Omega: primeras novedades 2021

Esta es una selección de los estrenos que Omega presentó para las colecciones Seamaster y De Ville. Vamos a conocerlos.

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Esta semana, Omega presentó al mundo sus novedades relojeras para esta temporada. Raynald Aeschlimann, CEO de Omega, junto con Jean Claude Monachon y Gregory Kissling, los gurús en materia de desarrollo de producto, dejaron clara la estrategia de la casa de Bienne para el futuro cercano: consolidar sus cuatro grandes colecciones —Speedmaster, Seamaster, Constellation y De Ville— mediante el refinamiento de las colecciones y la aplicación de una serie de incrementos graduales enfocados en la tecnología y la confiabilidad.

Este proceso incesante de optimización está sustentado por su estrategia —que está casi por completarse— de ofrecer en sus relojes mecánicos solamente movimientos certificados como Master Chronometer. Este sello de calidad es emitido por una entidad independiente (METAS, el Instituto Suizo de Metrología) y confirma la plena satisfacción de ocho parámetros, entre los que se encuentran valores mínimos de resistencia al agua, a los impactos y al magnetismo, precisión de grado cronométrico y durabilidad. Esta carrera por asegurar que cada Omega cumple sobradamente con parámetros bien tangibles de calidad y rendimiento comenzó en 2015 en la serie Globemaster.

Los debuts de esta primavera involucran las series Seamaster, De Ville y Constellation. ¿Y Speedmaster? Bueno, ese ya gozó de su momento estelar hace un par de meses con la presentación del nuevo Speedmaster Profesional, el laureado y popular “Moon Watch”, que ahora porta un movimiento actualizado —el calibre manual 3861— y también certificado como Master Chronometer. Esta es una selección de las novedades que Omega nos entregó en las gamas Seamaster y De Ville. Los bonitos Constellation los dejamos para otro momento.

Omega Seamaster Diver 300M Black Black

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La idea detrás del Seamaster Diver 300M Black Black (así, dos veces) fue crear una especie de primo del Speedmaster Dark Side of the Moon, reloj que está hecho completamente en cerámica negra. En años subsecuentes, al “Dark” le siguieron las variantes “Light” (en blanco) y “Grey” (en cerámica gris), confirmando el dominio de Omega sobre este material y su genial aplicación en geniales deportivos. Bueno: ahora fue el turno del Seamaster.

El nuevo Seamaster cerámico confirma los dichos de Aeschlimann en materia de continuidad y fortalecimiento de las gamas a través de la innovación tecnológica. Omega ha sacado partido de la originalidad de los materiales y, en particular, las técnicas avanzadas de construcción en cerámica y decoración de superficies hasta un nivel sin precedentes. El resultado es un reloj que, en principio, es negro y que, sin embargo, presenta una increíble variedad de tonos grisáceos para crear una visibilidad y legibilidad realmente notables en un paquete técnico y furtivo.

El secreto detrás de esta apariencia ennegrecida, pero con interminables matices de gris que facilitan la lectura y embellecen el reloj, es la ablación por láser, un tratamiento que desgasta el material y cambia su textura cuando incide sobre él un haz de láser. Como resultado, toda la carátula, incluyendo las ondas de la firma Seamaster y casi todos sus marcadores, incluidos el logotipo de Omega y el sello “Swiss Made”, se realizan con láser. Los únicos elementos que se añaden son los índices horarios aplicados, que están rellenos de SuperLuminova negra. Del mismo modo, el bisel comienza como un disco de cerámica pulida y tiene todos sus marcadores de minutos, así como el triángulo invertido para el inicio del tiempo de inmersión transcurrido grabado por ablación láser en altorrrelieve.

Por detrás, el fondo de la caja, por supuesto de cerámica negra pulida, tiene un cristal de zafiro. A través de él, los portadores del reloj pueden ver el calibre Co-Axial 8806 de cuerda automática.

El mensaje del Seamaster Diver 300M Black Black es uno que aglomera lo mejor de la tecnología en materia de construcción y terminados que ofrece la casa de Bienne. Con 43.5 mm, el macabro reloj para las profundidades abisales asegura destacar en cualquier circunstancia, mientras enarbola los valores contemporáneos de la casa, resultando en uno de los relojes de buceo más atractivos de los últimos tiempos.

