Hublot es hoy una marca conocida porque le gusta asegurar el éxito. La marca se define prácticamente por su actitud vanguardista poco convencional y su amor por la colaboración. La asociación de siete años con Maxime Plescia-Büchi, fundador de Sang Bleu, es un ejemplo de hasta dónde puede llegar esta actitud de apertura.
Hublot es siempre una marca apasionante y sorprendente, y con Sang Bleu vemos lo que la marca es capaz de conseguir. Sang Bleu es -al igual que los relojes que han ayudado a diseñar- una bestia polifacética, pero quizás sea más conocida como tatuaje, uno definido en gran parte por la audaz visión geométrica de Büchi. En 2016 vimos la primera entrega tridimensional de esta ideología en la muñeca. Las manecillas tradicionales fueron sustituidas por formas geográficas, y estas líneas se extendieron a una versión particularmente escultural de la caja del Big Bang. Esta relación entre las dos marcas creativas ya estaba ampliando los límites de la forma establecida de Hublot. En 2019, esas barreras se empujaron aún más con la segunda entrega, que transformó la silueta estructural aún más, y desafió lo que era técnicamente posible con algunas agujas de cronógrafo muy poco convencionales (y pesadas).
Hoy, siete años después del lanzamiento inicial, nos llega la tercera entrega de esta dinámica trilogía: el Hublot Spirit of Big Bang Sang Bleu. La forma tonneau del Spirit es una plataforma perfecta para la visión creativa de Büchi, y la caja facetada y estructural de 42 mm adquiere una creación tridimensional que es la fusión perfecta de la capacidad técnica de Hublot y la visión de Sang Bleu. Lanzado en varias versiones, entre ellas titanio (200 unidades), cerámica All Black (200 unidades) y King Gold (100 unidades), junto con dos ejemplares totalmente engastados con diamantes, esta última pieza se curva para abrazar la muñeca, con una forma y ergonomía excepcionales que deberían servir de recordatorio de que todos los relojes deben considerarse objetos escultóricos y no sólo una esfera en una caja. Hablando de ello, uno de los elementos más llamativos de este diseño es la esfera facetada que, gracias a un efecto trompe de l’oeil en la caja, se extiende -como un diamante- hasta el mismo borde de la caja, una forma que se repite y acentúa a través de todos los demás elementos del reloj.
La esfera de zafiro abierta ofrece una visión clara del esqueleto automático HUB4700, un cronógrafo con las famosas agujas de disco de Sang Bleu. El trabajo de Hublot con diseñadores creativos como Maxime Plescia-Büchi, Samuel Ross y Richard Orlinski muestra una de las facetas más apasionantes de la marca. En estas colaboraciones, la forma tradicional y familiar de Hublot se moldea a través de este proceso creativo, y sale del otro lado más fuerte y más dinámica, aunque sigue siendo innegablemente Hublot. El Hublot Spirit of Big Bang Sang Bleu es un ejemplo perfecto.
