Desde que se presentó en 1975 la primera versión del Laureato, de Girard-Perregaux, este modelo ha unificado de forma magistral elementos dispares, consiguiendo así un efecto fantástico. Alojado en una de cristal de zafiro metalizada, el Laureato Absolute Light & Shade combina con destreza curvas y rectas, elementos tradicionales y modernos y, por supuesto, estética y funcionalidad.
Cuando Girard-Perregaux presentó la primera versión del Laureato en 1975, su magistral y armoniosa mezcla de formas diferentes llamó mucho la atención. Se trataba de un look perfecto para completar un traje de cóctel, pero también para un atuendo más informal. Con el tiempo, la casa ha ido introduciendo en el Laureato nuevas complicaciones, además de una amplia gama de materiales y colores, pero este modelo ha seguido siendo reconocible a primera vista, manteniendo siempre su look atemporal.
En 2019, Girard-Perregaux presentó la línea Laureato Absolute. Muchos de los reconocibles rasgos de diseño del Laureato —entre ellos su legendario bisel octogonal sobre un anillo circular— se han trasladado a esta versión, más atrevida, del modelo de 1975. Sin embargo, la línea Laureato Absolute también ha incorporado muchos cambios, algunos más sutiles que otros, como, por ejemplo, su correa de caucho integrada, que han modernizado la apariencia de la colección Laureato.
Y ahora, Girard-Perregaux se complace en presentar el nuevo Laureato Absolute Light & Shade, un modelo que pone en valor el saber hacer atesorado por la casa, y que muestra su inmensa experiencia en el trabajo con materiales innovadores. Este último modelo presenta una caja de 44 mm de diámetro fabricada en cristal de zafiro metalizado, lo que otorga un brillo fascinante al reloj. Por un lado, su apariencia es muy ligera, casi transparente, mientras que, a la vez ofrece un aspecto más oscuro y reflectante. Una levedad visual que se ve acompañada por su peso, de tan solo 85 gramos. En todo el diseño del reloj se combinan rasgos en contraste, una elección que convierte este modelo en una expresión moderna de alta relojería bastante exclusiva.
Una caja vanguardista
Para crear un reloj con una caja de cristal de zafiro, debe crearse una bola de este cristal con una técnica denominada el «método de crecimiento de Kyropoulos». Este largo método de crecimiento convierte el polvo de aluminio en un bloque sólido de cristal de zafiro en un proceso que puede durar hasta 8 semanas. Tras obtener el bloque, se corta en pequeños discos que deben mecanizarse con mucho cuidado para dar forma al bisel, la caja y el fondo de caja. Una vez se completa esta fase, es necesario tratar térmicamente las piezas y pulirlas a continuación. Los componentes se seleccionan cuidadosamente y solo aquellos que cumplen las especificaciones y no presentan inclusiones de ningún tipo pasan a la siguiente fase.
A continuación, los componentes de cristal de zafiro se someten al tratamiento de metalización. Se trata de un proceso que consiste en la aplicación de un tratamiento superficial en vacío sobre las piezas, que acaba por otorgar al reloj un aspecto ahumado. La creación de una caja de cristal de zafiro requiere 170 horas de complejo trabajo.
Fusión de estética y funcionalidad
Desde la creación de La Esmeralda por Constant Girard, la casa siempre ha fusionado estética y funcionalidad en sus relojes, una unión presente en numerosos relojes que muestra la maestría relojera de la empresa y su completo dominio de las formas.
El nuevo Laureato Absolute Light & Shade abunda en esa idea desvelando el movimiento bajo un espléndido efecto, cortesía de su caja de cristal de zafiro. La platina del movimiento de fabricación propia, el calibre GP01800-1143, tiene forma octogonal, un guiño al famoso bisel de los Laureato. Su movimiento esqueletizado muestra una gran gama de piezas normalmente ocultas a la vista, lo que ofrece una fascinante perspectiva de líneas curvas y rectas, realzada por las luces y las sombras que traspasan la caja. El barrilete se ha fabricado calado, lo que permite contemplar el muelle principal en varios grados de tensión. Asimismo, también puede verse la oscilación de adelante hacia atrás de la rueda del volante, una danza hipnótica.
La masa oscilante de oro también presenta un diseño calado, lo que invita al portador a admirar los puentes que se encuentran debajo. Haciendo honor a la reputación de Girard Perregaux sobre el refinamiento de sus acabados, los puentes y la platina, tratados con NAC, incorporan varios de ellos, como el arenado, los traits-tirés, el satinado circular y el biselado, con un mínimo de 55 ángulos internos pulidos a mano.
Un refinamiento que vuelve a mostrarse en el calibre GP01800-1143. Está equipado con un volante de inercia variable. La mayoría de los relojes incorporan un regulador de índices que altera la longitud efectiva de la espiral y que, por tanto, puede hacer que el reloj vaya más deprisa o más lento. Un volante de inercia variable, en cambio, presenta una espiral de longitud fija, cuya frecuencia se ve alterada mediante el ajuste de varios pesos de inercia adosados a los radios de la rueda del volante. De este modo, se consigue una mayor estabilidad, además de una mayor resistencia a los golpes.
Las agujas de las horas y de los minutos, de calado atrevido y elegante, aseguran una excelente legibilidad. Un anillo tridimensional colocado entre el bisel y el movimiento aloja el logotipo de GP a las 12 h y los 11 índices restantes. Girard-Perregaux ha utilizado un
método único de construcción, obviando así la necesidad de un anillo convencional para la caja. Con dicho método, la caja y el movimiento se montan en un único eje, desde el fondo de caja hasta el bisel, con un sistema de tornillos especial. El exigente diseño de estos tornillos requiere una precisión de micras para mantener todos los componentes juntos. Dos asas de titanio negro tratado con PVD se integran en la caja, unificando el cabezal del reloj con una correa de caucho negro. Una disposición que no solo tiene un aspecto moderno, sino que además asegura una óptima posición de la correa sobre la muñeca y, enconsecuencia, una gran comodidad para su portador. Las asas incorporan superficies satinadas con ángulos pulidos. La correa está fabricada en caucho FKM, un material con mayor flexibilidad y resistencia que el caucho convencional. Para mejorar aún más el atractivo visual de la correa, se ha enriquecido con una cubierta con efecto de tejido. El cierre lleva incorporado un sistema de microajuste que permite a su portador adaptar de forma óptima la unión entre la correa y la muñeca. La corona está fabricada en titanio con tratamiento de PVD pulido con chorro de arena, imitando así el aspecto de las asas.
