Watches & Wonders 2022: Tiempo de Jaeger-LeCoultre

Con Atmos Tellurium y Polaris Perpetual Calendar, el universo y el infinito son los conceptos que destacan en las formidables novedades de Jaeger-LeCoultre.

Jaeger-LeCoultre

Los ojos de la alta relojería mundial se encuentran en Ginebra, donde Watches & Wonders, el gran evento de la industria se celebra del 30 de Marzo al 5 de Abril, ofreciendo a sus invitados increíbles lanzamiento, como los de Jaeger-LeCoultre.

Atmos Tellurium, de Jaeger-LeCoultre

Hace muchas generaciones, en los albores de su desarrollo, la humanidad empezó a medir el tiempo observando el movimiento de los cuerpos celestes. Primero fueron los días, divididos en períodos de luz y oscuridad y determinados por una rotación completa de la Tierra sobre su eje. Más tarde llegaron los años, definidos por el tiempo que tarda el Sol en volver a la misma posición en el cielo, completando un ciclo completo de estaciones.

Con el paso del tiempo, los científicos inventaron instrumentos para reproducir estos ciclos y mejorar su comprensión de los fenómenos celestes. Los relojeros empezaron a medir el tiempo utilizando los valores de los distintos ciclos astronómicos, aunque las unidades del tiempo civil estándar son sólo aproximadas, basadas en los valores medios de los ciclos solar, lunar y sideral. En 1543, Copérnico revolucionó el pensamiento científico con la publicación de su modelo heliocéntrico del sistema solar, que situaba al Sol, y no a la Tierra, en el centro del universo. Esto condujo a la invención del telurión (también escrito como telurio), un móvil mecánico tridimensional que ilustra las posiciones y movimientos relativos de la Tierra y la Luna en relación con el Sol. A partir del siglo XVIII, los elaborados relojes se coronaban a veces con estos fascinantes mecanismos. 

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Es hoy cuando Jaeger-LeCoultre, sus ingenieros y relojeros han creado una nueva complicación que reproduce los ciclos de la Tierra, el Sol y la Luna con más fidelidad que nunca. Bautizado como “Tellurium” en homenaje a aquellos relojes del siglo XVIII, este mecanismo ha sido desarrollado sobre un  soberbio Atmos, el único reloj perpetuo que funciona con aire.

Inventado en 1928, el Atmos no necesita ninguna intervención humana para dar cuerda a su movimiento; una variación de temperatura de sólo un grado centígrado proporciona la energía suficiente para darle cuerda durante 48 horas, lo que le permite funcionar perpetuamente si se mantiene en condiciones cotidianas normales. Dado que este extraordinario sistema sólo produce una pequeña cantidad de energía, el movimiento Atmos ha sido diseñado para consumir la menor cantidad de energía posible, ya que el volante tarda un minuto en realizar una oscilación completa. Con el tiempo, los relojeros de Jaeger-LeCoultre han dominado el reto de añadir funciones al mecanismo sin aumentar sustancialmente el consumo de energía. Al hacerlo, han descubierto que las complicaciones que mejor se adaptan al Atmos son las que se basan en ciclos más largos, como las estaciones, los meses y las fases de la luna. 

El Atmos Tellurium está impulsado por el nuevo Calibre 590. Además de incorporar un telurión que reproduce con precisión la rotación de la Tierra sobre su propio eje, y las órbitas de la Luna alrededor de la Tierra y de la Tierra alrededor del Sol, el nuevo calibre indica los meses y las estaciones correspondientes con un calendario zodiacal.

La carátula del reloj está definida por un anillo periférico formado por dos capas. La capa superior, fija, está marcada con una pista de horas y minutos y los nombres de las estaciones; ésta esconde un anillo móvil marcado con los meses, que aparecen en una abertura a las 6 horas. Dentro de este marco hay un disco de cristal de zafiro azul translúcido, grabado con láser con los signos del zodiaco. En el centro de la esfera, el sol está representado por una ráfaga de rayos de metal dorado pulido.

