Texto original: Suan Futt Yeo
El Master Grande Tradition Gyrotourbillon 3, de Jaeger-LeCoultre (JLC), se presentó en 2013, fue creado con motivo del 180 aniversario de la complicación e incluyó innovaciones técnicas dignas de la celebración. Una de sus características distintivas es la pantalla digital / de salto durante los minutos transcurridos, que sigue siendo tan rara y exótica hoy en día, como intuitiva de usar.
El otro golpe de gracia tecnológico presente en el reloj, es el Gyrotourbillon de tercera generación que le da nombre al reloj, un tourbillon multieje que comprende dos jaulas inclinadas en diferentes ángulos que giran a través de un resorte de equilibrio esférico azulado a diferentes velocidades en direcciones opuestas, el resultado sólo puede describirse como poesía mecánica.
Además de estas innovaciones, el Gyrotourbillon 3 también presumía el amplio repertorio de habilidades artesanales tradicionales de Jaeger-LeCoultre: un guilloché manual, grabados y esmalte grand feu en el dial, hechos por la división de artesanías raras de la marca.
Seis años después, Jaeger-LeCoultre presenta una nueva edición del Gyrotourbillon 3, que agrega incrustaciones de meteoritos a las artes decorativas mencionadas anteriormente.
En la edición 2019, limitada a sólo 8 piezas, el esmalte grand feu rodea el subdial del cronógrafo, para lograr contrastar maravillosamente con el azul profundo de la aventurina en el centro. Este orden se invierte en la subdivisión de hora / minuto en ’12’: con aventurina en el perímetro con marcadores de hora aplicados en oro. El centro es un disco de meteorito Gibeon de pizarra gris con patrones geométricos aleatorios.
Si bien los diales de meteoritos no son excepcionalmente raros, Jaeger-LeCoultre ha tomado la inusual ruta de usar el meteorito como incrustación para las placas y puentes del movimiento. Esto requiere ahuecar la placa / puente de plata alemán a una profundidad exacta para que coincida con el grosor del fragmento del meteorito, que también debe ajustarse a los contornos complejos y curvos de los huecos. Todo encaja perfectamente.
La infusión de azul y oro logra crear la mayor diferencia sobre la edición 2013, pero el meteorito gris pizarra llena lo suficiente como para moderar el blanco puro del esmalte grand feu, en una iteración completamente fresca, rebosante de lujo y sofisticación que hacen del reloj una pieza verdaderamente única.
