La historia del reloj Ladybird, de Blancpain, comenzó a escribirse en 1956, cuando revolucionó a la relojería ofreciendo al mundo el movimiento redondo más pequeño de la época. Esta brillante creación fue iniciativa de Betty Fiechter y su sobrino Jean-Jacques Fiechter, quienes dirigían juntos la Manufactura. 65 años después, el reloj se reinventa en la colección Ladybird Colors, que se presenta en siete versiones refinadas e innovadoras que rinden homenaje a una pieza clave de la historia de Blancpain.
Betty Fiechter poseía una personalidad extraordinaria. Era una mujer dominante, tanto por su temperamento como por su estatura, era también dulce y humilde. Su gran afición por la mecánica relojera solo era comparable con su convicción de que una mujer necesita joyas y adornos para vestirse adecuadamente. El nuevo Ladybird Colors se le parece en muchos sentidos, ya que el eje central para esta pieza fue la búsqueda de un equilibrio entre audacia y refinamiento.
La caja del Ladybird Colors, de Blancpain, está disponible en oro rojo y oro blanco. De 34,9 mm de diámetro, revela generosamente los ornamentos del reloj y se adapta perfectamente a las muñecas más variadas. Se distingue por un bisel, unos cuernos y una corona con 59 diamantes engastados, de más de 2 quilates.
Realizado en nácar blanco, el dial del reloj está adornado con números arábigos en apliques de oro ligeramente redondeados, dimensionados para formar un disco horario asimétrico coronado por el número doce. Una banda de diamantes realza los índices a la vez que rodea las agujas, incluyendo las de las horas y los minutos en forma de hojas de salvia caladas, un atributo de Blancpain por excelencia.
El Ladybird Colors, de Blancpain, presenta un engaste de alta gama, donde cada parámetro se realiza a mano minuciosamente. Antes de colocar las piedras en los orificios previstos a este fin, los engastadores horadan el material con buriles para crear un filete de metal precioso a ambos lados de los diamantes. Esta etapa, llamada “recorte”, es muy importante, ya que influye considerablemente sobre el brillo de la pieza, produciendo un efecto espejo.
Los diamantes se colocan uno a uno siguiendo una alineación precisa para que sus facetas reflejen la luz de manera uniforme. Los artesanos pliegan entonces los granos elaborados previamente en el metal precioso sobre las gemas para mantenerlas en su sitio. Luego, trabajan manualmente la separación entre los granos para perfeccionar su creación. Solo los engastadores más experimentados son capaces de obtener separaciones, granos y filetes regulares, garantías de esplendor y calidad.
Un exigente nivel de acabado se aplica al movimiento, el calibre 1153 de la Manufactura, famoso por su fineza, con una larga reserva de marcha de 4 días y espiral de silicio. Combina una platina perlada con puentes biselados y satinados, decorados con côtes de Genève. Para ofrecer la mayor visibilidad posible sobre estos detalles estéticos, Blancpain ha desarrollado una masa oscilante de oro calada cuyo motivo de círculos combina con el aspecto del reloj. La pieza resplandece gracias a un diamante de talla rosa montado sobre la corona.
El Ladybird Colors, de Blancpain, aporta un frescor elegante a través de siete combinaciones de cajas y correas de diferentes colores. El modelo de oro rojo está disponible con una correa de cuero de aligátor en verde pavo real, azul noche o blanco satinado. La pieza de oro blanco puede asociarse, según las preferencias, con una correa de cuero de aligátor en amarillo limón, naranja mandarina, lila o blanco satinado. Cada correa está equipada con una hebilla de hebijón o desplegable de oro engastada con nueve diamantes.
Con el Ladybird Colors, de Blancpain, estamos ante una serie de relojes refinados e innvadores que permanecen fieles a los valores atemporales de la marca, que se adaptan para responder a las expectativas y deseos de la mujer contemporánea.
