Texto original: Ryan Thompson
Si eres un novato en el mundo de la relojería o incluso si eres un coleccionista experimentado, sabrás que los relojes serios requieren de un almacenamiento serio, principalmente en forma de cajas para dar cuerda, estuches, entre otros accesorios.
Solo hay un puñado de marcas que se especializan en tales artículos, una de ellas es Rapport, fundada en 1898 por un ambicioso relojero de 20 años llamado Maurice A. Rapport. Fue en ese año que creó su primer reloj, que tuvo tan buena recepción que decidió hacer negocio con él.
Cuatro generaciones después, el negocio sigue la filosofía establecida por el fundador: innovación, calidad y servicio, invirtiendo continuamente en tecnología y atención al cliente.
Si bien Rapport ya no fabrica relojes, su gama de enrolladores automáticos, cajas de colección de relojes, cajas de joyas y relojes de bolsillo ofrecen diseños nuevos y emocionantes, acabados con el más alto nivel. La compañía ha unido efectivamente las habilidades de un ebanista, el relojero y el ingeniero electrónico para crear una gama de productos que complementa perfectamente tus relojes. La atención al detalle y la calidad y la elección de los materiales utilizados aseguran que los productos cumplan con los más altos estándares del cliente más exigente.
La historia
Fundada en Londres en 1898, la marca comenzó a producir relojes de bolsillo, y después relojes de pulsera, cuando estos se hicieron de rigor a principios del siglo XX. Al no encontrar artesanos calificados en Londres, Maurice trasladó sus talleres a Cardiff, Gales, donde permanecen hasta el día de hoy.
La compañía todavía fabrica una pequeña gama de relojes de bolsillo, pero ha evolucionado con el tiempo e implementa las mismas habilidades que alguna vez se usaron para hacer relojes para crear una selección de accesorios de relojería tales como enrolladores, baúles, cajas fuertes, cajas de almacenamiento, y artículos de cuero fino, incluyendo maletines, bolsos y humidores.
Rapport sigue siendo propiedad y es operado por descendientes de su fundador, como el nieto de Maurice, Derek, y los miembros de la cuarta generación familiar: Oliver Rapport, Matthew Rapport y Katie Goldblatt.
La directora ejecutiva, Katie, dice: “Las compañías que todavía son administradas por las familias de sus fundadores tienen cierta magia. La familia es una de las instituciones más sólidas del mundo, que es lo que la convierte en una gran plataforma para los negocios. Los lazos familiares crean una fuerza formidable en los negocios y, junto con el objetivo incrustado de la longevidad, trabajar en familia es una fórmula comprobada para el éxito ”.
Habiendo existido durante el período de cambios más dramáticos y el avance tecnológico más grande que el mundo haya visto, Rapport tiene la capacidad única de unir artesanías clásica y conocimientos mecánicos modernos: “Hemos recurrido a todas las artesanías desarrolladas en la empresa en cuatro generaciones de fabricación de productos de relojería de lujo”, explica Katie. “Hemos combinado habilidades para crear una gama de productos que sea el complemento perfecto para cualquier hogar. La atención al detalle, la calidad y la elección de los materiales utilizados aseguran que los productos cumplan con los más altos estándares del cliente más exigente “.
Igualmente, Rapport se esfuerza por mantenerse actualizado estéticamente, un aspecto auténtico que desmiente la construcción tradicional de sus productos. “La cultura, la historia y el patrimonio no tienen precio, y la autenticidad de los productos que fabricamos con conjuntos de habilidades patrimoniales es necesaria”, dice Katie. “Sin embargo, hoy, con un consumidor educado que se está volviendo más joven, es imperativo que nosotros como marca cumplamos con el diseño contemporáneo y las tendencias actuales”.
Sobre el lujo, Katie comenta que siempre debe de empujar los límites de “la innovación, la excelencia y la estética”, los valores que han ayudado a Rapport a prosperar por más de un siglo.
