El increíble renacimiento de Zenith durante el último año, bajo los auspicios del aventurero Jean-Claude Biver, ha resultado en un reloj que recuerda a quienes lo han olvidado. Esta maison es una verdadera manufactura que nunca ha sido más que manufactura, y su inventiva, como lo ejemplifica El Primero, es insuperable. Con Zenith Defy Lab, la compañía ha demostrado su destreza a través de un desarrollo que solo puede describirse como fundamental.
Reanimando un nombre de su pasado, “Desafió (Defy)” por ser disruptivo y audaz, Zenith ha utilizado la gama para mostrar un replanteamiento del principio del equilibrio y la espiral del horólogo británico Robert Hooke (atribuido erróneamente al científico holandés Christiaan Huygens hasta el descubrimiento de un manuscrito perdido en 2006). El elemento clave del reloj es un oscilador de silicio monolítico que reemplaza al clásico anclaje suizo, espiral y rueda de equilibrio.
Un desarrollo posterior del predeterminado probado para relojes mecánicos —el oscilador armónico—, aborda los problemas habituales de posición, magnetismo, lubricación, cambio de temperatura, consistencia de producción y otras variables que influyen en la precisión. Mientras que los mejores relojes se pueden regular a simplemente un par de segundos por día, el nuevo sistema muestra una mejora significativa en la estabilidad del reloj.
En el Defy Lab Caliber ZO 342, la maison eliminó el equilibrio, la palanca y el muelle de equilibrio convencionales, así como un sistema convencional de resistencia a los golpes. La esencia revolucionaria del Defy Lab Caliber ZO 342 es su naturaleza de pieza única, que según Zenith elimina alrededor de 30 componentes. Guy Sémon, el físico conocido por su trabajo radical como director general de la marca hermana de Zenith TAG Heuer, ideó el oscilador Zenith, grabado a partir de una oblea de silicio utilizando las últimas técnicas para garantizar la consistencia absoluta en la fabricación de todos los parámetros físicos y operativos.
Este componente de 30 mm de diámetro, casi del tamaño del movimiento en sí, es una pieza única que desempeña el papel de un resorte en la restauración de la fuerza del oscilador, junto con otros aspectos de la operación incluyendo el papel de la palanca, la resistencia a los impactos y otras preocupaciones . Es un ejemplo de pensamiento lateral que ha mejorado casi todos los parámetros, con incluso su carcasa mostrando mayor inventiva: el primer reloj que usa este movimiento comprende una caja de 44 mm de diámetro y está hecho de Aeronith, el material compuesto de aluminio más ligero del mundo.
Zenith solo producirá 10 de estos, un medio para dejar que esta asombrosa tecnología se escape al mundo real. Si bien queda por ver cuán extendido será su uso, Zenith Defy Lab sin duda le da la razón al nombre de esta revista, y a cambio estamos encantados de identificarlo como el Reloj Revolucionario de 2017.
- Conoce más de la marca en zenith-watches.com
