Bajo el concepto de: “L’Imaginaire”, Vacheron Constantin se presenta hoy como protagonista en este paseo que juntos celebramos a través de los pasillos digitales del Watches & Wonders 2020.
“L’Imaginaire” hace alusión a lo que anima la inspiración detrás de cada marcatiempos de Vacheron Constantin. Estos grupos soportan, en lo general, las formidables novedades relojeras de Vacheron Constantin.
FiftySix en marrón
Comenzamos con Fiftysix, la puerta de entrada al mundo de Vacheron. Este año, la colección estrena nuevos tonos y texturas a través de dos referencias específicas: Fiftysix automático y calendario completo.
Para la versión más esencial de Fiftysix, la casa lo recrea con nuevos tonos marrón-sepia en carátula y en su correa de piel de becerro. El perfecto juego de este reloj que porta el calibre autorremontado 1326, lo complementa la caja de oro de 40 mm, a la que se suman sus claras grafías, destacadas por los índices y manecillas dorados.
El calendario completo —con el calibre automático 2460 QC/1— también presenta la nueva cromática marrón, solo que las funciones añadidas, especialmente esa azulada fase lunar a las 6 en punto, le dan una perfecta dosis de frescura. Con indicaciones de día, fecha y mes, así como una fase lunar de precisión que no requiere ningún ajuste durante 122 años, el calendario completo de Vacheron Constantin Fiftysix es el modelo más completo y complejo de la línea.
Overseas para siempre
Este año, le cosmopolita serie Overseas se ve complementada por unas variantes ligeramente enriquecidas del sublime calendario perpetuo ultradelgado en oro rosa y carátula azul que ya conocíamos.
Anclada por la espectacular mecánica 1120 QP/1, este calendario eterno ultradelgado es un resumen del acervo técnico de la casa, en especial a la arquitectura base —el esbelto calibre 1120— al que se le adaptó el módulo de calendario perpetuo sin incrementar demasiado su grosor, llevándolo a 4.05 mm. El reloj completo apenas se eleva 8.1 milímetros.
La versión actualizada del ultrafino Overseas con calendario perpetuo ahora se presenta con un notable brazalete de oro macizo que acompaña a las correas de caucho y piel de cocodrilo, ambas en un fresco tono azul marino, y todo ello con un sistema de cambio rápido que facilita la “personalización” del reloj. El brazalete presenta el diseño de la Cruz de Malta, el emblema de la maison de Ginebra.
A la fórmula anterior se suma una versión esqueletizada. En ella, las entrañas se revelan bajo un fino cristal de zafiro y los subregistros contrastados. La esencia mecánica no ha cambiado mucho, aparte de su estética. El fondo posterior transparente también presenta un fascinante conjunto, mostrando los trenes de engranajes y el peso oscilante tratado por la NAC, que también está calado por primera vez, destacando su forma de cruz maltesa.
El más bello Traditionelle
Sin discusión, este es uno de los relojes más bellos y vistosos que veremos este año. Se trata del Traditionelle Tourbillon Chronograph, otra primicia para la marca. El Traditionelle Tourbillon Chronograph combina la finura del tourbillon con la precisión de un cronógrafo a monopulsador. Esta gran pieza viene con todos los códigos tradicionales de la colección: con un diámetro de 42.5 mm, tiene una caja y asas “etagé” (estratificada), un fondo acanalado, una vía minutera tipo vía de tren y manecillas dauphine en oro rosa.
El reloj está equipado con el Calibre 3200 de cuerda manual, que se presentó por primera vez con motivo del 260 aniversario de la marca en el Harmony Tourbillon Chronograph. El movimiento está compuesto por 292 piezas y funciona a una frecuencia de 2.5 Hz con una reserva de marcha de 65 horas. La jaula del tourbillon está terminada a mano y lleva la firma de la cruz maltesa. A través del fondo de zafiro, están presentes todos los acabados que se esperan de un Vacheron Constantin: el biselado, la granulación circular, las Côtes de Genève. No se escatiman detalles; hay una pequeña cruz maltesa en la rueda de pilares que define todos los cronógrafos de Vacheron Constantin.
Les Cabinotiers musicales
No es inexacto decir que cuando emanan nuevos marcatiempos del taller de alta relojería de complicación de Vacheron Constantin, el mundo y el tiempo se detienen. Cada creación única de esa fuente de magia relojera, de nombre Les Cabinotiers, representa el más alto nivel de relojería. Punto.
La primera gran pieza de Les Cabinotoers para este Watches & Wonders digital es esta gran complicación astronómica con sonería “Ode to Music”. Un calibre ultrafino alberga 19 complicaciones entre las que se incluyen repetidor de minutos de doble cara que muestra la hora solar, sideral y solar con un calendario perpetuo adicional. Basándose en un movimiento ultradelgado con un mecanismo de repetición de minutos, Vacheron Constantin modificó su calibre 1731 para acomodar las complicaciones astronómicas adicionales para crear el nuevo movimiento 1731 M820. El movimiento tiene un grosor de apenas 7.84 mm.
Siguiendo con el tema de relojes supercomplicados de doble cara, la otra invención de Les Cabinotiers es esta gran complicación con segundos rattrapante “Tempo”. Si las 19 complicaciones del “Ode” le abrumaban, este Tempo incluye 24. El nuevo calibre 2756 de la casa, con un total de 1.163 piezas, fue desarrollado por el equipo responsable de la referencia ultra impresionante 57260 con el que se celebró el 260o aniversario de la compañía.
Les Cabinotiers aves cantoras
Les Cabinotiers también nos regala este año con piezas emanadas de sus Métiers d’Arts, el taller de gran artesanía que recrea de múltiples maneras episodios e inspiraciones de la vida. En esta oportunidad, toca el turno a algunas aves cantoras.
Mientras que la mayoría de las carátulas de esmalte se enfrentan a los mismos retos de encontrar espacio para explayarse que cualquier otra complicación, luchando con el despliegue de tiempo para la atención, Vacheron Constantin encontró una solución con su calibre 1120 AT de horas “arrastradas”. Esencialmente la indicación de la hora sirve también como minutero, que pasa por el arco guilloché de la mano a la derecha del dial, con los marcadores de minutos aplicados. Esto deja la mitad más grande de la carátula libre para la decoración artística, en este caso con esmalte grand feu champlevé.
Los cuatro pájaros cantores que Vacheron Constantin ha elegido para honrar son el arrendajo azul (o azulejo), el colibrí, el herrerillo y el petirrojo. Cada reloj es una pieza única, con tres modelos en oro rosa y el petirrojo en oro blanco para resaltar sus coloridos tonos escarlatas. Gracias al calibre 1120 ultradelgado, y a pesar de la visualización por satélite, los relojes Les Cabinotiers-Les Oiseaux Chanteurs son relativamente delgados, con 12.37 mm de espesor.
