Texto original: Sheng Lee
Louis Vuitton, una marca centenaria conocida sobre todo por sus icónicos artículos de piel, de lujo, lleva dos décadas en el negocio de la relojería de alta gama. El Tambour Jacquemart Minute Repeater 200 Years es la última incorporación a la colección de la marca y muestra su experiencia en lo mejor de los dos mundos de la relojería: la alta relojería y los metiers d’art.
Comparado con el Carpe Diem, el Jacquemart Minute Repeater 200 Anniversary tiene un diseño más sobrio, lo que hace que lo más destacado brille de verdad. El diseño evita las esculturas recargadas en la esfera y apuesta por esculturas más pequeñas y dibujos simplificados. En cuanto a la mecánica, el Jacquemart utiliza la clásica indicación del tiempo con aguja de horas y minutos, mientras que el Carpe Diem tiene horas saltantes, minutos retrógrados e indicador de reserva de marcha en forma de reloj de arena.
Al igual que el Tambour Carpe Diem de hace dos años, el Jacquemart es el reloj de gama alta de Louis Vuitton. La ejecución de la complicación de sonería y el autómata lo sitúan a la altura de lo mejor de la relojería complicada, mientras que la esfera artesanal lo lleva un paso más allá. Esta combinación de alta relojería y métiers d’art es poco común, especialmente cuando se ejecuta con tanta reflexión y habilidad como este reloj.
El reloj fue creado por un equipo de estrellas: el grabador Dick Steenman, la esmaltadora Anita Porchet y el especialista en complicaciones La Fabrique du Temps (LFDT). Porchet, conocida como una de las mejores en este campo, pintó la esfera utilizando varias técnicas de esmaltado para crear un efecto de ensueño que mezcla sutilmente el gigantesco logotipo de LV con el fondo celeste, mientras que Steenman elaboró el autómata en oro blanco macizo. Ambos colaboran a menudo en relojes de alta gama, como en el Carpe Diem de 2021.
Esta última pieza puede ser más sencilla que el Carpe Diem, pero sigue siendo muy complicada e impresionante. El reloj conserva una repetición de minutos y un autómata, que consta de nueve piezas móviles: la nave espacial, los planetas y los pétalos de flores se mueven en armonía cuando se activa la repetición de minutos. Según Michel Navas, maestro relojero de LFDT, el Jacquemart requirió dos años de desarrollo.
Sin embargo, la simplificación de la presentación del reloj tiene una gran ventaja para los coleccionistas que prefieren un diseño más elegante. La caja tiene un diseño más sencillo con sabor futurista, lo que hace que su gran tamaño sea más manejable. Al mismo tiempo, la caja está hecha de titanio y oro blanco para darle un aspecto elegante a juego con la esfera.
En mi opinión, el Tambour Jacquemart Minute Repeater es la declaración de Louis Vuitton al mundo de que tiene la capacidad de combinar la alta relojería y los metiers d’art, lo que ha estado haciendo con creciente frecuencia en los últimos años, tras la adquisición de LFDT en 2012. La ejecución del reloj es de tan alta calidad que demuestra que la marca se toma en serio la tarea de acercar la relojería de calidad a los coleccionistas más exigentes.
Normalmente reservado a la pintura tradicional, no es habitual ver un dibujo futurista y moderno realizado en esmalte, por lo que muestra la singularidad del presente ejemplo, al tiempo que demuestra la capacidad del taller de Porchet para ir más allá de los límites. Además, la calidad del esmaltado es excepcional, con un aspecto translúcido y fluorescente que añade profundidad a la esfera.
Por último, pero no por ello menos importante, el Jacquemart es una muestra de la maestría en el diseño de Louis Vuitton, que a menudo es única en las casas de moda. El diseño del reloj combina a la perfección elementos modernos, como los zafiros de la esfera, con técnicas tradicionales y detalles artesanales. El resultado es un diseño armonioso y cohesivo que no presenta ningún rasgo de ostentación, y los zafiros de la esfera son un excelente ejemplo de ello. La estética sobria pero profundamente atractiva del Jacquemart es una de sus características más destacadas, con un encanto muy diferente al de los diseños extravagantes del Carpe Diem.
