Ante el fallecimiento de uno de los grandes, nos gustaría compartir con ustedes la pequeña historia que nos contó el Sr. Roger Dubuis cuando le preguntamos cómo y cuándo se desató su pasión por la relojería. Las siguientes son sus propias palabras de una entrevista que le concedió a nuestra propia Sophie Furley, en 2012, tras su triunfal regreso a la marca después de unos años desafortunados.
Mi pasión por la relojería – Roger Dubuis
“Todo comenzó cuando tenía unos 10 o 12 años y vivía en el pueblo de Corsier-sur-Vevey (un hermoso pueblo con vistas al lago Léman). Realmente no estaba interesado en la escuela en ese momento, y me encantaba pasear por el pueblo visitando a varios artesanos, que eran bastante numerosos en ese momento. Mi favorito era el zapatero del pueblo. Lo recuerdo vívidamente con su impresionante bigote y pipa, que sacudía continuamente.
Un día, me dijo que se estaba cansando un poco y me preguntó si podía ayudarlo a tocar las campanas de la iglesia los domingos. Había tres campanas, y era importante tirar de la cuerda fuerte y rápidamente para que la campana tuviera un anillo limpio. El zapatero quedó impresionado por la rapidez con que había dominado la técnica y, a medida que su salud disminuía, preguntó a mi maestra si sería posible excusarme de la escuela cinco minutos antes para tocar las campanas al mediodía.
Me encantó esta tarea diaria, y una vez me aventuré a subir las escaleras para ver las campanas y el reloj con sus barriles, cuerdas, pesos y movimientos espectaculares … fue amor a primera vista. En 1952, la iglesia fue restaurada y la ciudad decidió poner un sistema eléctrico, pero la semilla había sido sembrada en mi mente joven. Estaba desesperado por estudiar relojería, pero no tenía las calificaciones necesarias para comenzar ese curso. Afortunadamente, un amable maestro me ayudó a tomar un curso preparatorio durante mis vacaciones de verano en la Escuela de Ginebra para la ingeniería industrial y mecánica, que fue el comienzo de mis estudios de relojería y una pasión de toda la vida.
