Instagram, durante muchos años, ha cambiado las reglas del juego como nada que muchos de nosotros hayamos visto en nuestras vidas. Pensemos en ello por un minuto: ¿Qué otro medio de comunicación social (que se puede descargar y usar gratis) ha generado multimillonarios en la forma de influencers convertidos en celebridades? Muchos de los cuales, por cierto, se han convertido desde entonces en diseñadores de ropa, modelos profesionales o empresarios en una variedad de géneros en las industrias de la moda y el estilo de vida de lujo.
Muchos de los que podríamos considerar “influencers” de la industria relojera nunca comenzaron su página en Instagram queriendo ese título. Simplemente tuvieron la idea de compartir su pasión y su viaje por la relojería con el resto del mundo, con la esperanza de poder enseñar y también aprender.
Déborah Maldonado, también conocida como @iwcgirl , es una de esas personas.
Una “niña” y su reloj
A los 35 años, Déborah Maldonado (o Déby, como se le suele llamar) es una mujer bastante interesante que, desde hace años, ha dejado su huella en el mundo de los relojes, tanto que los jefes de marca reconocen fácilmente su página de Instagram y su nombre. Conectan con ella porque Déby no es fácil de olvidar. Ella sabe de relojes. Y con casi 40,000 seguidores en Instagram, Maldonado ha tenido un impacto en las redes sociales en la comunidad relojera que pocas mujeres tienen hasta el día de hoy. Pero hablaremos más sobre eso más adelante. Por ahora, retrocedamos a cuando ella era solo una niña en su Brasil natal, sabiendo, desde muy joven, que el tiempo estaba de su lado.
“Cuando era niña, era muy curiosa y notaba que todos los días, cuando mi abuelo se sentaba a desayunar, tenía puesto un reloj”, dice Maldonado. “Vengo de una familia sencilla, y mi abuelo no usaba una marca de relojes de lujo. Pero recuerdo que su reloj era de acero, con un brazalete completamente de acero. De niña me llamó la atención. Yo le preguntaba, ‘Abuelo, ¿qué hora es?’ porque quería aprender a decir la hora, pero no solo leyendo la hora en un reloj digital. Y mi abuelo me dijo que el día que aprendiera a dar la hora en un reloj con manecillas, me compraría un reloj. Así lo hice, y en mi quinto cumpleaños, recibí un reloj como regalo. Y este reloj… no era un reloj digital”.
La historia de Maldonado no se diferencia de muchas en la industria relojera en el sentido de que estaba fascinada con las piezas que veía usar a otros miembros de la familia, ya fueran relojes de marcas conocidas o no. “No podía imaginar que esta pasión e interés de niña cambiaría mi vida años después. Ahora tengo 35 años. Y como era de esperar, mi interés por los relojes ha cambiado con el tiempo”.
Su amor por IWC
Maldonado, que actualmente vive en São Paulo, comenzó su carrera en la industria relojera alrededor de los 26 años. “En 2012, comencé a trabajar para IWC en Brasil. Allí era vendedora en una boutique y, dos años después, creé la página de Instagram @iwcgirl”.
Lo que empezó como un hobby pronto se convirtió en algo más. Se dio cuenta de lo rápido que habían comenzado a crecer sus seguidores debido a los entusiastas, tanto hombres como mujeres, que eran fanáticos de la marca para la que trabajaba. Si bien claramente tiene un lugar en su corazón para los relojes IWC y orgullosamente posee varios hasta el día de hoy, su interés en otras marcas también comenzó a tomar forma. “No solo tengo relojes IWC”, afirma, mencionando una serie Rolex Cellini en platino que tiene en su colección, así como un Cartier Ronde Solo XL.
A la hora de nombrar el reloj más especial de su colección, Maldonado no duda ni un segundo. “El reloj más especial de mi colección tendría que ser mi antiguo Calibre 89 de IWC en oro de 18 quilates. Es sobre todo especial para mí porque fue mi primer IWC, pero también me encanta que sea un reloj de cuerda manual. Y, por supuesto, el hecho de que el reloj lleva consigo más de 150 años de historia”.
Mujeres, relojes y el futuro
Sobre el porcentaje de sus 40.000 seguidores de IG que son mujeres, Maldonado responde con lo que parece ser un número bastante pequeño. “Diría que probablemente un 12 por ciento, pero me he dado cuenta de que recibo más preguntas de seguidoras y entusiastas. El interés de las mujeres por los relojes ha crecido”.
Ella cree que los datos demográficos desempeñan un papel en la determinación de quién sigue su página y quiénes realmente compran relojes. “En Sudamérica, la cantidad de mujeres interesadas en los relojes es menor en comparación con el resto del mundo, pero veo potencial”. Cuando se trata de dónde proviene ese potencial y cómo la industria relojera puede ampliar su alcance entre el “otro” género, Maldonado cree que todo se reduce a las opciones que se ofrecen.
“Nosotras, las mujeres, tenemos opciones en muchas otras áreas de lujo. Tenemos opciones en bisutería, y nos ofrecen diferentes colores y materiales en carteras y en zapatos. Hay tanta variedad en muchos de los otros accesorios que compramos, y para los relojes, creo que también debería ser así. No digo que necesariamente quiera un reloj con siete colores diferentes en el dial, pero las pulseras coloridas serían geniales, tal vez menos relojes con diamantes. (No es que no me gusten los diamantes, pero es bueno tener un reloj que puedes usar con tranquilidad sin esa presión de que te roben, ¡en Brasil, por ejemplo!) Creo que cuando cambias la correa de tu reloj, es no solo para combinar con tu look del día, sino también con tu estado de ánimo, tu personalidad. Cuando quiero sentirme más delicada, uso una correa rosa claro en mi IWC Pilot. Cuando quiero tener un estilo más ‘militar’, uso la correa de tela verde. Mis amigos piensan que una mujer que usa un reloj de piloto es genial. Una pulsera o correa diferente puede cambiarlo todo porque se aparta de lo obvio, ¿sabes? Cada vez que uso mi pulsera rosa en mi IWC, a mis amigos les encanta. Si llevo una pulsera negra o marrón, nadie dice nada, porque es mucho más común”.
Cuando considera comprar relojes para su colección personal, que naturalmente incluye varios relojes IWC como el Pilot automático de 36 mm, un Portofino de 37 mm, un Portugieser Chrono 150 Years y el Chrono Spitfire, Maldonado sigue su instinto. “Me compro relojes, para tenerlos para siempre si puedo. No me veo comercializando ni vendiendo los relojes de mi colección. Cada reloj que compro tiene una historia y un momento, y eso para mí es importante; eso para mi es especial. Solo vendería un reloj de mi colección para comprar otro reloj. Pero esta pasión nuestra tiene un valor, y a veces tenemos que organizarnos para comprar lo que queremos”.
¿Y qué reloj podría ser el que más anhela? ¿Cuál, de todos los relojes existentes, sería su grial?
“¡Mi reloj del grial tendría que ser un calendario perpetuo de IWC, por supuesto! Específicamente, el Da Vinci Chrono Perpetual Calendar en oro de 18 quilates, ya que se adapta tan bien a la muñeca, y el calendario perpetuo es mi complicación favorita. Además, estoy enamorada de Kurt Klaus, y este reloj, para mí, refleja toda la admiración y el respeto que tengo por una persona que hizo tanto por IWC durante tanto tiempo”.
