Frédéric Constant duplicó recientemente la superfice total de su sede en Plan-les-Ouates, con miras a uno de sus objetivos: aumentar la capacidad de producción anual de 160 mil a 250 mil relojes en los próximos cinco años.
En 2006, la casa de alta relojería se había mudado a un edificio de más de 3 mil metros cuadrados. Pero finalmente el lugar resultó apenas suficiente para este grupo que controla, además, las marcas Alpina Watches y Ateliers deMonaco, y que tiene gran demanda en el mercado del lujo.
Este mes, en el marco de la inauguración del nuevo edificio de su manufactura, introduce dos nuevas ediciones limitadas (acero inoxidable u oro rosa de 18 quilates) de su exitoso lanzamiento del año pasado, el Tourbillon Manufactura Calendario Perpetuo. Ambas ediciones llevan la clásica carátula azul marino esqueletizada, que permite a quien lo porte descubrir los intrincados mecanismos de esta sofisticada pieza.
Desde 2004, cuando Frederique Constant lanzó su primer calibre, la marca ha fabricado un total de 29 movimientos.
En la ceremonia de inauguración del nuevo edificio estuvieron Toshio Tokura, presidente del grupo Citizen, que hace unos años adquirió el grupo Frederique Constant, y Peter y Aletta Stas, presidente y copresidenta del holding ginebrino, respectivamente. Durante el evento, Niels Eggerding, director ejecutivo de la maison, invitó a los presentes a descubrir la “Experiencia de la Manufactura”.
El ejecutivo se refería al flamante espacio ubicado en la planta baja del edificio que está destinado a compartir con amantes de la relojería y clientes la experiencia de producción horológica, que incluye datos históricos y un acercamiento de primera mano a cada una de sus marcas.
En un recorrido que pasa por diversas instalaciones, se pueden descubrir relojes tradicionales, el proceso de fabricación de los calibres manufactura, detalles de los guardatiempos más icónicos y mucho más.