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Cerca del anillo periférico, equilibrado por un contrapeso en forma de cuña, un círculo de meteorito enmarca un disco de zafiro transparente en el que están engastadas una Tierra y una Luna esféricas. La Tierra gira sobre su eje en 24 horas, la duración de un día civil, proporcionando una indicación noche-día mientras gira. Al mismo tiempo, la Luna orbita la Tierra en un mes sinódico, girando sobre su propio eje para mostrar sus fases. Definido por un ciclo completo de fases lunares, un mes sinódico medio tiene una duración de 29 días, 12 horas, 44 minutos y 2 segundos. Esta duración media (o promedio) permite la ligera variación causada por la forma elíptica de la órbita de la Luna. ¡El mecanismo del Atmos está tan cerca de esta media que sólo crea un día de error en 5,770 años!

Todo el disco con la Tierra y la Luna se traslada alrededor del Sol, realizando una rotación completa en un año solar (o “tropical”), indicando las estaciones a medida que gira. Los relojeros de Jaeger-LeCoultre han logrado establecer un ciclo preciso de 365.2466 días. Esta cifra es tan cercana al valor de referencia de 365.2425 días del calendario gregoriano que sólo varía un día en 390 años, lo que significa que el Atmos Tellurium no necesitará ajustarse hasta el año 2412. El único otro ajuste que necesita el reloj es el cambio estacional del horario de verano al horario estándar.

La decoración del Atmos tellurium se encomendó a los artesanos del taller de Métiers Rares de la maison. La pintura en miniatura añade detalle y profundidad a la Tierra esférica; el grabado por láser evoca la superficie de la Luna; la laca aporta un rico brillo al anillo de la esfera principal; y el meteorito está incrustado en el anillo Tierra-Luna.

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Polaris Perpetual Calendar

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Jaeger-LeCoultre introduce por primera vez un calendario perpetuo en la línea Polaris, enriqueciendo la colección con una de las complicaciones más complejas, útiles y apreciadas de la horología. Para el nuevo calendario perpetuo Polaris —cuya ingeniería hace que no necesite corrección manual alguna hasta el 2100—, la Grande Maison presenta el Calibre 868AA. Se trata de una nueva versión del movimiento de calendario perpetuo que apareció por primera vez en 2013, y que ha sido modificado significativamente para crear una visualización retrógrada de las fases lunares del hemisferio sur, así como un aumento de la reserva de marcha hasta las 70 horas. 

La carátula del Polaris Calendario Perpetuo, lacada en un profundo color azul degradado, toma sus referencias estéticas del clásico Polaris Mariner Memovox. El azul degradado sugiere la transición del día a la noche, un sutil recordatorio de la conexión entre los fenómenos celestes y la medición del tiempo.

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Presentando un diseño geométrico y legible, las indicaciones del calendario se muestran en tres subesferas. Los indicadores de la fecha, el mes y el día se encuentran a las 9, 12 y 3 horas respectivamente, y el año aparece dentro del indicador del mes. Para recordar que los calendarios tienen su origen en los fenómenos astronómicos, las fases lunares se muestran a las 6 horas, con una indicación retrógrada para el hemisferio sur que enmarca una indicación clásica para su homólogo del norte. Cada una de las cuatro indicaciones subsidiarias está ligeramente empotrada y tiene un acabado de diferentes texturas, lo que añade riqueza visual cuando la luz juega con ellas. Al centro del dial, un indicador de zona de seguridad se muestra en rojo entre las 20:00 y las 04:00 horas para advertir al usuario de que no debe ajustar las indicaciones de la hora o el calendario. La corona superior hace girar el bisel interior – ambas características son propias de Polaris – mientras que la corona inferior sirve para ajustar la hora y dar cuerda al reloj. La configuración del calendario se ajusta mediante un único pulsador.

Las cajas de 42 mm, de acero u oro rosa, presentan los códigos clave del diseño Polaris: líneas bien definidas, biseles finos y superficies cepilladas y pulidas. Un fondo de caja de cristal de zafiro transparente y un rotor de cuerda de oro rosa calado revelan los finos acabados decorativos del movimiento.

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El Polaris Perpetual Calendar también presenta un nuevo sistema de correa intercambiable. El modelo de acero se ofrece tanto con un brazalete de tres eslabones como con una correa de caucho texturizada, mientras que la elegancia del modelo de oro rosa se complementa con una correa de caucho azul y, para un aspecto más formal, con una correa de aligátor con hebilla desplegable. A las opciones de personalización se suma una colección de correas de piel de becerro en varios colores.