En la mayor parte de la relojería, las piezas dirigidas por completo a las mujeres han servido del equivalente horológico del estereotipo de la exuberante rubia; agradable por fuera pero con poco que ofrecer por dentro. Como resultado, se volvió el fenómeno más natural y común de la mujer moderna — con gustos y medios menos refinados — usar relojes originalmente diseñados para hombres.
Pero este año, Audemars Piguet parecía estar en algo con un reloj adecuadamente orientado al mercado femenino, pero transformándose en un placer culposo de hombre: el Royal Oak Frosted Gold.
Por decir lo menos, fue una intervención radical, por primera vez el ícono diseñado por Gérald Genta recibe un nuevo tratamiento en la superficie, el resultado de una colaboración de tres años entre Audemars Piguet y la diseñadora italiana de joyas, Carolina Bucci. En vez de los diamantes habitualmente colocados en plastas dominantes en los relojes de dama o el característico acabado escariado o pulido del Royal Oak, el nuevo modelo brilla con lo que la Sra. Bucci llama la “Técnica Florentina”, su acabado insignia de oro martillado.
Carolina Bucci puede ser un nombre nuevo en el mundo de la relojería, pero por más de una década su línea de joyería epónima ha tenido una aceptación casi de culto que incluye el gusto de Sarah Jessica Parker, cuyo personaje Carrie Bradshaw usó su brazalete durante toda la temporada final de Sexo en la Ciudad, Cindy Crawford, Victoria Beckham, Jessica Alba y Mary-Kate Olsen. Gracias a su determinado estilo progresivo que combina la encantadora indiferencia de chucherías de vacaciones de playa con la artesanía y lujo inequívoco de la joyería fina, las joyas de Bucci han sido aceptadas a nivel mundial, colgando de la muñeca de mujeres del Medio Oriente, así como asistentes a Coachella.
De hecho, una mirada rápida a su Instagram revela una masa ecléctica de lugares de estilos de vida, arte, joyería de estilo casual y quizá algo que es más familiar a la industria relojera: tomas de muñecas con un Royal Oak de oro amarillo de los ’80 apilado junto a sus maravillosamente mágicos brazaletes.
ELEVANDO EL RELOJ DE DAMA
El Royal Oak fue un reloj de acero inoxidable que cambió drásticamente todas las nociones de todos los tiempos de lo que la alta relojería debería ser cuando fue introducido por primera vez en 1972. Fue dotado con el más alto nivel de acabado, valientemente imponiendo un precio más alto que los modelos de oro de Audemars Piguet. Peor de lo que notoriamente menos se habla es de cómo la versión de dama por Jacqueline Dimier le siguió en 1976.
Adelantándonos a la celebración del 40 aniversario del Royal Oak de dama del año pasado, Carolina Bucci usó una técnica artesanal joyera Florentina que involucra martillar el oro con una herramienta de punta de diamante para crear abolladuras diminutas en el material, revelando una textura facetada que proyecta un efecto mate con un brillo similar a los diamantes cuando la luz se refleja en su superficie. Debido a la naturaleza del martillado a mano, ninguna faceta es igual, así cada reloj es un poco diferente al otro. Seguro, la idea de llevar un martillo a un ícono como el Royal Oak puede levantar algunas sospechas, pero el efecto el sutil y sublime — un increíblemente moderno acercamiento al engaste de diamantes sin diamantes.
En el primer intento, su experiencia artesanal en Florencia había aplicado la técnica a un Royal Oak desarmado. Pero cuando el reloj fue re ensamblado en Le Brassus, el equipo opinaba que el acabado era algo brusco para un reloj de pulso que debía tener movimiento, ser flexible, con líneas suaves que se adaptaran de cerca de la muñeca. Tomaría otros seis intentos por parte de los artesanos de Audemars Piguet, quienes habían sido entrenados en la técnica por Bucci, para experimentar a fondo con la profundidad del impacto en el oro y lograr un acabado ideal.
Los nuevos Royal Oak frosted llegan en una versión de oro blanco con carátula en tono rodio y una versión de oro rosa con una carátula de tono plateado. Ambos están disponibles en dos tamaños, 33mm y 37mm. Han conservado intacto el diseño del Royal Oak clásico, con una hermosa carátula tapisserie con indicación de la fecha. Las versiones de 33mm son accionadas por el cal. 2713, el cual, desafortunadamente, es un movimiento de cuarzo. Sin embargo, la manufactura se reivindica al equipar la versión 37mm con el calibre automático 3120.
Sobre todo, para Bucci, habían tenido éxito en llevar la calidad dinámica del Royal Oak que retoza bajo los reflectores y capta la atención en un cuarto.
“Cuando pienso sobre mi joyería, pienso tanto en quien la va a usar como en aquellos que la van a ver puesta,” dijo. De hecho, mientras la multitud se volvía loca en SIHH 2017 por el nuevo Royal Oak Calendario Perpetuo de cerámica acabado a mano, fue el Royal Oak Frosted Gold el que llevó en la muñeca el CEO de la marca, Sr. François-Henry Bennahmias.
Aunque fue planeado para ser presentado en versiones de 33mm y 37mm, lo que el Sr. Bennahmias llevaba puesto era una versión especial de 41mm. Él explicó:
“Mostramos el Royal Oak Frosted Gold a un número reducido de personas en SIHH en el 2016. Y un caballero ahí nos dijo que él quería uno para él mismo, a pesar de que le dijimos que este es un reloj dirigido a nuestros clientes femeninos. No estaba seguro si estaba hablando en serio. Pero hablaba muy en serio.
“De hecho, cuando lanzamos previamente el reloj en Florencia, muchos hombres ahí también dijeron que querían un Royal Oak frosted para ellos.”
Entonces el Sr. Bennahmias ordenó a su equipo fabricarle a él un ref. 15400 en oro blanco y rosa.
“Lo quería para mí para ver si al final querría uno para mí. Y bueno, estoy usando uno y mostrándotelo a ti. Así que estos tipos no estaban bromeando cuando dijeron que querían uno para ellos. Ahora puedo entender lo que ya habían visto en el Royal Oak frosted cuando lo presentamos como parte de nuestros anuncios previos al SIHH.”
Considerando cómo los relojes recargados de joyas nunca fueron un fenómeno puramente femenino (la otra mitad del cielo es también culpable de la escuela de consumo donde más es más), el encanto silenciado y sorprendente del oro martillado que no añade ni remueve elementos de un reloj y como tal, cambia la noción del lujo — como lo hizo el Royal Oak original — está destinado al éxito con ambos sexos.
