Louis Moinet se alía con La Fondation de la Haute Horlogerie

Louis Moinet celebra su asociación con la Fondation de la Haute Horlogerie con la nueva colección 'Maravillas del Mundo' y un reloj inspirado en Chichen Itzá.

Louis Moinet

Louis Moinet confirma su compromiso con promover y mantener la excelencia mundial en la relojería con el anuncio de una nueva alianza con la Fondation de la Haute Horlogerie (FHH).

Desde su fundación en 2004, Ateliers Louis Moinet lleva en su nombre un homenaje al célebre relojero, responsable de inventos en los que destaca el compteur de tierces, un instrumento creado en 1816 reconocido como el primer cronógrafo en la historia de la relojería.

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Ese espíritu innovador continua caracterizando a la maison hoy en día. El CEO y director creativo Jean-Marie Schaller y su equipo trabajan para producir relojes mecánicos de vanguardia dotados de una fuerte personalidad, disponibles exclusivamente como artículos únicos o en pequeñas series. La mayoría de las creaciones de Louis Moinet incorporan materiales raros, interestelares o prehistóricos.

Sobre su incorporación a la FHH,  Schaller comenta : “Es un privilegio unirnos a la Fondation de la Haute Horlogerie, cuyo trabajo siempre he admirado. Mostrar la alta relojería es la misión más hermosa que existe”.

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Para celebrar este hito, Louis Moinet anuncia la nueva colección “Maravillas del Mundo” y como adelanto de la que se convertirá en una de las series más emblemáticas de la marca, presentan un modelo dedicado a la Pirámide de Chichén Itzá en México. Es la primera de una serie de ocho creaciones únicas, cada una con una Maravilla del Mundo.

Este reloj destaca la artesanía y la excelencia de la relojería contemporánea. El tourbillon Louis Moinet, medalla de oro en el último Concurso Internacional de Cronometría, se asocia así a una maravilla del mundo.

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La famosa serpiente emplumada de Chichen Itzá se encuentra grabada en bajo relieve. Otros elementos arquitectónicos de la edificación se combinan con aventurina para realzar aún más el brillo de esta piedra que simboliza el preciado tema del inframundo de los mayas.

La pirámide se corona por 96 rubíes y se rodea de zafiros con un degradado de reloj, además está adornada con jade de Myanmar de calidad excepcional, el mismo material con el que los mayas elaboraron sus máscaras y estatuillas hace 3.000 años.