Frédérique Constant: una sana costumbre

Frédérique Constant, la manufactura de Plan-les-Ouates, presentó su nueva complicación: su calibre número 28, con una extraordinaria reserva de marcha.

Frederique Constant

La última edición de Baselworld acaba de bajar el telón, pero la ola de novedades que dejó a su paso sigue dando que hablar. Es el caso de Frédérique Constant que, por ejemplo, en la feria de Basilea presumió su 28º calibre, automático, que se suma a su colección Manufacture.

Se trata de un movimiento dotado de una extraordinaria reserva de marcha de 50 horas. Inspirada en el FC-703, un bestseller de la marca fundada por el matrimonio Stas, esta flamante complicación se lanzó en cuatro modelos, con caja de acero inoxidable o acero enchapado en oro rosado, y diferentes versiones de carátula (gris oscuro, blanca, azul marino o plateada), todas con indicación de horas y minutos y ventanilla de fecha a las seis.

La cereza del postre es el detalle asimétrico que le da, a las diez, el indicador de reserva de marcha, sin olvidar la decoración Côtes de Genève de su movimiento. Las almas clásicas amarán este guardatiempos, que, con su correa de cocodrilo (negra o café), aporta un look netamente atemporal.

Frederique Constant

Perpetuar la maravilla

Para los que se preguntan qué fue de esta maison luego de ser adquirida por el grupo Citizen (en 2016), habría que decir que la manufactura de Plan-les-Ouates sigue firme en su compromiso de crear movimientos finos, fabricados y ensamblados dentro de su propio atelier, algo inusual para firmas que no pertenecen a los grandes conglomerados.

Más allá del anuncio de su CEO, Peter Stas, quien había destacado que sus hijos no iban a poder hacerse cargo del negocio familiar, nada ha cambiado en la esencia de la firma ginebrina. O sí, si con ello se hace referencia a los modelos con los que año a año, Frédérique Constant sigue maravillando, y perpetúa una costumbre que se remonta a su fundación.

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