Llega el Black Bay Fifty-Eight Navy Blue, de Tudor

Con el nuevo Navy Blue, Tudor recrea algunos de sus más grandes éxitos en la historia de sus relojes para buceo.

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Las buenas noticias relojeras siguen llegando y ahora es el turno de una de las marcas que mayor expectación generan por su arraigo histórico y por el excepcional valor que ofrece. En efecto, hoy Tudor ha presentado un nuevo episodio de su colección Black Bay Fifty-Eight, una de sus series más exitosas y que mejor recrea y rinde homenaje a su historia de relojería deportiva.

El nuevo Black Bay Fifty-Eight Navy Blue se convierte en un nuevo episodio de la historia de éxito que comenzó Black Bay Fifty-Eight en 2018. Gracias al dinamismo y variedad en sus ejecuciones, el Black Bay Fifty-Eight se ha convertido en un muy reloj solicitado y apreciado. Y hoy, la llegada de esta variante en frescos tonos azules y blancos y plateados solo amplificará este efecto.

En el nuevo BB58 Navy Blue hay muchos elementos que hacen eco y/o rinden homenaje a los Tudor marinos cuya historia comenzó en 1954 con el Oyster Prince Submariner. Antes de relatarle esos guiños, examinaremos los rasgos de este nuevo Black Bay Fifty-Eight.

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Todo comienza por la caja. Sus 39 mm de diámetro hacen que el reloj sea cómodo de portar en la muñeca. El número podría parecer reducido, especialmente al recordar que el Black Bay original tiene una talla de 41 mm (y crece hasta 43 en la versión de bronce); pero en la práctica, esos 39 mm son ideales. A pesar del relativamente grueso bisel de los Black Bay, el cuadrante luce con amplio espacio y, en conjunto con sus manecillas y marcadores, el juego de formas se ve preciso y proporcionado. El estilo del Black Bay Fifty-Eight sigue la fórmula de firmas esenciales de los Oyster Prince Submariner originales, que tenían 37 mm de diámetro.

En materia de acabados, la caja de acero presenta superficies pulidas y satinadas. El sutil microestriado en el canto del bisel añade un toque de textura que amplifica las proporciones del reloj. El bisel unidireccional de aluminio anodizado y acabado en azul mate tiene 60 escalonamientos. Las asas son relativamente cortas, pero se sienten curiosamente “orgánicas”, cual criatura de la profundidades, en virtud a su curvatura y acabado afilado. La corona del reloj, también pulida, va firmada con la clásica rosa de Tudor.

La carátula ha sido ligeramente abombada y por eso, conforme la luz la golpea, parece que el tono azul ha sido difuminado intencionalmente, pero el color es uniforme y juguetea con la luz gracias a la superficie ligeramente curvada. Para el Navy Blue, Tudor eligió emplear tonos más frescos —ciertamente “cool—, como blanco y plateado, y no los colores cálidos como beige o dorado de los otros BB58. El color blanco abunda en los índices horarios, así como en las manecillas “copo de nieve”. El color plateado se aplicó a las graduaciones del bisel—incluyendo el triángulo a las 12 que en el Fifty-Eight original es rojo—. Incluso el tubo de la corona está acabado en color plata, y no en rojo como en los primeros Black Bay Fifty-Eight.

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La versión del Black Bay Fifty-Eight Navy Blue que le presentamos en este relato lleva una correa textil de Jacquard, fabricada por la empresa Julien Faure SAS de Saint-Just-Saint-Rambert —al sudoeste de Lyon— con más de 150 años de historia, y con quien Tudor trabaja desde hace diez años. La tonalidad azul de la banda textil se acompaña por la delgada franja plateada, y logra una atractiva coordinación con los colores azules y plateados del marcatiempos. Especial mención merecen los herrajes de la correa tipo NATO, de impecable acabado pulido y de diseño especial de la hebilla que alude al escudo del emblema de Tudor. Es un detalle menor que magnifica la atención y valor de la pieza. Hablando de detalles, para tratarse de una correa NATO, esta no es muy larga así que no es necesario hacer el pliegue característico para retener la cinta sobrante. Las otras dos opciones de sujeción del Navy Blue son un brazalete de acero, de superficies pulidas y cierre plegable y broche de seguridad, y una correa de una piel sintética “Soft Touch” en color azul.

