El evento de relojería más importante del continente, el Salón Internacional de la Alta Relojería (SIAR) de México, prepara la apertura de sus puertas para inyectar entusiasmo, color y exclusividad al mundo del lujo horológico en este complicado año 2020.
La decimocuarta celebración del SIAR tiene una relevancia inusitada: la exposición se convierte en el primero —y posiblemente único— evento relojero del mundo, estableciendo una bandera de resurgimiento de la industria que ha debido adaptarse fabulosamente este año para enfrentar las dificultades derivadas de la pandemia. Así, una vez más, el hotel St. Regis de la Ciudad de México alberga el SIAR mexicano y abre sus puertas a la comunidad relojera de la nación.
La senda de definición del SIAR 2020 no fue del todo fácil de recorrer, toda vez que la condiciones de este y todo evento público están regidas por las reglamentaciones de salud de higiene vigentes, nos solo las de México sino también las de Suiza, factor que ensalza el esfuerza de la organización y de las 35 marcas que estarán presentes en el salón los días 20 a 22 de octubre. Una vez más, el acceso al evento será solo por invitación, teniendo un aforo reducido para salvaguardar la salud de todos los visitantes y expositores.
Para tener una mejor idea de los que encontraremos en el SIAR 2020, conversamos con Carlos Alonso, fundador y director general del evento. Ante las restricciones de aforo y espacio disponible, el SIAR fue sujeto de alteraciones en su disposición, todo con la finalidad de ofrecer la mejor experiencia para todos. Alonso así lo confirma: “Este año, el SIAR se distribuye en una sola planta, y no en dos con en años anteriores. Hemos procurado poner a todos los participantes en un mismo nivel, tanto por cuestiones económicas —el año pasado hubo 48 marcas, este 35— como de eficiencia”.
Grandes marcas
Pero el SIAR es más que una exhibición relojera: es una fiesta, nutrida y motivada por la participación de todos sus protagonistas. “[Los visitantes] también van a encontrar el mismo entusiasmo de las marcas participantes —cuenta Carlos Alonso—; obviamente no contaremos con la participación usual de los CEOs que suelen venir debido a las restricciones sanitarias que hacen que algunos no puedan viajar. Y hay que reconocer que hay marcas que este año decidieron no participar, pero tenemos a muchas más que sí estarán con nosotros, como las marcas de los grupos Attila (Hublot, Zenith, L’Epée, entre otras), Temposatis (donde destacan Girard-Perregaux, Ulysse Nardin, Jacob & Co.) y Raconli (Franck Muller, Manufacture Royale, y Louis Moinet, por mencionar algunas)”.
En efecto, el SIAR siempre se ha caracterizado por ser un evento muy apreciado por las marcas relojeras, situación confirmada por la participación entusiasta de altos ejecutivos de las casas. A pesar del número más reducido de expositores, volveremos a encontrarnos con viejos amigos de la relojería suiza, como Stephen Forsey (de Greubel Forsey), Gregory Dourde (HYT), Jean-Marie Schaller (Louis Moinet), Julien Tornare (Zenith), Pierre Jacques (De Bethune) y Loïc Florentin (Le Rhöne), por mencionar algunos. Y no podemos dejar de lado el debut de algunas casas y el regreso de otras: en la edición 2020 del SIAR mérenos de nuevo a marcas consentidas como A. Lange & Söhne y Laurent Ferrier, así como el debut de casas independientes como Purnell y David Candaux. (Consulte la lista completa de marcas en salonaltarelojería.com)
La realización del SIAR es especialmente importante este año. Ante la cancelación de las ferias convencionales como Baselworld y Watches & Wonders, así como otras más de alcance regional, el SIAR se establece fuerte en una posición privilegiada para mostrar cómo es posible retomar la celebración de los salones, siempre considerando que, pandemia o no, el formato de las exposiciones exige de una renovación constante de sus estrategias y acciones para servir al negocio de manera eficaz.
Un salón único
Carlos Alonso nos explica: “El año pasado, durante la Dubai Watch Week (celebrada en noviembre de 2019), participé en un panel para comentar la situación actual de los salones. En la mesa redonda participé con el director de Baselworld (Michel Loris-Melikoff), la (entonces) directora de Watches & Wonders (Fabienne Lupo); y el director del Gran Premio de la Relojería (Raymond Loretan). Ahí comentamos este tema del futuro de los salones. Yo insisto en que lo que diferencia al SIAR de todos los demás salones es que nosotros hemos creado una comunidad. La prensa está volcada en el SIAR porque es una herramienta de alta generación de contenidos; los joyeros de la república vienen con sus clientes, los distribuidores con sus sus marcas representadas y sus directivos… todos los agentes que participan en el negocio de la alta relojería están aquí”.
No obstante, existe un factor aún más importante que hace del SIAR una celebración especial. “Es un salón regional, pequeño, tipo “boutique”, donde la prioridad es el consumidor final”, resalta Alonso. “El mayor porcentaje de visitantes es el de los clientes. El año pasado tuvimos 3,200 visitantes y el anterior 4,200. Piensa que de prensa son unos cien visitantes. El resto, por mucho, son clientes, consumidores finales, que son los más importantes. Al hacer un salón más pequeño, más manejable, hecho para el consumidor final, cerramos un círculo que normalmente los otros salones no logran hacer, que es cerrar ventas. No se hacen directamente en el salón, pero sí se definen. En resumen, lo que ha logrado el SIAR es crear una comunidad completa. No prescindes de ninguna ‘pata’ importante del negocio. Ese es el punto diferenciador”, afirma Carlos Alonso.
