Longines presenta nuevas referencias con fase lunar del The Master Collection para dama, que enriquece su palmarés como creadora de una relojería interesante, de alto valor y consistente con su historia. Combinando delicadeza estética, en un tamaño reducido, con un asertivo golpe de tradición, los nuevos relojes expanden la oferta de la colección más importante de la casa de Saint-Imier.
Entre las complicaciones “familiares” de la relojería —las más frecuentes y recurridas, desde el fechador simple hasta los calendarios, pasando por los cronógrafos—, la más romántica es la fase lunar. Esta fascinación es fácilmente atribuible al nexo que esta pequeña y colorida indicación nos da con el encanto nocturno y las maravillas que comienza a ofrecer el universo apenas volteamos hacia arriba.
Del mismo modo, la fase lunar es la complicación astronómica más común, en virtud de la relativa simplicidad mecánica, que permite ejecutarla de una manera eficaz e inconfundible. Este factor hace que una fase lunar embellezca cualquier reloj, transformándolo en una pequeña pieza de admiración del cosmos.
The Master Collection, de Longines, da vida a esta complicación de una manera tan elegante como bella. Primeramente introducida en 2019 en los modelos para hombre, este año llega la fase lunar desarrollada para dama. La ejecución final es sobresaliente por varios aspectos que, en su conjunto, logran que el reloj despida un encanto muy especial que se suma al gran valor relojero que dignifica a The Master Collection.
The Master Collection nació en 2005 y es la gama donde Longines expresa su historia de la manera más elocuente y representativa. Esta serie se caracteriza por estar compuesta solamente de relojes con movimientos mecánicos automáticos donde, a través de las diversas referencias, se manifiestan las complicaciones más solicitadas, incluidos los cronógrafos y calendarios anuales. Si bien esta colección está conformada en su mayoría por relojes para caballero, también hay marcatiempos para dama, con ejecuciones más delicadas y preciosas, y desde luego en tamaños menores. Es este preciso rubro donde el nuevo The Master Collection con fase lunar sobresale, pues Longines ha incorporado la gustada complicación cósmica en un reloj de apenas 34 milímetros de diámetro y de apariencia y acabados excelentes.
Todo comienza con la caja en acero de 34 mm e idóneas proporciones donde se ha procurado un denodado cuidado la presentación y la legibilidad. El bisel redondeado en acabado pulido es soportado visualmente por las relativamente largas asas de grosor medio (también en acabado pulido que le dan a la pieza una mayor presencia. La fase lunar de The Master Collection en 34 mm se acompaña de correas de piel en colores rojo, azul o gris taupe o con un brazalete de acero con cierre plegable.
La carátula del reloj es un ejercicio de mesura y delicadeza, sin menoscabo de un correcto equilibrio estético y legibilidad. Las carátulas de estas fases lunares llevan discos de madreperla en donde se han engastado diamantes a manera de índices para las doce horas. A las seis en punto se ubica el gran protagonista: la indicación de fase lunar inscrita dentro del subdial con la fecha. Longines puso especial atención en la definición del tamaño de este registro para lograr una coordinación perfecta con el resto del dial y el reloj en su conjunto. Para las mujeres que prefieren una estética más clásica, The Master Collection con fase lunar en 34 mm también está disponible con una carátula azul con acabado tipo rayos de sol o con patrón estampado “barleycorn” (grano de cebada), una firma especial que la casa de Saint-Imier asigna a The Master Collection.
Fiel al mensaje de la colección, el dorso del reloj revela, a través del cristal de zafiro, el movimiento automático L899.5 —desarrollado por ETA en exclusiva para Longines— con características antimagnéticas, gracias a la espiral del volante hecha en silicio. El calibre late a 25,200 alternancias por hora (3.5 hercios) y tiene una notable reserva de marcha de 64 horas.
Para redondear los relojes The Master Collection con fase lunar debemos mencionar la versión masculina del reloj, que se presenta en su esbelta y afinada caja de acero de 40 milímetros de diámetro. El reloj se presenta con la misma fórmula, solo que enaltece su estética con grafías diferentes.
En materia de rasgos que marcan una diferencia entre las modalidades femeninas y masculinas de los relojes, las manecillas centrales de las horas y los minutos en forma de hoja apuntan hacia números arábigos o romanos pintados al estilo antiguo o en índices aplicados, mientras que una fina aguja en forma de bastón marca los segundos en el reborde de la esfera. Dos de las opciones de la carátula, en blanco plateado o negro lacado, llevan el patrón de grano de cebada y números pintados (arábigos en el primero, romanos en el segundo); la tercera opción es de color azul brillante con un patrón de rayos de sol e índices aplicados.
La energía que emana de estos relojes con fase lunar resuena de encanto e inspiración y es nueva evidencia del cuidado técnico y estético que Longines procura en sus relojes, particularmente en The Master Collection. Las nuevas referencias de fase lunar para dama cumplen con las exigencias de las coleccionistas que aprecian la técnica relojera dentro de ejecuciones finas, elegantes y asequibles.
