La relojería tradicional suiza es un arte quincentenario que se ha apropiado de la imaginación de todos quienes gustan de la exquisita mecánica en miniatura. En el caso de la manufactura de Ulysse Nardin no queda todo en los exquisitos mecanismos, sino que esa profunda tradición es enriquecida continuamente por la búsqueda de nuevas formas innovadoras de medir el tiempo y de hacer más perfecto el funcionamiento. Esa combinación de técnica moderna aplicada a principios muy antiguos es lo que hace muy especial su manufactura.
Basada en Le Locle, la manufactura cuenta con modernas instalaciones dentro de un edificio antiguo y se ha enriquecido tomando materiales y procesos de otras industrias. De modo que Ulysse Nardin fue pionera en los recubrimientos antifricción como la combinación de silicio y diamante, el DiamonSil y conceptos completamente “fuera de la caja” como el famoso Freak y sus variantes.
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