5 mujeres glamurosas que Cartier realzó con su prestigio

Si los diamantes son los mejores amigos de la mujer, entonces la legendaria Casa Cartier es la casamentera perfecta que sigue fomentando grandes amistades.

Mujeres glamurosas que dieron prestigio a Cartier

Desde sus orígenes, Cartier ha estado ahí para proveer a las mujeres glamurosas de cada época. Entre sus primeras clientes estaba la sobrina de Napoleón I, la Princesa Mathilde,  nombrada “Notre Dame des Arts”, quien después de su primera orden en 1856 adquirió 200 piezas más.

Al terminar el siglo, Cartier tenía una clientela real que cualquier proveedor de la corte envidiaría: los soberanos de España y Portugal, Elisabeth de Bélgica, la Reina Isabel II, incluso los Americanos Vanderbilt encargaron varios ornamentos para el cabello.

Pero fue en los glamurosos años entre las guerras cuando Cartier, junto con mujeres clave, realmente se convertiría en lo que es.

LA CLAVE DEL PRESTIGIO: MUJERES GLAMUROSAS

Uno sólo puede imaginar a la atractiva Jeanne Toussaint, la cabeza de alta joyería de Cartier en 1933 y quién años atrás ya era apodada “La Panthère”, cenando con su altamente demandante clientela aspiracional.

Jeanne Toussaint prestigio cartier

Otra del grupo era Daisy Fellowes, belleza de sociedad y editora en jefe de Harper’s Bazaar quien, en 1936, encargó una de las más destacadas gemas en la historia de Cartier. El collar Hindu reflejaba el espíritu aventurero de Fellowes y de Cartier, con una explosión de color de 13 briolettes de zafiro, esmeraldas, rubíes, zafiros y esmeraldas, más tarde bautizado Tutti Frutti.

El tema Tutti Frutti continúa adornando sus relojes de alta joyería, como el ultra-chic reloj de brazalete Toi & Moi hora visible de cuerda manual, con su elegante carátula emparejada de frente con un suntuoso rubí engastado de 22.87 quilates.

Otra mujer glamurosa que fue una completa inspiración para Cartier fue la diseñadora de interiores Elsie de Wolfe, considerada la mujer mejor vestida del mundo, y quien hizo famoso el broche Temple d’Amour de diamantes corte baguette de Cartier al colocarlo en su sombrero.

El look inspiró una línea de delgados relojes baguette, que mantienen un lugar privilegiado en los archivos de Cartier.

Elsie de Wolfe prestigio cartier

Retozando entre las mujeres glamurosas, también estaba Bárbara Hutton, quién tenía una profunda y famosa afición por envolverse en gemas de Cartier; las más destacadas incluían piedras históricas como las esmeraldas de la Gran Duquesa María Pavlovna.

Era fan declarada del reloj Tank. Regularmente se consentía no sólo a sí misma con el legendario reloj de forma rectangular, sino también a sus seres queridos, como a los que fueron sus siete maridos, el actor Cary Grant entre ellos.

Bárbara Hutton con Andy Warhol

Pero es la extravagante actriz mexicana, María Félix quien se destacó por las órdenes más salvajes. La leyenda dice que ella entró en la boutique Cartier de Rue de la Paix con dos bebés de cocodrilo como mascotas y pidió que los replicaran para una gema.

El resultado fue el collar de cocodrilos enroscados totalmente articulado engastado con más de 2,000 diamantes y esmeraldas. El exceso era un estilo de vida para “La Doña”, como se le conocía luego de su tercera película Doña Bárbara y Cartier rindió homenaje a su audacia con el reloj en forma de trapecio La Doña de Cartier.

Maria Félix

También a su nombre hay un fabuloso collar de serpiente de 1968 con cerca de 2,500 diamantes, con el vientre de esmalte verde, rojo y negro.

ollar de serpiente, un encargo de Félix en 1968