes se mueven. De modo que, el engrase de las superficies de fricción es siempre uniforme, a pesar de la coagulación del aceite, y finalmente cancelan muchas otras causas de error que influyen en la precisión del movimiento, que solo podían alcanzarse hasta ahora mediante prueba y error constantes e incluso a menudo sin ninguna certeza de éxito”.
Aunque también permitió una distribución de aceite más sofisticada, generalmente se acordó que el tourbillon se desarrolló para abordar el efecto insidioso de la gravedad en la precisión de un reloj de bolsillo. Un reloj de bolsillo puede adoptar varias posiciones a lo largo del día, pero de estas posiciones, la vertical, en la que la gravedad causaría la delicada deformación del espiral, era la más común ya que los relojes de bolsillo se usaban verticalmente en los bolsillos del chaleco.
El objetivo de la invención de Breguet era crear un reloj en el que el escape y la rueda de balance giraran a través de todas las posiciones verticales posibles a un ritmo constante, que luego podrían ajustarse fácilmente. El nombre tourbillon literalmente significa “torbellino” en francés, un guiño a la forma en que el mecanismo gira sobre su propio eje.
El tourbillon de Breguet fue históricamente considerado como una demostración de la destreza relojera ya que el montaje de todo el escape y la rueda de balance dentro de un esbelto carro giratorio requiere la más alta precisión en la fabricación y el ajuste.
Desde su primera invención, Abraham-Louis Breguet fabricó 35 relojes que llevaron tourbillon. De estos, solo 10 pueden encontrarse, incluidos el reloj de bolsillo nº 1188, vendido en 1808 a Don Antonio de Borbón, Infante de España, el nº 1176, vendido por Abraham-Louis Breguet en 1809, y el nº 2567, vendido en 1812. Por supuesto, la maison conserva los registros originales de cada creación histórica.
Era natural que la maison relojera decidiera celebrar el aniversario de este hito histórico, por lo que en este “Día del Tourbillon”, Breguet presentará en sus boutiques de Zúrich, Taipéi y Nueva York su amplia colección de relojes con tourbillon. Esta colección incluirá el fascinante tourbillon de Breguet nº 1188.
La exposición también incluirá el más reciente Classique Tourbillon Extra-Plat 5367, que muestra por primera vez un dial esmaltado a grand feu con agujas azules que contrastan con la carátula. Esta pieza se presenta en una caja de 42 mm de oro rosa de 18k, o en una versión de platino, —ambas con solo 7,45 mm de grosor—, y alberga el calibre 851 de cuerda automática de 3 mm que ofrece 80 horas de reserva de marcha.
Para conocer más sobre la marca visita breguet.com
