MANUFACTURE ROYALE 1770: EL COMIENZO
No cabe duda que me siento afortunado, pues tengo la oportunidad de platicarle de varias marcas independientes. Una de ellas es Manufacture Royale 1770, la casa fundada por un tal Francois-Marie Arouet, mejor conocido por su nom de plume: Voltaire.
En 1770, justo en la era de la Iluminación, Voltaire financió el establecimiento de un taller mecánico en Ferney, cerca de Ginebra, llamado desde entonces Manufacture Royale. Desde sus inicios, se dedicó a la confección de relojes muy finos, gracias al talento de maestros como el mismo Jean-Antoine Lépine.
Hoy, tras su resurrección en 2010, Manufacture Royale se basa en Vallorbe, dentro de la región de Jura, y busca perpetuar los valores de innovación estética y mecánica que inspiraron a sus creadores originales.
La manufactura no es ajena a crear piezas honestamente complicadas. Incluso, las piezas más sencillas despiden una muy especial luz que remarca un claro sentido de imaginación y aportación de valor en estilo y función. Para ejemplo, el 1770 Haute Voltige (alto voltaje en francés) que este año, presenta la variante Dragon.
El tono tiene una muy particular motivación histórica: en los 1770s, la región de Gex (hoy repartida entre Francia y Suiza tras el Tratado de París de 1815) fue liberada y constituida como una zona franca, siendo Voltaire uno de los involucrados en el histórico suceso.
Para celebrar aquella ocasión, el verde de la carátula rememora el color del uniforme de las huestes militares, los “Dragones”, que acompañaron al célebre filósofo en su cometido.
Este es un reloj con doble marcación del tiempo. Los sendos registros son independientes, lo que facilita su uso y ajuste para trotamundos que se la pasan brincando paralelos, incluso aquellos que tienen fracciones horarias.
El segundo huso, ubicado sobre la pequeña circunferencia subordinada y ligeramente realzada, presume de un estampado solar y de un arillo metálico en su derredor.
La noble caja del 1770 Haute Voltige (de 45 milímetros de diámetro, disponible en oro rosa o acero) ha sido revisada para el Dragon con dos arras laterales atornilladas que se proyectan hacia las asas y que han sido decoradas.
El fondo acristalado del Dragon deja ver la decoración —a biselado y Côtes de Genève— del movimiento automático MR07, cuya curiosa discreción arquitectónica, dominada por los generosos y sólidos puentes, es otro recordatorio de que hay magia relojera ocurriendo al frente de la pieza.
Así, el 1770 Haute Voltige Dragon nos recuerda la excelencia en el diseño y creatividad que caracterizan a las piezas de Manufacture Royale, solo que en un reloj sencillo y nada pretencioso pero iluminado por su concepto y origen.
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