Louis Moinet y una hazaña transcontinental

Está disponible en preventa una pieza que rinde tributo al primer ferrocarril en unir las costas del Pacífico y el Atlántico, de EEUU: Transcontinental by Louis Moinet

LOUIS MOINET

A pesar de su juventud -la firma fue fundada en 2004-, Ateliers Louis Moinet siempre se ha interesado en hazañas históricas, como las protagonizadas por el cosmonauta ruso Alexei Leonov o el triple campeón de Formula 1 Nelson Piquet, ambos homenajeados por la marca en ediciones limitadas. Y este año, la maison que mantiene vivo el legado del inventor del cronógrafo, Louis Moinet, rinde tributo a la primera línea de ferrocarril que conectó las costas del Atántico y Pacífico en los Estados Unidos. 

Construir una línea de ferrocarril que atravesara el continente estadounidense de costa a costa era, a principios del siglo XIX, un plan complicado que sonaba a utopía en un territorio tan grande. Hasta que en 1862, el presidente Abraham Lincoln promulgó la Ley del Ferrocarril Pacífico, lo que aceleró la concreción de la iniciativa. 

En 1869, una vía de ferrocarril unió por primera vez la ya existente línea de ferrocarril del este país en Omaha (Nebraska), con la costa del Pacífico. Para celebrar este suceso, se instaló en Promontory Summit (en el norte de Utah), donde se unían ambas líneas de tren, la Golden Spike, una espiga de oro de 18 quilates que en la actualidad se exhibe en el museo de la Universidad de Standford. 

Pieza autómata, una hazaña relojera

A través de este proyecto titánico, unos 2800 kilómetros de vías conectaron ambas costas de esa nación, cambiando para siempre su economía, demografía y cultura. Louis Moinet rinde tributo a esta aventura lanzando este año un reloj conmemorativo, Transcontinental by Louis Moinet, imaginado para amantes de la relojería y la historia. 

Se trata de un revolucionario mecanismo, una pieza autómata desarrollada para replicar las barras del sistema de uniones de las dos locomotoras que completaron por primera vez el trayecto a Promontory Summit. Dos ruedas grandes y una pequeña hacen funcionar el guardatiempos, mientras que el sistema de uniones transfiere su energía a dos pistones de aluminio anodizado que toman la forma de la Golden Spike, que se mueve hacia arriba y abajo.

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Las horas y los minutos se indican en el centro de la carátula y los segundos a las 6, en un segmento que emula el frente de la locomotora. Su carátula negra y dorada combina con los elementos de cobre. Mientras la técnica decorativa de escarchado es un clásico de la relojería, en esta pieza, este acabado en particular resulta distinto a todo lo conocido.

Para crearlo se inventó una microestructura hecha con láser. El número de serie de cada reloj está grabado a las 12, en la punta de la Golden Spike, enmarcada por la fecha histórica 1869.

Beneficios para early birds

Pero otras soluciones tuvieron que ser imaginadas para desarrollar la caja, cuyo diseño se organiza alrededor de dos puentes calados que sujetan la correa en sus asas. Los puentes albergan el armazón del movimiento y su corazón mecánico de carga automática. Por otro lado, el bisel con seis tornillos, un icónico detalle de la maison, le da un toque diferencial.

Este modelo, que se lanzará oficialmente el próximo otoño, ya está disponible en preventa, en una edición limitada de 18 ejemplares -para el modelo en oro rosa- y 69 ejemplares -para la versión en acero y oro rosa- y con interesantes beneficios para quienes quieran asegurarse su pieza desde ahora. 

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