Roger Dubuis revisita a los Caballeros de la Mesa Redonda

Excalibur Knights of the Round Table IV, de Roger Dubuis, evoca y reinterpreta la mítica espada del rey Arturo, con gran dominio de la técnica relojera.

Roger Dubuis

Algunos asocian a Roger Dubuis con la hiperrelojería, término reciente que busca designar a aquellos diseños audaces y, sobre todo, dedicados a un selecto grupo de usuarios que no teme destacar con sus elecciones horológicas. Es el caso del más reciente lanzamiento de la maison, que con Excalibur Knights of the Round Table IV reimagina la mítica espada y añade un nuevo integrante a su colección Excalibur, lanzada en 2005.

Roger Dubuis

En esta novedad, la osadía de Roger Dubuis se revela mediante un gran dominio de la técnica artesanal, materiales innovadores e ingeniosas complicaciones, en la que el concepto de relojería contemporánea adopta otra dimensión. 

Por ejemplo, en este guardatiempos, cada pieza del movimiento, impulsado por el calibre RD821 de cuerda automática, está terminada a mano, siguiendo los criterios del Poinçon de Genève, el sello de excelencia relojera que solo algunas marcas pueden presumir.

Roger Dubuis

Guerreros del siglo XXI

Enmarcado por una caja de oro rosa de 45 mm, un esmaltado tridimensional y una serie de bloques de oro rosa de 18 quilates homenajean a Avalon, la isla en la que según la leyenda celta está enterrado el rey Arturo. 

Dentro de este espacio, cada una de las 12 figuras que indican la hora está representada por un caballero trabajado en «Low Poly», técnica visual basada en el límite bajo de facetas poligonales que componen una imagen digital en tres dimensiones  y que se utiliza para crear esculturas o pinturas. 

Estos guerreros en 3D fabricados en oro rosa miden apenas 6,5 mm de alto y están esculpidos, grabados y terminados a mano. Y forman parte de una edición limitada de apenas 28 unidades, concebida para coleccionistas y fans de la alta relojería.

Roger Dubuis

Otros detalles a destacar son el bisel en oro rosa de 18 quilates, su corona del mismo metal precioso y kilataje, su cristal de zafiro con tratamiento antirreflejante y su fondo grabado con el sello del Poinçon de Genève y el número de pieza de esta edición limitada. 

En su carátula, de oro rosa y esmaltado rojo, se indican las horas y los minutos, mientras que su movimiento (con reserva de marcha de 48 horas) exhibe una decoración enchapada en rodio con Côtes de Genève. El sello final es su espectacular correa de lagarto negro con hebilla desplegable y ajustable