Todo lo que necesitas saber sobre el Patek Philippe ref. 5970

Además de la belleza de este modelo y de su color inusual, la importancia histórica del 5970 radica en que es el puente entre dos eras: la de Philippe Stern y la de su hijo Thierry.

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El Salón de Patek Philippe en Ginebra, localizado en la Rue du Rhône, es un punto de referencia en el mundo horológico, y hace 25 años aún podía ser considerada la matriz operativa de Patek Phillippe. Sobre la tienda se desplegaban oficinas, talleres y algunos de los objetos de la colección, exhibidos en gabinetes que se empotraban en un espacio que parecía tanto una sala de espera, como una de conferencias.

Este sitio histórico, que aún tiene el famoso cuarto Córdoba tapizado de cuero, tiene vista hacia el lago, y alberga la caja fuerte que Patek se llevó después del intento fallido de Tiffany’s para establecer una fábrica de relojes en Génova, allá por el siglo XIX. Por lo demás, mucho ha cambiado desde entonces: los talleres y las oficinas están en Plan-les-Ouates, el museo tiene su propio edificio y en la Rue du Rhône está el salón principal de Patek, que es un lugar de peregrinaje para los clientes que se sientan a mesas amplias, encorvados como si fueran monjes en un escritorio medieval, mirando las pequeñas piezas que hacen tic-tac.

En el primer piso hay una puerta corrediza detrás de la cual está un cuarto modesto. Aquí es donde se encuentra un ejemplar de carátula marrón que hace siete años dejó de producirse. Además de la belleza de este modelo y de su color inusual, la importancia histórica del 5970 recae en que es el puente entre dos eras: la de Philippe Stern y la de su hijo Thierry.

Patek Philippe
Un ejemplo excepcional del cronógrafo de calendario perpetuo Patek Philippe ref. 5970, en platino. Esta pieza fue vendida por Phillips Watches, en su subasta de Ginebra, en noviembre de 2017, por 164,000 euros (Imagen: phillipswatches.com)

El hijo al mando

La horología tiene pocos pasos más difíciles de seguir que los de Philippe Stern. Sus logros son innumerables y uno de ellos es el 3970, el clásico combo crono-perpetuo que se produjo durante casi 20 años, hasta que Philippe Stern decidió que era tiempo de retirarse y de que su hijo diseñara un Patek icónico antes de entregarle la compañía.

Thierry cuenta: “mirando en retrospectiva, puedo ver que ésa fue la prueba que mi papá me puso para ver si podía llegar a ser un adulto en términos de diseño en la compañía. La única indicación que me dio, fue: ‘toma tus propias decisiones’”. Así, Thierry decidió diseñar un reloj que pudiera ser utilizado tanto por su padre como por él mismo: “es un reloj que se adapta a la generación de mi padre y la mía. Para mí es una de las pocas piezas, quizás la única, que es una mezcla de dos generaciones de la familia Stern”.

“La producción fue un reto pues, cuando por fin hicimos un prototipo que me gustó, me dijeron que no era posible producirlo en grandes cantidades. Lo más difícil fue crear nuevos extensibles que fueran fuertes pero refinados. Éstos eran difíciles de pulir, especialmente en el área de los ángulos, que tiene que tratarse con cuidado. Al final, con ayuda de mi aprendiz en el Ateliers Reunis, encontré una solución”, relata Thierry.

Patek Philippe
Fabricado de 2004 a 2011, la ref. Patek Philippe 5970 es el último de sus cronógrafos Perpetual Calendar que utiliza el movimiento basado en Lemania 2310 (Imagen: phillipswatches.com)

Más que un número

Lanzado en 2004, con 40 mm, el 5970 no era grande para su época, pero dejaba espacio libre entre los sub-diales, y como resultado, cuando el reloj estaba a las 6 en punto, la fecha en el sub-dial era notablemente más legible. El modelo 5970 sólo se produjo hasta 2010, pero según Thierry: “debo haber hecho algo bien, porque a todos les gustaba usarlo y, cuando decidimos detener la producción, nadie quería que el modelo dejara la colección. Podríamos haber continuado con el 5970 durante años, pero para entonces ya teníamos nuestro nuevo calibre interno”.

El modelo fue producido desde 2004 y hasta 2010 (éstas son las fechas oficiales confirmadas por Patek Philippe, aunque 2011 aparece en los certificados de origen de los últimos modelos de la serie), y estuvo disponible en los cuatro metales (aunque aparentemente el oro amarillo es el más escaso). Patek se niega a dar cifras de producción, pero John Reardon, el experto en relojes de Christie’s, que era un antiguo miembro del personal de Patek, estima que hay alrededor de 2,800 ejemplares, lo que significa que el modelo es lo suficientemente raro como para ser apreciado, pero lo suficientemente numeroso como para tener un mercado activo. Los precios rondan los 113,160 euros para los modelos de oro, mientras que un modelo de platino alcanzó los 164,000 euros, en noviembre de 2017, en Phillips Ginebra.

Los excepcionales viejos tiempos

Para algunas personas, no es suficiente con ser invitado a cenar, sino que exigen tener un sitio especial en la mesa. Para aquellos invitados exigentes en el banquete de Patek Philippe, hay piezas como el reloj de Ginebra. En los relojes, la desviación más insignificante de la norma de producción puede elevar el precio: un platino 5970 de 2010, con dial negro y manecillas blancas de hora y minutos, alcanzó un precio de 197,372 euros en una subasta en Sotheby’s Ginebra en noviembre de 2016.

Al final de la desgraciadamente breve producción del 5970, se realizaron una serie de modelos especiales de fin-de-línea, producidos en sets de cuatro piezas (blanco, amarillo, rosa y platino). Éstos se distinguen por dials que, en lugar de bastones, tienen Roman XII y marcadores de hora hemisférica. En diciembre de 2013, un ejemplar con dial champaña alcanzó los 353,000 dólares mientras que un de oro blanco y salmón generó aproximadamente 400,000 dólares en mayo de 2014.

El músico Eric Clapton siempre ha sido bueno para agitar un poco las cosas, y eso fue lo que hizo cuando solicitó que los marcadores de hora en su Patek Philippe 5970 de oro rosa fueran reemplazados por numerales Breguet en el 8, 10, 11, 12 1, 2 y 4, y, que además, se agregara una pulsera de eslabones color oro rosa al ejemplar. Hay incluso una imagen un poco confusa de él asistiendo a una carrera con lo que parece ser un 5970 en oro blanco o platino, también con números Breguet.

Debido a su naturaleza recóndita, a su tamaño ligeramente mayor y a su calibre basado en el antiguo Lemania, a los snobs de Patek decir que las cosas ya no son como antes, y describen a este modelo como el último gran Patek, aunque lo cierto es que constituye el primer gran Patek de la era de Thierry Stern. Su mandato ya ha visto algunos diseños notables, incluido el controvertido Piloto, el Jumbo Aquanaut de oro blanco con dial azul, así como la magníficamente equilibrado ref. 5320 Perpetual Calendar. Sin embargo, es muy probable que, si hubiera que presionar a Thierry Stern para que dijera cuál es el diseño que lo hace sentir más orgulloso, diría que es el del 5970.

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Patek Philippe
El exclusivo 5970 en oro rosa, de Eric Clapton, con numerales Breguet, vendido por Sotheby's en mayo de 2015, por 356,100 euros. (Imagen: sothebys.com)

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