Speake-Marin, la elegante casa relojera con raíces británicas, diseño neoclásico y alta mecánica suiza integra a sus filas una nueva colección: Ripples. Este nuevo capítulo representa una nueva vertiente de la firma que ahora osa explorar un diseño más contemporáneo y “chic”, alineado con un “feeling” más cosmopolita.
Son tres las firmas de estilo que comienzan a definir la propuesta de Ripples: su caja de proporciones cuadradas y formas redondeadas —que juega con la definición de cojín, pero se aprecia distintiva—, su carátula con grabado horizontal que emula olas —de ahí el nombre de la gama— y el primer uso en la marca de un brazalete de acero. De acuerdo con Speake-Marin, Ripples representa un puente entre la tradición de la marca y su futuro.
Así como ocurre con el resto de las afanadas cajas de Speake-Marin —como la connotada e inconfundible Piccadilly—, la de Ripples también tiene nombre: “La City”, que evoca el estilo y arquitectura del moderno distrito londinense que alberga grandes corporativos pero que combina legado y diseño moderno. Así, la caja “La City”, con su cuadrado redondeado (¿o círculo cuadrilátero?) y las manecillas ‘Big Ben”, rinden un tributo moderno a las raíces británicas de la empresa. Me parece que esta nueva expresión de diseño industrial de Ripples en verdad rompe con el clasicismo que apreciamos en colecciones como One&Two, Vintage y Haute Horlogerie que conocemos de la marca, con las cajas esculpidas con trazos intencionales, gruesas asas rectas como pernos atornillados y coronas prominentes.
La compleja caja de acero de 40.3 mm del Ripples se presenta con terminados alternados que combinan cepillado horizontal con cantos pulidos que, de acuerdo al golpeo de la luz sobre el reloj, agregan volumen a la elaborada caja. En los extremos, el brazalete de acero continúa con el juego de formas y luces, donde los gruesos eslabones centrales se muestran pulidos mientras son flanqueados con eslabones laterales pulidos —todos esculpidos profusamente— que se adelgazan hacia el broche. De manera interesante, por atrás el brazalete muestra un acabado cepillado homogéneo. En el costado derecho de la caja, la corona atornillada y decorada con el logo de la marca, es protegida por guardias trapezoidales que preservan con el estilo y acabados de la caja.
El nuevo acabado de la carátula combina las influencias del diseño industrial y el arte moderno. La interesante carátula basa su diseño en Côtes de Genève horizontales, acabadas con un cepillado que le da una apariencia mate sobre la que se posan las manecillas y los índices aplicados. A la 1:30 va inscrito el clásico segundero subsidiario de Speake-Marin —en color negro y con un rayado radial muy fino— que se eleva ligeramente por encima del cuadrante, como si flotara. Alrededor del disco principal, una escala de 60 puntos suma al juego de formas y contrastes.
Además del fresco estilo de este nuevo reloj, Ripples integra el movimiento SMA03-T de cuerda automática, un desarrollo de Le Cercle Des Horlogers, atelier propiedad de la presidenta y directora general de Speake-Marin, Christelle Rosnoblet. El 03-T es una evolución del SMA-03, solo que se presenta con un nuevo nivel y estilo de decoración tradicional, de acuerdo a los estándares de la alta relojería suiza (por ello la “T”). Naturalmente, el calibre preservó el pequeño segundero a la 1:30, rasgo que identifica los movimientos propios de Speake-Marin. El microrrotor está decorado con un acabado cepillado al sol, en tanto que se ve rodeado por las profundas Côtes de Genève de los puentes y los minuciosos pulidos de los biseles y ángulos interiores. El fondo de la caja de cristal de zafiro deja entrever la formidable complejidad y grado de detalle del SMA03-T.
La nueva colección Ripples de Speake-Marin se suma al universo de relojes deportivos con brazalete integrado, pero su audacia estilística bien merece ser apreciada y reconocida como un nuevo llamado a la tradición relojera de origen londinense.
