Texto original: Richard Holt
Aunque no estés familiarizado con el nombre de Marc Berthier, quien diseñó el Hermès Carré H, su trabajo seguramente ha llamado tu atención en algún momento. Berthier, graduado de la Escuela Nacional Superior de las Bellas Artes de París, comenzó su carrera como arquitecto, pero se diversificó en diseño y creó su propia versión individual en absolutamente todo: desde muebles y tostadoras, hasta grifos de baño, binoculares y relojes. A lo largo de una increíble carrera de más de medio siglo, Berthier, de 83 años de edad, ha sido alabado y reconocido en todo el mundo, tanto en el MoMA de Nueva York como en el Museo Nacional de Arte Moderno de París.
En 1967, ayudó a crear una revolución en el diseño de muebles con su colección Ozoo para la compañía parisina Roche Bobois. Originalmente se propuso diseñar un juego simple de mesa y sillas para niños, pero pronto, los adultos con estilo no pudieron obtener lo suficiente de sus formas. Los muebles se fabricaron utilizando sintéticos moldeables innovadores para crear formas curvilíneas de buen gusto. Mostró que los materiales modernos y livianos como el poliéster y la fibra de vidrio no tenían por qué faltar en su estilo. Una nueva colección de Ozoo fue lanzada el año pasado para celebrar los 50 años desde el lanzamiento de las piezas que han generado innumerables imitadores.
A finales de la década de 1990, Berthier creó la radio Tykho, hermosamente táctil y amigable con el baño. Este galardonado diseño, que apareció en la portada de la revista Time, es un ejercicio de simplicidad a prueba de salpicaduras de agua. Todavía hoy se puede comprar una radio Tykho, con la adición de un punto de carga USB, pero la permanencia de botones que ofrecen solo AM / FM y volumen, en recuerdo de un pasado más simple.
El viaje de Berthier al diseño de relojes se produjo después de que su trabajo llamó la atención de Pierre-Alexis Dumas, director artístico de Hermès. “Estaba revisando el archivo de Marc Berthier e inmediatamente me sorprendió su dibujo de forma cuadrada”, dijo Dumas. “El cuadrado es una forma geométrica simple pero difícil que puede ser aburrida debido a sus líneas armoniosas. Incluso si está fuertemente presente en las otras artesanías de Hermès, como los pañuelos de seda, el cuadrado no se utiliza con frecuencia en la relojería. Por lo tanto, decidí conocer a Marc Berthier, mientras me sentía curioso e intimidado “.
La reunión fue un éxito y los dos hombres trabajaron juntos con Philippe Delhotal, Director Artístico de La Montre Hermès, quien supervisaba el desarrollo de los relojes de la casa de lujo parisina en el atelier de Biel, Suiza. El primer reloj salió a la venta en 2010 y se llamó Carré H, carré siendo el francés para cuadrado. Tenía una caja cuadrada que contenía una carátula cuadrada, que a su vez presentaba una serie de cuadrados concéntricos en el medio y dentro de ella había un dial de segundos pequeños, también, por supuesto, cuadrado.
Toda esa cuadratura puede sonar demasiado, pero el reloj es increíblemente sorprendente, atrayendo el ojo con una sensación hipnótica agradable. El inconveniente es que el reloj original, con su caja curvada de titanio de 36,5 x 36,5 mm y su movimiento automático Sowind, se produjo en una edición limitada de solo 173 piezas, una por cada año desde la fundación de Hermès, en 1837.
La recepción del modelo original fue tan positiva que según Philippe Delhotal una nueva versión era sólo una cuestión de tiempo. “Primero discutimos una nueva interpretación del Carré H en enero de 2016”, dijo. “La idea era volver a la versión original, pero en una versión simplificada con un toque más deportivo. Pronto llegamos a un acuerdo sobre las ideas para la evolución de este reloj, lo que nos permitió avanzar rápidamente con el proyecto “.
Berthier nuevamente estuvo involucrado en el diseño y el nuevo Carré H se presentó en el SIHH a principios de este año. El estuche todavía es cuadrado y está curvado sutilmente alrededor de la muñeca, pero el tamaño se ha aumentado a 38 mm x 38 mm, y esta vez está hecho de acero chorreado con microesferas en lugar de titanio. El reloj nuevamente tiene un movimiento automático, pero ahora es un calibre in-house Hermès H1912.
La mayor diferencia estética viene en el dial, que ahora es redondo en lugar de cuadrado y marcado con números arábigos de dos dígitos en una fuente bold especialmente diseñada para el modelo. La silueta es la misma y la influencia de Berthier es evidente. El nuevo reloj no es menos llamativo, sino que también crea profundidad cuando lo miras, esta vez con un dial de tres etapas que baja hacia el centro, atrayendo el ojo hacia la trama cruzada en el centro.
En un nivel más práctico, el dial más grande, junto con numerales Super-LumiNova, así como una manecilla grande y clara de segundos centrales, hace que este reloj sea increíblemente fácil de leer. Realmente es muy difícil encontrar algo desagradable que decir al respecto. Pero en el internet siempre se puede encontrar a alguien dispuesto a intentarlo, y lo mejor que han podido encontrar es señalar un cierto parecido con el Apple Watch. Bueno, la única semejanza es la forma del estuche, y Berthier y Hermès llegaron mucho antes que Apple.
Si lo peor que se puede decir acerca de un diseño realizado por un hombre de ochenta años es que de alguna manera dio forma al diseño e inspiró a otra pieza revolucionaria, eso realmente no está mal.
