Para cerrar 2020 a todo color, Montblanc ha emitido una serie muy limitada del 1858 Split Second Chronograph con una carátula lacada de color rojo con grafías blancas, y envuelto en una caja de titanio. El reloj es producto de la asociación del relojero suizo con Sincere Fine Watches, una tienda establecida en Singapur. Dado que los colores nacionales de aquel país-estado son blanco y rojo, es fácil ver la conexión estética. Pero este reloj es más que una ejecución colorida: es una nueva prueba del savoire-faire relojero que ha definido a Montblanc a través de sus piezas de alta relojería, emanadas de los talleres de Minerva.
El rojo de la faz de este 1858 cronógrafo no es un color simplón, sino que se aplica de tal manera que irradia una sombra oscura hacia el perímetro del disco. Montblanc afirma que el efecto final se logra mediante la aplicación de quince capas de laca translúcida con tiempo de secado entre cada aplicación. Una vez hecho esto, se da un pulido a la superficie de la carátula para obtener un efecto completo. El dial propone una escala combinada de 60 minutos/segundos emparejada con un telémetro impreso en la periferia del dial. Los numerales arábigos se plasmaron en SuperLuminova blanco. A las 3 se muestra el totalizador del cronógrafo de 30 minutos y a las 9 están los segundos constantes. Finalmente, el centro de la carátula está impreso con un taquímetro con diseño de caracol, un toque “muy Minerva” y decididamente “retro”.
En efecto: si hay una firma que ha puesto muy especial atención en el desarrollo de cronógrafos a monopulsador con sabor a historia, esa es Montblanc. A lo largo de la última década, la casa con base relojera en Le Locle y Villeret ha hecho un denodado esfuerzo por traer al siglo XXI las enseñanzas cronográficas de Minerva, la celebrada maison fundada por Charles-Yvan Robert en 1858 en Villeret —al norte de Neuchâtel—y que es tan bien conocida por sus contadores mecánicos creados a mediados del siglo pasado. Desde la adquisición de Minerva en 2006, la relojería de Montblanc ha anclado sus desarrollos en esta rica historia y los ha manifestado en incontables relojes atractivos y meticulosos. La colección 1858 ha sido la encargada de la mayoría de estas estupendas creaciones y es en ella donde hallamos una buena batería de cronógrafos con sabor a leyenda.
Este cronógrafo 1858 de conexión singapurense y faz escarlata es una nueva iteración del 1858 Split Seconds Chronograph que este año se ha convertido en una suerte de mensajero y protagonista de la alta relojería de Montblanc.
Cuando se lanzó en el Salón de la Alta Relojería de Ginebra en 2019, el 1858 Split Seconds Chronograph con caja en bronce y carátula negra se estableció como un favorito de quienes apreciamos la combinación de extrema belleza y riqueza técnica, así como una supermodelo que es docta en el cálculo diferencial. Aquel bello cronógrafo a monopulsador presumió orgulloso una notable mecánica, tan bella como fascinante: el movimiento MB M16.31. Esta mecánica se inspira en un cronógrafo de aviador de los años 30 hecho por Minerva.
El calibre de cuerda manual MB M16.31 es esencialmente el MB M16.29 encontrado en otros cronógrafos de la refinada serie 1858 pero agrega un mecanismo de split seconds en la parte superior. Pero esta simplona descripción es injusta, pues el M16.31 es un cronógrafo que incorpora una segunda rueda de pilares. La sinfonía mecánica que ejecuta el complejo calibre MB 16.31 es tan impactante como conmovedor, toda vez que el movimiento está profusamente decorado y terminado, fiel a los preceptos de Minerva. Ese primer 1858 Split Seconds Chronograph de 2019 en color negro estaba limitado a cien ejemplares.
Poco después comenzaron a aparecer la variantes, comenzando con una versión única con caja en titanio y una increíble carátula de piedra (ágata azul) creada para la subasta filantrópica Only Watch de 2019. Pero fue este año cuando el 1858 Split Seconds Chronograph a monopulsador tuvo su gran explosión e color que amerita que usted reproduzca con gusto y de manera reiterada She is a rainbow de los Rolling Stones para entrar en ambiente.
Así, en la primavera de este detestable 2020, en el marco del evento virtual Watches & Wonders, conocimos una nueva variante del 1858 Split Seconds Chronograph, con caja en titanio y carátula de color azul ejecutada en esmalte a Grand Feu, también limitada a 100 piezas. Más adelante —de hecho, hace apenas unas semanas—, apareció otra formidable versión de este cronógrafo, ahora presentado en una caja en bronce estabilizado y un dial en verde jade con grafías en rojo y blanco. Esta especial referencia se estrenó en el Salón Internacional de la Alta Relojería mexicano y se limitó a ocho ejemplares. Y ahora, tocó el turno a este reloj escarlata que celebra a Sincere Fine Watches y a Singapur, que como sabe también es la la sede mundial de Revolution.
El Montblanc 1858 Split Second Chronograph Limited Edition 8 en bronce y rojo es otro reloj para los aficionados que aprecian la alta mecánica combinada con delicadeza y un elevado sentido estético a los que se suman finura y confiabilidad, pues no podemos olvidar que para garantizar el desempeño de todo Montblanc de alta relojería, estos se someten a una prueba de más de 500 horas de desgaste simulado, con pruebas y controles específicos ejecutados en condiciones reales. Por esto, relojes como este cronógrafo Montblanc 1858 merecen atención por parte de los entusiastas más exigentes de la horología moderna.
