Durante muchos años, George Bamford, líder en la personalización y modernización de exclusivos relojes de lujo, había logrado un éxito increíble al crear exactamente el tipo de relojes que las principales marcas no fabricarían, pero por un momento, tuvo uno de esos momentos que pone la vida en perspectiva completa.
Luego conoció al genio viviente más grande de la relojería suiza, el incomparable Jean-Claude Biver, quien le dijo: “¿Por qué quieres crear relojes con marcas que te odian, cuando puedes crear relojes con marcas que te quieren? “
Y con eso nació una nueva era para Bamford, en la que solo crearía relojes con marcas que lo hubieran designado como su modificador oficial. En 2017, Bamford dio a conocer esta filosofía al comenzar con los relojes Zenith. Y, de repente, Zenith, que siempre ha sido una marca cerebral y técnicamente extraordinaria, recibió un impulso enorme gracias al factor cool de Bamford.
En octubre de 2017, Bamford también anunció su asociación con TAG Heuer; está claro que con el triunvirato sagrado del Grupo LVMH, Bamford ahora tiene la credibilidad para acercarse a otras marcas, pero ese es otro tema.
El tema que hoy trataremos está en línea con las presentaciones de TAG Heuer que tuvimos el placer de admirar durante Baselworld 2018, y, sobre todo, con los frutos de la colaboración que TAG y Bamford iniciaron hace medio año, y que ahora vemos en una de las icónicas piezas de la marca: el TAG Heuer Monaco Bambford.
La reinterpretación de Bamford de un reloj icónico
Todos sabemos que si hay un reloj icónico de TAG Heuer, además del Carrera, es el Monaco, no solo por su aparición en la muñeca de Steve McQueen en la épica película Le Mans, sino porque que la pieza fue un parteaguas en la historia de la maison; hasta la introducción del Monaco, todos los relojes Heuer habían sido redondos, debido a la falta de resistencia al agua en cajas cuadradas o tipo barril.
Por lo tanto, el Mónaco no fue el primer cronógrafo automático cuadrado; también fue la primera caja de cronógrafo cuadrada resistente al agua.
Este 2018, en un movimiento por innovar y rendir tributo a una de sus piezas más importantes, TAG Heuer lanza una interpretación completamente nueva y reinventada por Bambford, con una caja de carbono, contadores del Aqua Blue y basado en el calibre 11.
Tenemos que decir que el uso del azul brillante en contraste con el tratamiento del dial al puro estilo Bamford es absolutamente espectacular y no compromete la esencia del Monaco; aunque para algunos fanáticos del icónico reloj puede resultar demasiado, es un ejemplo del camino progresista de la marca, manteniendo su espíritu, tradición y relación con el automovilismo en una era moderna.
Siguiendo con la tendencia en las cajas de carbono, para el TAG Heuer Monaco Bambford se creó un molde especial que le permitió ajustarse a la perfección a las dimensiones del modelo y para superar las limitaciones técnicas que el carbono pudiera presentar. El resultado está en una caja de 39 mm de ancho con todas las propiedades de resistencia del material.
Tanto en el dial como en el fondo de la caja, ambas marcas se aseguraron que el reloj presentara el grabado “Monaco Bamford”, como recordatorio de esta colaboración. Mientras que la corona de acero y PVD negro pulido permanece a las 9 en punto, tal como en las versiones pasadas del Monaco.
El TAG Heuer Monaco Bambford, de edición limitada numerada, únicamente estará a la venta en boutiques TAG Heuer y boutiques on-line, y se entrega con una correa de piel de cocodrilo negra.
Especificaciones Técnicas TAG Heuer Monaco Bamford
Movimiento: Calibre 11 Automatic
Caja: carbono de 39 mm, cristal de zafiro abombado y biselado, corona de acero y PVD negro pulido en las 9 h con logotipo Heuer Aqua Blue. Pulsadores de acero y PVD negro en las 2 h y las 4 h, fondo de caja de zafiro atornillado de acero y PVD negro con grabado especial «Monaco Bamford», edición limitada numerada.
Correa: Piel de cocodrilo negra y caucho