Fiel a la propuesta de Black Bay Fifty-Eight, el Navy Blue está equipado por un movimiento de manufactura, el MT5402, que destaca por su espiral de volante en silicio, mejorado rendimiento y eficiencia energética, frecuencia de 28,800 alternancias por hora y una reserva de marcha de 70 horas. El movimiento tiene certificación de cronómetro COSC, pero Tudor se apura a precisar que, bajo sus propios lineamientos y exigencias, el reloj tiene una precisión diaria de -2/+4 segundos por día, mejor que los -4/+6 del Control Oficial Suizo de Cronometría.

Este miércoles 1 de julio el reloj hizo su debut en todo el mundo, así que ya comenzaba a ser distribuidor en los puntos de venta oficiales de Tudor en todo el mundo, particularmente en México y Latinoamérica, justo en el momento que la “vida” comienza a reabrir y restablecerse bajo la sombra de la pandemia. En cualquier caso, no deje de buscar a su distribuidor para que le dé los pormenores del nuevo Black Bay Fifty-Eight Navy Blue, cuyo precio (excluyendo tasas e impuestos locales, desde luego; pregunte a su vendedor) no sufrió aumento con respecto al BB58, lo cual es genial. Si el reloj mismo y su propuesta de alto valor y riqueza histórica no bastaran, el precio terminará de convencerlo de que Black Bay Fifty-Eight es una de las colecciones más brillantes y asequibles de la relojería contemporánea.

Los detalles históricos

La colección Black Bay Fifty-Eight representa uno de los mejores ejemplos de reinterpretación de temas y formas históricas en la relojería contemporánea. Y la llegada del BB58 Navy Blue, refuerza este argumento. Para ejemplificar, tomemos algunos rasgos específicos del nuevo Navy Blue y veamos cómo se asocian al pasado de los “submarinistas” originales de Tudor nacidos en los 1950s y 60s: la caja de dimensiones contenidas (39 mm), la resistencia al agua de 200 metros, la gran corona firmada, las manecillas “snowflake” y el color azul.

El primer Tudor “submarinista” fue la referencia 7922, lanzada en 1954. Aquel reloj, el Tudor Oyster Prince Submariner, aprovechó la tecnología que Rolex puso a su alcance, particularmente a caja hermética con fondo enroscado Oyster. Aquel reloj de 37 mm de diámetro de caja tenía una resistencia al agua de 100 metros. Aquí comenzó todo.

Black Bay Fifty-Eight Navy Blue

Evidentemente, el nombre “Fifty-Eight” tiene todo que ver con un Tudor lanzado en 1958. En efecto, se trata específicamente de la Ref. 7924: el Oyster Prince Submariner Big Crown. Ese reloj mantuvo los trazos y esencia técnica del original de 1954, pero sufrió una transformación trascendental, una que aún hoy representa una gran cualidad de Tudor. Ese 7924 vio engrosada su caja para mejorar su resistencia al agua a 200 metros, cifra que hoy encontramos en todos los Black Bay submarinistas. A ese ajuste en la caja se añadió la gran corona de 8 mm de diámetro (con la efigie grabada de la rosa), que ayudó a mejorar la estanqueidad de la caja y que también redondeó las proporciones del reloj, que se mantuvo en 37 mm de diámetro.

Ahora bien: el nuevo Navy Blue también se relaciona fuertemente con otro gran episodio de los Oyster Prince Submariner. Particularmente, me refiero a la Ref. 7016 de 1969. Ese reloj incorporó por primera vez las manecillas “snowflake” (copo de nieve) y, además, debutó las carátulas en color azul. Ese “Azul Tudor” se hizo aún más reconocido conforme la Marina Francesa adoptó al 7016 como su reloj-herramienta, convirtiéndose en otro episodio donde el color azul se asoció plenamente a la cultura e historia francesa. Finalmente, el Ref. 7016 también creció en sus dimensiones, ofreciendo a los afortunados marineros franceses y a todo afortunado de la época, una caja mayor, ahora de 39 mm, así como los Black Bay Fifty-Eight de la actualidad.

El nuevo Black Bay Fifty-Eight Navy Blue contiene todas estas características que marcaron los relojes de su época e hicieron de su antecesor, el Oyster Prince Submariner, la leyenda que es hoy. Por eso afirmamos que este Tudor “Navy Blue” es uno de los relojes modernos de homenaje más completos, atractivos y versátiles de la actualidad.

Black Bay Fifty-Eight Navy Blue

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