HYT presenta el iluminado Flow

El Flow, de HYT, estrena un sistema electromecánico para conseguir luz propia. Una de las dos versiones tiene una cúpula de 73 diamantes.

HYT no cesa en la intensidad melódica de su mensaje acerca de la percepción del paso y goce del tiempo. Ahora es el turno de Flow, la nueva creación del especialista hidro-horólogico, que lo destaca por medio de otro tipo de flujo: el de la electricidad que le da luz a su técnica y bella carátula. Con el nuevo Flow, HYT lleva su relojería a una nueva era de iluminación.

Para HYT, este 2020 ha sido un año marcado por las emociones. A través de un mensaje rico en imágenes y metáforas, la relojería de la imaginativa casa de Neuchâtel llevó a su máximo color su apreciación del paso del tiempo: una sucesión incesante de instantes que nos invitan a maximizar el gusto y disfrute de cada segundo. El reloj Soonow, en todas sus geniales variantes y preciosos brillos y coloridos, se encargó de enfatizar ese reciente capítulo tan romántico. Pero ahora, con Flow, HYT enfoca su mensaje con tintes más técnicos, pero igual de evocadores, que rinden homenaje al flujo de los segundos por medio de una inyección de luminosidad.

HYT
Flow está disponible en dos versiones. Esta tiene una cúpula de 73 diamantes que difumina los fotones emitidos por los trece diodos emisores de luz (LED) en su interior.

En efecto, el nuevo Flow de HYT estrena un sistema luminoso de generación mecánica. Por medio de un sistema electromecánico, el reloj cuenta con una iluminación que concede al reloj un nuevo brillo interior. Activado por un pulsador, un microgenerador especialmente desarrollado almacena y disipa la energía para activar 8 o 13 LEDs —dependiendo de la versión— meticulosamente posicionados. Estos distribuyen la luz de manera uniforme a través de la carátula. La luz blanca aparece por dos segundos por cada pulsación del botón correspondiente (hasta 4 presiones pueden hacerse antes de rebobinar la corona) o un mínimo de ocho segundos de iluminación si se presiona continuamente el botón.

Flow está disponible en dos versiones de disponibilidad muy limitada (25 ejemplares para cada una: en la primera, una cúpula de 73 diamantes de 1.7 quilates talla baguette difumina los fotones emitidos por los trece diodos emisores de luz (LED) en su interior. Así, el flujo de los segundos se acompaña de un genuino espectáculo de luz. La segunda ejecución se apresta a exponer una idea original del infinito y su inalcanzable amplitud por medio de un diseño cónico—como si se tratara de una suerte de embudo— donde dirige la atención hacia los fuelles del sistema, en tanto que ocho LEDs se asoman por el contorno de la carátula. Justamente, el dial del nuevo Flow es una nueva y vistosa ejecución de la idea que conocemos de HYT.

El latido

El cuadrante calado está hecho en opalina rodiada. Por medio del proceso de electroerosión se lograron los recortes en el cuadrante para obtener cortes extramadamente precisos que dan pie a la ilusión de las ondas. Los contrastes entre las formas convexas y cóncavas añaden estructura y movimiento a la faz del reloj. Los anillos para los contadores de las horas y el disco de los minutos aparecen cepillados y llevan marcaciones en color antracita con un delicado hilo de SuperLuminova blanco. Un detalle interesante es el disco “oculto” de los segundos, calado y en color naranja, que conforme gira desaparece por un instante detrás de las “ondas” de la carátula. Es como una suerte de latido de color anaranjado que hace juego con en el indicador de reserva de marcha (que es de 72 horas) en la posición de las 3 en punto.

Naturalmente, la marcación de las horas se hace por medio de los dos líquidos inmiscibles (el principal en azul o negro, según la versión con o sin diamantes, y el transparente) que fluyen por el delicado capilar de borosilicato y en donde la muesca entre ellos señala la hora. La precisión del sistema fluídico es asegurada por las válvulas restrictivas de cerámica y el mecanismo termocompensador exclusivo instalado dentro de uno de los fuelles.

La vistosa forma asimétrica de la gran caja de 51 mm —realzada por las dos prominentes coronas en el canto derecho— y las opciones de color enriquecen la arrojada idea relojera de HYT. Una serie de ondas recorre el exterior del reloj, como si se tratara de una incesante pulsación. Los acentos pulidos de la caja subrayan elementos específicos como los ángulos y formas de cada sección. La ausencia de asas abre el paso a una unión sutil, como si fuera orgánica, entre la caja y las correas de caucho.

Si bien el espectáculo frontal de luz y el diseño moderno de la carátula son los protagonistas del concepto de Flow, es preciso mencionar que HYT sigue honrando lo mejor de los valores de la relojería tradicional suiza. En particular, cuando apreciamos el Flow a través del fondo, recordamos de inmediato la audacia con la que esta casa se puso en marcha en 2012 y la arquitectura contundente de aquellos primeros relojes. Es en esta cara del Flow —con sus superficies en tono antracita y pulidos brillantes— donde es palpable la fusión de elementos relojeros de todo HYT: el módulo fluídico que encabezan los dos fuelles del sistema; el movimiento mecánico de cuerda manual Cal. 101 desarrollado en exclusiva por la casa Chronode (del reconocido Jean-François Mojon); y la interfaz que los une. La apariencia técnica del movimiento y sus minuciosos terminados hace un muy buen juego con el diseño abstracto de la carátula. El Flow es una obra de arte moderno que da al tiempo —según lo interpreta HYT— una novedosa faceta, ahora vestida por su luz interior.

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