Tal y como se esperaba, la feria relojera virtual Watches & Wonders nos ha regalado con el regreso —y reinvención— de uno de los nombres más legendarios en la relojería de Rolex: el Explorer. Este 2021 se cumple el 50 aniversario del Explorer II, el reloj deportivo con función GMT, y por ello era razonable esperar una variante modernizada de este marcatiempos. Pero la reformulación de la gama Explorer fue más allá: la casa ginebrina aprovechó el momento para también darle un giro al Explorer clásico y, de buena manera, retornarlo a sus raíces.
Explorer II: más refinado
El Rolex Oyster Perpetual Explorer II, presentado por vez primera en 1971, se considera una combinación de atributos del Explorer y del GMT-Master II. Muchos expertos e historiadores suelen contar que Rolex desarrolló el Explorer II para los exploradores de cuevas (espeleólogos) que utilizaban la aguja GMT como indicador AM/PM en condiciones de pobre oscuridad. Este pequeño detalle funcional, aunado a su bisel fijo, establecieron una diferencia considerable con su hermano GMT-Master, pero sus atributos y diseño fueron suficientes para que los coleccionistas apreciaran el tono técnico del reloj y su intención aventurera, a los que se suma un precio algo menor que el de un GMT-Master II.
Para la feria relojera virtual Watches & Wonders 2021, la casa de la corona presenta una versión actualizada del Rolex Oyster Perpetual Explorer II (ref. 226570). En lo general, la pieza sustituye la referencia previa (216570), pero preserva los 42 mm de diámetro de su caja en Oystersteel. Las mejoras finas entre las versiones las hallamos en ciertos rincones del reloj, pero de manera más importante, en la forma de la integración de un nuevo calibre automático.
La caja de acero Oystersteel 904L del nuevo Explorer II tiene el mismo tamaño pero la forma es un poco diferente. De igual modo, al interior de la carátula hay nuevos elementos, como el terminado de las manecillas y la sustancia luminiscente Chromalight que fue optimizada para durar más y tiene un tono blanco más brillante durante el día. El aspecto general de la faz del reloj se mantiene sin cambios sustanciales: Rolex ofrece el renovado Explorer II con la carátula blanca o negra (ambas lacadas) y la clásica aguja GMT de color naranja. Como es habitual en el Explorer II, los relojes incluyen una ventana para la fecha, con la lupa de aumento “Cyclops” integrada en el cristal de zafiro. A diferencia del Rolex GMT-Master II, el Explorer II tiene un bisel fijo con los marcadores de 24 horas grabados y pintados en negro. La caja es resistente al agua hasta 100 metros, y unido a la caja hay un brazalete Oyster de tres eslabones actualizado que ya cuenta con el cierre de seguridad Oysterlock y también con la extensión de confort Easylink, que permite al usuario ajustar fácilmente la longitud del brazalete en unos 5 mm. Finalmente, un sistema de fijación oculto garantiza una continuidad visual perfecta entre el brazalete y la caja.
El nuevo Rolex Explorer II emplea el calibre perpetual 3285, el mismo que usa su superlativo hermano GMT-Master II. El movimiento late a 28,800 alternancias por hora (4 hercios) y tiene unas muy buenas 70 horas de reserva de marcha. Al igual que todos los movimientos de Rolex, el 3285 está certificado como “Cronómetro Superlativo”, lo que significa que ostenta un certificado COSC y supera los estrictos estándares de rendimiento y precisión de Rolex, con una tasa de precisión de -2/+2 segundos del movimiento montado en el reloj.
El Explorer regresa a 36 mm
Junto con el Oyster Perpetual, el Explorer conforma la puerta de acceso al mundo “Perpetual” de Rolex. Caracterizado por la asequibilidad de los relojes en acero (Oystersteel), tanto los Oyster Perpetual como los Explorer se tratan de propuestas relojeras impecables que exhiben en cada milímetro el savoire-faire de la casa, donde la máxima calidad y la absoluta fiabilidad son los argumentos que les dan vida y poder. El año pasado gozamos de la actualización del elegante Oyster Perpetual y hoy toca el turno el Explorer.
Primero tenemos el Explorer de acero Oystersteel que todos conocen, solo que ahora se presenta en 36 mm, dejando atrás los 39 de la referencia previa. Pero a este modelo esencial se suma una genuina y sorprendente joya: un Explorer en Rolesor, es decir, en una combinación de Oystersteel y oro amarillo.
Pero hablemos primero del cambio en el tamaño del nuevo Explorer a 36 mm. Esta dimensión la conocemos bien de otras referencias del citado Oyster Perpetual y es la misma de los primeros relojes Explorer que se lanzaron después de que Sir Edmund Hillary y Tenzing Norgay completaran con éxito el primer ascenso del Everest en 1953. Si bien la reducción de 3 milímetros en el diámetro de caja suena desfavorecedora para un reloj de carácter deportivo, no lo es tanto pues las sutiles modificaciones en el diseño integral del reloj le dan un balance agraciado y una legibilidad impecable. Como buen ejemplo de ello está la firma “Explorer”, que en el nuevo reloj de 36 mm se llevó a la posición de las 12 horas (en el de 39 mm estaba a las 6). El estilo más equilibrado se complementa por un menor peso y la correspondiente comodidad al llevarlo en la muñeca.
El nuevo modelo bitono del Explorer es un deleite estético. La caja y el brazalete Rolesor amarillo son una combinación de Oystersteel y oro amarillo de 18 quilates que no pierde un ápice de discreción y elegancia. La carátula lacada en color negro alberga los tres clásicos numerales aplicados 3, 6 y 9 que bien identifican al histórico reloj. En el interior se encuentra el calibre automático 3230 de nueva generación. Lanzado en 2020 en la colección Oyster Perpetual en los tamaños 36 y 41 mm, el movimiento automático antimagnético cuenta con el escape Chronergy y una espiral Parachrom azul. Se trata de un movimiento muy eficiente, confiable y preciso, con una reserva de marcha de 70 horas.
