Este sí que es especial. Diga “hola” y salude con una respetuosa y admirativa genuflexión a la nueva máquina relojera de Max Büsser y sus amigos de MB & F: el Legacy Machine Thunderdome. Desde su impactante apariencia, se nota que este reloj está a otro nivel.
La nueva interpretación de las Máquinas de Legado de MB & F —presentada por la firma a Revolution en el más absoluto sigilo durante el SIAR México— es un invento con tres innovaciones mundiales.
En primer lugar, se trata de la primera colaboración entre las leyendas Eric Coudray y Kari Voutilainen. Ambos ya habían trabajado con MB & F, pero no al mismo tiempo ni en nada como el Thunderdome. La combinación es disruptiva desde la teoría que acompaña a sus creadores. Coudray, maestro relojero del Valle de Joux, es conocido por sus invenciones mecánicas, especialmente sus tourbillones multiaxiales. Por su parte, Voutilainen es un aclamando perfeccionista y defensor de las artes manuales.
Luego, el sistema triaxial del movimiento desarrollado por la firma incluye tres ejes de rotación girando a diferentes pero altas velocidades —ocho, doce y veinte segundos— y en diferentes planos. Simplemente, se trata del tourbillon multiaxial más rápido del mundo.
Finalmente, el inédito movimiento incluye una única combinación de un escape Potter (creado por Albert Potter en el siglo XIX; por su diseño fijo, no rotatorio, permite una velocidad de giro de la jaula principal más elevada), un volante hemisférico y una espiral helicoidal, todo ensamblado en una configuración que no se había visto antes en la relojería.
El MB & F Legacy Machine Thunderdome se lanza en dos ediciones limitadas: 33 piezas en platino 950, con una carátula en guilloché de color azul claro (mostrado en esta historia), y 10 piezas en tantalio, para conmemorar el 40 aniversario del grupo minorista asiático The Hour Glass, con cinco piezas con carátula en guilloché azul oscuro y otras cinco con un dial de aventurina incrustada.
Desarrollo de época
El sistema TriAx concebido por Coudray, en exclusiva para MB & F, rompe los paradigmas de los torbellinos multiaxiales que ya conocemos, pues aquí el escape giratorio de tres ejes tiene una construcción desmontada.
En lugar del sistema racional (y engorroso) que asocia una jaula con cada eje de rotación, el TriAx emplea una configuración de tres ejes y dos jaulas que permite una visibilidad plena y una libertad de movimiento que permitió desarrollar los sistemas de rotación de alta velocidad. El impacto visual de la mecánica es insoslayable, pues inmediatamente nos hace mirar con detenimiento la plétora de microdetalles que elevan este especial tourbillon triaxial.
Sí, el dispositivo es más grande que otros reguladores esféricos, gracias al eje desplazado de la jaula exterior, que amplía el desplazamiento del volante (de 10mm de diámetro).
El inevitablemente pronunciado arco de la cúpula de cristal de zafiro permite que la obra de Coudray se asiente completamente sobre la placa de la esfera, visible desde todos los lados. No es un reloj que será fácil de vestir bajo una camisa —mide 44 mm de diámetro por 22.2 de altura— pero, honestamente, es lo que menos importa.
El Legacy Machine Thunderdome de MB&F es la culminación de cuatro años de desarrollo. Aunque la construcción técnica se originó en Coudray, fue Voutilainen quien tradujo el mecanismo en el movimiento estéticamente refinado que habita en el Thunderdome.
Si bien esta última tarea puede parecer sencilla, en comparación con el desarrollo técnico, en realidad implicó un nivel de dificultad mucho mayor del que se supone. La compleja y delicada relación entre los 413 componentes del motor LM Thunderdome hace de cada microajuste un ejercicio prolongado de reconfiguración mecánica.
Con un diámetro de movimiento de 35 mm, el diseño proporcionado se enfatiza exponencialmente y hay mucho menos margen de error. Un puente excedido en dimensiones por un solo milímetro, o un piñón que se desplaza unos pocos micrómetros a ambos lados, sobresaldría de inmediato y reventaría la armonía de la estética.
Sobre el aspecto del Thunderdome, Voutilainen dice: “En un proyecto tan complejo, con tantas consideraciones diferentes, elegí el método tradicional de dibujar a mano el movimiento, en lugar de trabajar con computadoras. Me permitió tener una mejor idea de las proporciones y las decisiones que había que tomar sobre la estética y la función”.
Decoración épica
En el lado opuesto del reloj, la perfección de los detalles es igual de evidente, como suele ocurrir con todo reloj que lleva la rúbrica de Kari. El especial acabado en las ruedas del trinquete imparte un brillo que parece arenado, pero refleja la luz directa en ondas sigmoides profundamente curvadas. El resto del movimiento cuenta con un acabado superlativo, típico de Voutilaninen, y que honra el arte relojero tradicional. Los ángulos internos afilados van biselados y pulidos a mano. Las luminosas Côtes de Genève características de Voutilainen se aplicaron a mano, al igual que el glaseado y el grabado en la indicación de la reserva de marcha.
Volviendo al frente de esta fiesta horológica, alrededor del escape multiaxial está el cuadrante a guilloché, también creado por Kari Voutilainen en su taller de carátulas en Comblémine. La presentación de la hora se hace por medio de un disco inclinado a 58 grados, terminado en laca blanca y ubicado hacia las 6 en punto, en un esquema tal y como lo vimos recientemente en el laureado Legacy Machine FlyingT.
Subvirtiendo las expectativas
La más importante indicación que dio Büsser a Coudray para el desarrollo del Thunderdome fue esta: crear el tourbillon de tres ejes más loco y cinemático de todos los tiempos. Sobre este logro, Büsser dice: “Una de las muchas cosas que me hacen increíblemente feliz de esta pieza es que hemos conseguido reunir a dos personas que adoro en esta industria (Coudray y Voutilainen), que son increíblemente talentosas, tienen estilos y personalidades completamente diferentes, y nunca han tenido la oportunidad de trabajar el uno con el otro”.
Ciertamente, el exitoso cumplimiento del encargo de Büsser a Coudray y Voutilainen y su muy aparente proeza técnica en breve será validado en todo el mundo. Desde ya, el Thunderdome es uno de los relojes más importantes para 2020.
