Tudor presenta edición especial en bronce del Black Bay Fifty-Eight

La aleación de bronce y aluminio de Tudor se patinará en sintonía con el estilo de vida y los hábitos de quien lo porte. Una belleza.

Tudor Black Bay Fifty-Eight

El comienzo del verano se convirtió en el marco para el lanzamiento de una nueva modalidad del reloj más exitoso de Tudor: el Black Bay Fifty-Eight. En esta oportunidad, el buceador de 39 milímetros se presenta con una caja en bronce que se acompaña de un brazalete del mismo material.

Con el Black Bay Fifty-Eight Bronze, Tudor completa lo que en adelante voy a llamar “trilogía del podio 2021”, toda vez que este año, la casa ha presentado ejecuciones del BB58 en oro, plata y ahora bronce. En virtud del éxito de los relojes lanzados en la primavera —Black Bay Fifty-Eight 925 y 18K—, sin duda que la demanda por el reloj en bronce será arrebatadora.

A casi diez años de su lanzamiento, la colección Black Bay, en efecto, puso bajo los reflectores y destellos a Tudor y su gran oferta de valor, anclada por el reloj “diver” que sigue los pasos de los Tudor Prince Submariner de mediados de los 1950. Inicialmente parte de la serie Heritage de Tudor, a partir de su nacimiento en 2012, Black Bay se hizo de un nombre propio. Al tiempo se tornó en una colección independiente donde, sí, sus relojes buceadores son la representación del “state of the art” de Tudor y comprenden numerosas referencias en diversos diseños (tan inusuales como el P01), complicaciones prácticas (está el excelente GMT) y materiales (como la combinación S&G de los BB en acero y oro, el recientemente lanzado Black Bay Ceramic con certificación Master Chronometer o el mismo Black Bay Bronze de 43 mm lanzado en 2016). 

Tudor Black Bay Fifty-Eight

Pero Black Bay también incluye relojes más pequeños y de diseños más recatados —¡pero siempre mecánicos!—, también atractivos y ubicados en un nivel de precio excepcional. Sin embargo, este día, con el diver Black Bay Fifty-Eight Bronze, se escribe un nuevo episodio de esta joven saga y en verdad que de paso despierta en mí la curiosidad de saber lo que nos espera en el décimo aniversario del Black Bay.

Regresemos al reloj que nos ocupa. Como vimos, el nuevo Black Bay Fifty-Eight Bronze continúa con el uso del bronce. En palabras de Tudor, la aleación de bronce y aluminio que utilizan es un “metal vivo” que se patinará en sintonía con el estilo de vida y los hábitos de su portador. El bronce tiene una larga historia en el uso naval para aquellas partes del equipo de los barcos o de los buzos que se someten a períodos prolongados de inmersión en agua salada. Los cascos de buzo y las hélices de los barcos son los más evidentes, pero también las bombas y válvulas ocultas de los sistemas de refrigeración de agua de mar de los barcos se fabrican también en bronce gracias a su fuerza y resistencia a la corrosión. El hecho de que cambie de color con el paso del tiempo y se patine es un efecto secundario muy interesante que agrada un toque de pertenencia y personalidad a los relojes.

El primer Black Bay Bronze se lanzó en 2016 y fue inmediatamente un gran éxito. Todos quedamos encantados con la carátula “3-6-9” y de la forma en que el bronce “cobraba vida”. Desde entonces, hemos visto una edición azul de la boutique Bucherer y una versión con dial gris pizarra. Sin embargo, para muchos el tamaño de la caja de 43 mm era excesiva, así que ahora Tudor tomó lo mejor de esa fórmula —especialmente los numerales 3-6-9 que lo hace el único Fifty-Eight con ellos—, le dio la forma de BB58 en caja de 39 mm y, además, le creó un brazalete de bronce, convirtiéndolo en uno de los poquísimos relojes completamente en bronce.

De acuerdo con Ross Povey, editor de Revolution en el Reino Unido, y quien en estos momentos debe estar extasiado con el BB58 Bronze en sus manos, el brazalete es bonito y de una calidad excepcional. La construcción de remaches es más que un anacronismo nostálgico y es una parte esencial de la construcción. El pulso también está dotado de un nuevo cierre con lo que se denomina T-Fit. Esta nueva característica permite al usuario modificar la longitud del brazalete en 8 mm de forma rápida y sin necesidad de ninguna herramienta, por lo que ya no es necesario añadir eslabones, quitarlos o jugar con palillos para ajustar el tamaño. El BB58 Bronze también se acompaña de una correa de tela Jacquard de Julien Faure (confeccionadas en telares de 150 años en Saint-Etienne, Francia), esta vez en color marrón con una franja de bronce a juego.

Así como el resto de sus hermanos BB58, el Black Bay Fifty-Eight Bronze porta el calibre automático de manufactura MT5400 con certificación de cronómetro COSC y autonomía de 72 horas. El bronceado Black Bay Fifty-Eight ya está a la venta y sólo está disponible a través de aproximadamente 50 tiendas de Tudor en todo el mundo (la mayoría ubicadas en Asia). Desafortunadamente, no tenemos tienda en Latinoamérica, así que habrá que buscarlo en el extranjero.

Tudor Black Bay Fifty-Eight

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Tudor Black Bay Fifty-Eight
Tudor Black Bay Fifty-Eight
Tudor Black Bay Fifty-Eight