Omega Seamaster: versatilidad y elegancia en todo momento

Si se trata de ideas para el Día del padre, vale la pena recordar por qué el Omega Seamaster Diver 300 M es el obsequio perfecto.

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Desde su lanzamiento, a mediados de los años 90, el Omega Seamaster Diver 300M ha demostrado ser una opción confiable tanto en tierra como en alta mar. De estética fresca y moderna, adaptada tanto para la práctica de submarinismo, como para entornos urbanos, vida al aire libre e incluso eventos nocturnos -queda bien con traje o esmoquin-, puede ser el regalo perfecto para este Día del Padre.

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Utilizado por el agente 007 James Bond, durante más de dos décadas, pertenece a una colección que ha evolucionado en los últimos años. Con una caja de 42 mm de diámetro, los nuevos modelos de acero inoxidable incluyen carátulas de cerámica -vienen en negro, azul o cromo) con un motivo de olas grabadas con láser, así como biseles de cerámica con una escala de buceo en esmalte blanco (o, dependiendo del modelo, Ceragold -incrustación de oro 18 K en el material cerámico como circonia-).

El corazón de su movimiento (calibre 8800 Master Chronometer) puede verse a través del fondo de cristal de zafiro. Por otra parte, su calibre ha sido probado y certificado con los más altos estándares de precisión, rendimiento y resistencia magnética de la industria.

Ingeniosa tecnología

Desde su creación, un detalle típico en este modelo siempre ha sido su válvula de helio, que en las versiones más recientes viene con forma cónica y una ingeniosa tecnología patentada por Omega que le permite ser operada bajo el agua.

Algunos de los elementos del dial también han experimentado modificaciones: por ejemplo, los índices fueron elevados y recubiertos con pigmentos luminiscentes para que brillen en la oscuridad, mientras que las agujas esqueletizadas fueron sutilmente rediseñadas.