El Mustang de Ford no necesita presentación, y mucho menos en el caso del Mustang Shelby GT350.
La más reciente generación del Mustang ha sido entrenada, masajeada, alimentada y preparada a tal grado que merece llevar el nombre Shelby y la cifra 350, la cual surgió de uno de los mejores casos de folclor automotriz que me venga a la memoria.
Cuenta la leyenda que a mediados de los años sesenta, cuando la primera generación del Mustang estaba siendo modificada para la competición por el equipo de Carroll Shelby, había presión por encontrar un nombre adecuado que definiera al nuevo auto.
Se dice que en algún punto de la discusión, el mismo Shelby le preguntó casualmente a uno de sus asistentes cuántos pasos había desde su oficina al taller principal. La respuesta fue “350” y en un momento prácticamente de nivel “¡¡eureka!!” nació el primer Shelby Mustang GT350.
Mustang Shelby GT350, potencia a pasto
Este nuevo Mustang Shelby GT350 ha sido bendecido por un nuevo motor V8 de 5.2 litros de cilindrada y gloriosa aspiración natural, que llena el éter de un sonido rasposo, debido a la nueva disposición de cigueñal plano, más parecido a un V8 de Ferrari que a uno tradicional norteamericano; lo que le confiere grandes ventajas en cuanto a régimen de giro, que por cierto en este auto alcanza las 8,000 revoluciones por minuto.
La potencia es de 526 caballos de fuerza y 490 lb-pié de torque, que lo pueden llevar a los 100 km/h en escasos 4.3 segundos con la amenaza de deformarle la cara, no tanto por la fuerte aceleración sino por la inevitable sonrisa que fluye espontáneamente al experimentarla.
Para hacerse cargo de la administración de la potencia, el Mustang Shelby GT350 ofrece seis velocidades seleccionables por medio de una palanca a su gusto y un tercer pedal a la izquierda del freno. Por supuesto, todos esos caballos de fuerza son puestos a trabajar exclusivamente a través del eje posterior soportado por una suspensión multibrazo.
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La suspensión es activa, lleva nuevos amortiguadores magnetoreológicos, que ajustan en tiempo real la firmeza del auto y mejoran el aplomo y comportamiento.
…PERO NO SÓLO ESO
De las puertas hacia el frente, el Mustang Shelby GT350 es muy distinto, ya que el eje frontal ha sido ensanchado para mejorar su desempeño, como consecuencia, los paneles laterales son más anchos y rematan en salidas de aire caliente por detrás de cada rueda delantera.
El frente está hecho de fibra de carbón inyectada y asiste a la rigidez general del auto. Grandes frenos Brembo de seis pistones, controles de estabilidad y tracción y un equipo completo de seguridad se encargan de mantener todo bajo control; pero si sabe lo que hace, es posible desconectar los controles de estabilidad y tracción para una experiencia sin filtro.
Firmes asientos deportivos te mantienen en su sitio con pocas concesiones, pero aseguran una postura correcta y excelente soporte para enfrentar tramos sinuosos o su terreno preferido: la pista.
Fiel a la tradición Shelby, el GT350 se siente como en casa en ambos terrenos. La aceleración a fondo es toda una experiencia, sentir cómo el gran V8 sube de revoluciones de forma continua y sin perder nunca el aliento hasta llegar al área roja del tacómetro; pero la sensación que ofrece el volante, es algo realmente único.