Omega Seamaster 300 en acero y Bronze Gold

El tema de desarrollo y manipulación de materiales diferentes continúa en el legendario Seamaster 300, el reloj de buceo nacido en 1957 que se ha encargado de ondear la bandera marina de Omega. La nueva colección Seamaster 300 se reinventa con nuevas carátulas y terminados, hoy vestidas en tonos azul y negro. Destacan especialmente la construcción de “sandwich” de la carátula, donde los nuevos numerales arábigos y los índices están cortados y abren el paso para que la luz golpee una superficie inferior tintada con Superluminova de color beige avejentado. Asimismo, un nuevo diseño del bisel permitió creer en 1 mm aproximadamente el diámetro de los diales para mejorar la legibilidad y proporciones. En un golpe genial, Omega decidió prescindir de la firma “Automatic” al frente del reloj, para conferir un grado de confianza sobre sus creaciones y reforzar el orgullo y conocimientos de los coleccionistas.

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Pero la gran novedad es la versión en Bronze Gold del Seamaster 300. Este modelo, también presentado en 41 mm, emplea la nueva aleación exclusiva de Omega (patente pendiente). Este Bronze Gold ha sido desarrollado específicamente para para producir una estética y un matiz agradables, al tiempo que se trata de una aleación de bronce que soporta muy bien el ataque de los elementos del ambiente, especialmente el oxígeno y el agua. Utilizada en toda la caja y la hebilla, esta aleación está compuesta por 50 por ciento de cobre, 37,5% de oro —marcado como 9K—, así como como algo de paladio y plata. Además de presentar un sutil tono rosado, ofrece una incomparable resistencia a la corrosión, por lo que envejecerá lentamente y formará una pátina natural durante más tiempo.

Para complementar el diseño del Seamy 300M Bronze Gold, el anillo del bisel fue hecho en cerámica marrón con una escala de buceo en SuperLumiNova de tono beige avejentado. Dado que la carátula es un componente interno, Omega aprovechó la oportunidad de utilizar una aleación de bronce común (CuSn8) para ofrecer un color marrón oscuro único, con una pátina creada tras un proceso especial de envejecimiento forzado. El contraste con las superficies metálicas del Bronze Gold es cálido y agradable. Todos los Seamaster 300 aquí mostrados están impulsados por el calibre Co-Axial Master 8912 Chronometer.

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De Ville Trésor Power Reserve

Este reloj es una joya. Explico por qué. Durante la ponencia de Gregory Kissling, hubo una frase de Greg que me cautivó, no por tratarse de un secreto corporativo o del significado de la vida, sino porque con tres conceptos breves, el jefe de desarrollo de producto de Omega definió exactamente lo que la firma procura hacer en estos tiempos extraños. Parafraseando, Kissling dijo que detrás de cada Omega tiene que haber “simplicidad, refinamiento y tradición relojera”.

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Esto es bien válido para todas las grandes marcas de la relojería, pero este nuevo De Ville Trésor de Omega las presenta magníficamente, y es congruente con los desarrollos de la marca en estos últimos meses pandémicos, donde cada decisión de negocio para el futuro es sumamente vigilada y debe estar orientada al ofrecimiento del máximo sentido de valor y experiencia relojera. Este áureo De Ville Trésor es un ejemplo axiomático de esos tres conceptos.

El primer uso de la denominación “Trésor” por parte de Omega apareció en 1949. En ese momento, se refería a el “tesoro” que se encuentra en el interior del reloj: el legendario calibre de 30 mm. El propio movimiento se convirtió en sinónimo de precisión, así como de diseño sencillo y lógico.

La colección De Ville Trésor completa incluirá relojes de 40 mm en una amplia gama de materiales, peor hoy me detendré en este nuevo Power Reserve en oro amarillo que emplea el calibre de cuerda manual 8935 Master Chronometer, desarrollado en exclusiva para este modelo. Del movimiento, bellamente decorado, merece una especial mención su arquitectura, visible en la parte posterior, donde tres puentes curvos sostienen los sistemas de energía (arriba, para los dos barriletes conectados en serie), el tren de engranajes (al centro) y el volante (abajo). Este último está ejecutado en oro amarillo para conferirle al reloj un grado de lujo y refinamiento aún mayor.

Como puede ver en las imágenes, el diseño de este De Ville Trésor se orienta más hacia el lado evocador, en virtud a sus proporciones y elección de material de caja. Dicho esto, el aspecto más interesante de este diseño son sus dos nuevas y particulares subesferas. En todos los relojes de esta serie encontraremos un registro pequeño de pequeños segundos a las 6, pero en el Power Reserve se agrega una indicación de reserva de marcha a las 12. En este caso, la posición única de los dos diales menores implicó llevar el logotipo a las tres.

Este marcatiempos en oro amarillo de 18 quilates se presenta con una correa de cuero gris, y una carátula plateada de cristal abovedado con agujas pulidas e índices aplicados. Por alguna razón, la combinación total de los elementos estéticos y mecánicos eleva el encanto de esta pieza que, sin querer, se convirtió en un evocador e importante vocero de los valores de esos simplicidad, refinamiento y tradición relojera de Omega los que habló Gregory Kissling y que tanto aprecian los conocedores.

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