Texto original: Li Ren
El Grand Seiko “First”, un reloj sobrio y minimalista que encarna la esencia del relojero, fue el primer reloj de pulsera producido por la compañía en 1960. Para conmemorar su 110 aniversario, el Laurel, Grand Seiko ha reintroducido el “First” con el nuevo SBGW295, que presenta elementos únicos e inesperados, como una carátula Urushi negra y marcadores maki-e dorados.
Lo más destacado
En términos de tamaño y movimiento, el SBGW295 es comparable a las iteraciones anteriores del “First”, pero lo que lo diferencia es su diseño. El SBGW295 presenta una carátula negra con llamativos marcadores dorados, una primicia en el modelo. Casi todos los modelos anteriores tenían carátula plateadas o champán con marcadores en colores complementarios.
No sólo el diseño es diferente, sino que la ejecución de la esfera y los marcadores también es inusual e impresionante. Grand Seiko se ha alejado de su emblemática esfera con acabado “rayos de sol”, y de los índices bastón pulidos y ha optado en su lugar por una carátula y marcadores pintados. Aunque sea menos brillante y tridimensional, la nueva esfera irradia delicadeza y profundidad gracias a las técnicas artesanales utilizadas.
De hecho, la esfera Urushi se ha creado utilizando una técnica que implica la aplicación de múltiples capas de laca para lograr un acabado profundo y brillante. La laca utilizada procede exclusivamente de Japón, lo que la diferencia de la mayoría de las lacas Urushi producidas en el extranjero. Para garantizar la longevidad de la esfera, Grand Seiko ha aplicado un tratamiento especial que “evita que su color cambie con el tiempo”, aunque no se han revelado los detalles.
Del mismo modo, los marcadores horarios se crean mediante capas de lacado y se terminan con espolvoreado de polvo de oro, una técnica tradicional conocida como maki-e. El reto reside en el hecho de que la esfera del reloj es abovedada y se curva hacia el borde, lo que hace más difícil conseguir una profundidad y anchura uniformes para los marcadores. Para garantizar la calidad de la esfera, Grand Seiko recurre a su colaborador favorito, Isshu Tamura, que lleva más de una década trabajando con Seiko.
El resto del reloj es convencional, excepto la caja de titanio, un material poco habitual en los relojes de vestir. En este caso, está hecha de Brilliant Hard Titanium, una aleación patentada que ofrece una superficie más brillante que las aleaciones de titanio tradicionales, lo que la hace ligera y luminosa. El SBGW295 tiene una caja de 38 mm, en lugar de la original de 35 mm, que sigue siendo elegante y es quizás un tamaño mejor para los tiempos modernos. El reloj funciona con el calibre 9S64, un movimiento que se encuentra en todos los relojes mecánicos de cuerda manual de Grand Seiko con segundero central.
En mi humilde opinión
El modelo de titanio 2020 de Grand Seiko marcó un cambio hacia la incorporación de elementos creativos en la línea de relojes “First”. Siguiendo esta tendencia, el último SBGW295 lleva el diseño aún más lejos con su esfera negra y dorada. Es un cambio bienvenido, ya que está bien ejecutado y resulta visualmente atractivo. El uso de Urushi y maki-e realza enormemente el aspecto del reloj y añade una dimensión cultural y patrimonial a su carácter.
