Breguet: Fulgor real

La rica historia del Reine de Naples añade a sus registros una realización inédita para esta gran colección femenina de Breguet: una carátula realizada a esmalte Grand Feu.

Breguet

El Reine de Naples de Breguet es un reloj con un importante significado histórico, pues se considera como el primer reloj en la historia en ser desarrollado para usarse en la muñeca, y no una adaptación de un reloj de bolsillo al que se le añadieron cintas de cuero, como empezó a ocurrir a principios del siglo pasado. Como siempre ha pasado en la horología, el origen y consecuente historia del Reine de Naples fueron un reflejo de la sociedad de su momento.

Durante su reinado en Nápoles, Carolina Murat, la hermana menor de Napoleón Bonaparte, fue una gran defensora de las artes y entusiasta cliente de Abraham-Louis Breguet, a quien le adquirió más de 30 relojes. En 1810, el relojero comenzó la creación de un reloj diseñado para ser llevado en la muñeca. Fue el primer reloj de pulsera diseñado especialmente para este propósito. Desde su entrega en 1812 hasta las reparaciones de 1849 y 1855, los archivos de Breguet han registrado la historia y las características de este reloj, cuyo paradero actual es desconocido.

Colores y acabados celestiales

Breguet

La nueva pieza, el Reine de Naples 8918, completa los lanzamientos de Breguet para esta temporada y lo hace con una elegancia y recato propios de la realeza. La realización no es menor, toda vez que la pieza se viste por primera vez en estos colores y acabados celestiales.

Sorprendentemente, esta es la primera vez que Breguet emplea un terminado a esmalte Grand Feu para la carátula. La técnica de esmalte “a gran fuego” crea superficies con un grano único y colores inmutables. Durante el particularmente delicado proceso de creación, la carátula se calienta a una temperatura superior a los 800°C. El proceso se repite cuantas veces sea necesario para para crear un brillo natural y uniforme en la superficie. A este gran disco ovalado se añaden tres elementos muy significativos, que completan la rúbrica estilística del representativo reloj.

Primero están los estilizados numerales arábigos Breguet, todos en tallas distintas que se adaptan al contorno de la caja, sacando partido del amplio espacio que la blanquísima carátula les concede. Los dígitos se muestra en un distinguido color azul y, al tener cierto volumen, juegan con la luz que les baña, creando destellos que avivan el despliegue gráfico. La firma de la casa se emplaza entre los numerales 11 y 12, también en esmalte azul. Para remarcar la belleza de la carátula, el flanco interno de la caja resalta la carátula con diamantes.

Breguet

El segundo gran elemento visual es, desde luego, el cuadrante horario, un pequeño círculo excéntrico ubicado por encima de la posición de las 6 en punto. El minidial es definido por sesenta índices puntuales, flores de lis cada cinco minutos y diamantes a las 12, 3 6 y 9. Un juego de manecillas Breguet de acero azulado se encargan de marcar los tiempos. Una observación minuciosa de la carátula revelará la firma secreta de Breguet a las 3 en punto dentro del dial horario.

Finalmente, en la posición de las 6, un formidable brillante en corte de pera —así como la forma del reloj mismo— remata con magnificencia la faz del marcatiempos.

Decoración a mano

Breguet

La riqueza del Reine de Naples acabado en esmalte blanco es amplificada por el resto de las señales Breguet que conocemos. El canto de la caja de oro blanco acanalado enfatiza la forma oval del reloj y le enfatiza el volumen, mientras que el bisel va impecablemente engastado con más brillantes que, al sumarse con los del flanco de  la carátula, suman 117 (para un total de 0.99 ct.). Un gran diamante de talla briolette remata la corona, ubicada alineada con el índice “4” del reloj.

El nuevo Reine de Naples Émail Grand Feu alberga el calibre 537/3 de cuerda automática, que tiene una reserva de energía de 45 horas y donde cada componente está decorado a mano con gran cuidado. Si el propietario lo desea, la Casa Breguet registrará su nombre en sus archivos, conservados desde finales del siglo XVIII, junto al número individual, grabado en el dorso del reloj. La correa de cuero de cocodrilo, con una hebilla plegable engastada con 28 diamantes, se hace eco de estos tonos celestiales que como nunca se suman a la leyenda de Breguet y su romántica asociación y originación en el ámbito de la realeza francesa del siglo XIX.

Breguet
Breguet

BREGUET

Reine de Naples Émail Grand Feu 8918

MOVIMIENTO

Mecánico automático, Cal. 537/3; horas y minutos; 3.5 Hz; reserva de marcha de 45 horas.

CAJA

En oro blanco con forma de pera, 36.5×28.45 mm, fondo transparente de zafiro, resistencia al agua de 30 metros.

CORREA

De piel de cocodrilo en color azul, con broche triple plegable en oro blanco con 28 diamantes.

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