MB&F Horological Machine No. 10 Bulldog

Supongo que comenzó a leer estas líneas después de muchos minutos de contemplar —sonriente, espero— las imágenes que acompañan este trabajo. Son ellas las que elocuentemente explican de qué se trata esta pieza, por medio de sus formas generales y de sus geniales detalles. Sin duda, se trata de un reloj creado por Max Büsser y sus amigos dentro de la reconocida empresa relojera independiente MB&F. Es un marcatiempos caprichoso, simpático, atrevido, frívolo. Sin embargo, logra eso que es tan difícil en estos tiempos: ser original y ponernos a soñar. Gracias, Max.

Antes de que me abandone y regrese a perderse en las imágenes, le presento el nuevo MB&F Horological Machine No. 10 Bulldog. A pesar del nombre, este fantástico reloj es la decimotercera máquina horológica de la firma independiente basada en Ginebra —el HM X celebró los diez años de la firma en 2015, en tanto que el HM9 Flow se presentó el año pasado— y correctamente sigue los pasos estilísticos inconformistas, desenfadados y disruptores de piezas anteriores, ya fuesen los de formas orgánicas —como los No. 3 Frog, No. 6 Space Pirate o No. 7 Aquapod— o de trazos técnicos y calculados —como los No. 4 Thunderbolt, No. 5 On the Road Again, No. 8 Can Am y la mayoría de los HM—. El Bulldog naturalmente se suma mejor a la primera vertiente, pero su técnica evidente nos recuerda el virtuosismo horológico que MB&F imprime en cada uno de estos relojes.

Dada la relación que tenemos con los caninos, por momentos parece inconcebible que no haya más relojes con temáticas perrunas, ya no digamos algunos famosos o recordables inmediatamente. Cierto es que hay muchas creaciones artísticas con representaciones de canes en diales —particularmente recuerdo las ediciones especiales creadas con motivo de Año Chino del Perro, celebrado en 2018-2019— y alguna vez tuve un reloj con Snoopy en la carátula. Empero, MB&F resolvió esa «demanda» de la más gloriosa manera posible por medio del HM10 Bulldog.

La idea es tan lógica como romántica. Si es usted un adorador de los perros —como yo—, coincidirá con la premisa de Max Büsser y MB&F para la creación del Bulldog.

La relación entre el hombre y el reloj es tan matizada como la del hombre y el perro. Los mejores ejemplos de tales conexiones duran años, incluso décadas, dando forma a vidas e historias que perduran por generaciones. En algunos casos, el reloj elige a su dueño tanto como pasa lo contrario. Después de todo, ya sea la primera o la enésima vez, hay algo especial en el momento en que uno pone los ojos en ese «sujeto» único que le hace sentir algo a usted. Así ocurre, como dicen, con el mejor amigo del hombre.

Curiosamente, la inspiración no se originó —oficialmente— en alguna mascota de Max. El diseño «le llegó» a Maximilian Büsser mientras viajaba por Japón hace unos años. La primera imagen de lo que sería el HM10 «Bulldog» se le quedó grabada en la mente como un cachorro leal que podría saludar a un amo que regresa. Cito a Büsser: «Lo que ves ahora frente a ti es más o menos exactamente lo que vi en ese momento […] fue la primera vez que vi un reloj así en mi mente, así de simple».

Tuve la oportunidad de conocer el HM No. 10 Bulldog hace varias semanas —en enero— y no se imagina las ganas que tenía de no solo escribir este artículo, sino también de «presumir» las fotos del Bulldog en mi muñeca de aquella vez que me encontré con mis amigos de MB&F allá en Dubái. Pero hubo plazos que cumplir, y por eso aguardamos hasta esta edición —y el 24 de marzo, precisamente— para darlo a conocer en nuestros canales en Revolution. No sobra decir que la marca tuvo ciertas dudas sobre la conveniencia de presentar el reloj —así fuera virtualmente para la mayoría del mundo— en estos tiempos de pandemia e incertidumbre. Apreciamos que hayan proseguido con la idea original. Nada como un reloj divertido y original para olvidarnos, aunque sea por un momento, de la realidad.

La mecánica que da vida al HM10 es nueva, pero familiar, así como ocurre con cada HM de MB&F, como le comenté varios párrafos arriba. El calibre ad hoc del HM10 es la confluencia técnica de las diversas áreas de conocimiento del movimiento en MB&F, perfeccionadas a lo largo de años de experiencia.

El volante de can va suspendido bajo la cúpula central de cristal de zafiro y late a la tradicional cadencia de 2.5 Hz (18,000 A/h). Este tipo de arquitectura surgió por primera vez en una creación de MB&F en 2011, con el debut del Legacy Machine No. 1. Desde entonces, este mecanismo se ha convertido en un icono único de MB&F, apareciendo en la mayoría de las Legacy Machines, la Horological Machine No. 9 y ahora, en el HM10 Bulldog.

Procesos reelaborados en MB&F

Las cúpulas giratorias que muestran las horas y los minutos se originaron en los módulos cónicos de la primera máquina relojera No. 3. Posteriormente, los conos adoptaron formas redondeadas en el Frog HM3, pero el único factor que permaneció constante fue la necesidad de hacerlos lo más ligeros posible, de modo que ejercieran la mínima carga mecánica y energética en el resto del calibre. Los procesos de manufactura convencionales fueron reelaborados y las tolerancias se cortaron con tolerancias micrométricas para producir componentes de aluminio tan delgados como el papel. Estos componentes volvieron a aparecer más tarde en la máquina No. 6, esta vez emparejados con engranajes cónicos para permitir la visualización del tiempo.

El movimiento de 301 componentes es de cuerda manual, con un solo barrilete que concede 45 horas de reserva, que se indica —y este detalle es sublime— por la apertura y cierre de las mandíbulas articuladas del perro, visibles en la parte inferior de su cabeza. Mientras que los ejemplos convencionales de visualización de la reserva de energía apuntan a un simple indicador manual que consuma la menor cantidad de energía posible, HM10 Bulldog ha optado por hacer una declaración de fuerza con este despliegue genial. El reloj cuenta con dos coronas: una para la cuerda y otra para el ajuste, ambas situadas en el derrière del can.

La forma del reloj —una idea trazada por Eric Giroud— sigue las proporciones generales de un bulldog: robustas y ensanchadas adelante y que se adelgazan conforme viajamos hacia atrás. Eso ayuda a disfrazar su notable tamaño —24 mm de altura, 45 de ancho y 54 de «hocico a cola»— y a portarlo con cierta comodidad en la muñeca. Las «patas» —asas— articuladas permiten que el cuerpo se ajuste estrechamente alrededor de la muñeca, con la correa de cuero que se sujeta con una hebilla plegable. O, si lo prefiere, puede usar un cierre de velcro.

Olvídese del perro, cuidado con el dueño

El Bulldog HM10 de MB&F está disponible en dos ediciones de lanzamiento: cuerpo de titanio de grado 5 con «ojos» azules, y cuerpo de titanio y oro rojo de 18 K con «ojos» negros.

Las creaciones de MB&F siempre han atraído a un público muy fiel y el HM10 Bulldog le devuelve el favor con creces y lo refleja desde el concepto estilístico mismo: tanto la indicación de la hora como la de la reserva de energía son visibles sólo desde el punto de vista del portador.

El último detalle que redondea el poder del HM10 Bulldog es un mensaje que aplica tanto para el reloj como para su propietario porque, si bien la criatura puede ser intimidante, en última instancia existe al servicio de otro (su dueño). La gente haría bien en tomar el cuenta el mensaje grabado en la «panza» del reloj: «Olvídese del perro, tenga cuidado con el dueño».