“Si el Ballon Bleu tuviera que ser una persona, sería Angelina Jolie”, reflexionó un amigo que argumentó por qué no clasificaría el reloj como el “reloj más femenino” de Cartier. “No es tradicionalmente hermosa… sin embargo es una mujer hermosa con rasgos fuertes”.
La belleza es subjetiva. Pero comparar el equivalente humano del Ballon Bleu a una bella y talentosa megaestrella de Hollywood es… acertado (aunque ella sea más una chica Tank). El reloj tiene, lo que la marca describe, una “precisión de la forma”, donde en este caso, la astuta redondez del reloj se ha enfatizado a la perfección.
Además, cabe destacar que la curvatura y un gran cabujón de espinela no están reservados únicamente al público femenino.
El Ballon Bleu es una forma moderna
Cartier estrena el Ballon Bleu de Cartier con un lado más suave, refrescando el lienzo de 33 mm con una esfera con acabado de rayos solares en rosa. Al igual que con los otros pares de 33 mm de la colección, el nuevo color está disponible en dos modelos de acero, uno con diamantes y otro sin ellos.
Sin embargo, eso no quiere decir que un reloj rosa de 33 mm con diamantes sea inmediatamente un reloj de mujer (Cartier nunca lo describió así en sus materiales publicitarios). En los Globos de Oro de este año se vieron relojes de diamantes en las muñecas de Timothée Chalamet, Barry Koeghan y Jonathan Bailey, además de los conjuntos brillantes de joyas que llevaban.
Cuando el Ballon Bleu de Cartier se lanzó en 2007, se convirtió rápidamente en una sensación mundial, marcándolo como uno de los modelos más recientes y exitosos de la marca. Cartier se adelantó a su tiempo, introduciendo el modelo como un reloj unisex — con variantes notablemente masculinas como los modelos Chronograph y Tourbillon — pero finalmente el Ballon Bleu encontró un favor particular entre la clientela femenina de la casa.
Sorprendentemente, incluso el modelo más grande de 42 mm, un tamaño tradicionalmente percibido como más masculino, fue usado frecuentemente por mujeres de moda durante sus años iniciales. Sorprendentemente, el Ballon Bleu se destaca como uno de los modelos unisex más triunfantes y bien diseñados en la memoria reciente, con su atractivo versátil en una gama de tamaños, de 36 mm a 47 mm, haciéndolo igualmente atractivo y elegante para hombres y mujeres.
Un reloj redondo tiene sentido sobre el papel, pero ¿no es eso lo que todo el mundo está haciendo? Así que Cartier tomó la forma redonda y corrió una milla con ella. Al diseñar el Ballon Bleu, el reloj encapsula cuatro enfoques creativos clave que definen el compromiso de la marca con la excelencia: la pureza de la línea, la precisión de las proporciones, los detalles preciosos y la precisión de la forma.
El reloj es, en esencia, un círculo dentro de un círculo. Su construcción monobloque integra a la perfección las asas y el cubre-corona en la caja central, creando una forma cohesiva y estéticamente agradable. Esta aparente simplicidad oculta una sofisticada combinación de formas circulares y esféricas, mostrando la dedicación de Cartier al diseño intrincado.
La precisión de las proporciones es un sello distintivo de la artesanía de Cartier, asegurando no solo un reloj visualmente atractivo, sino también uno que cumple con los más altos estándares de comodidad, ya sea sostenido en la mano o adornando la muñeca.
La intuición estilística del relojero brilla en los preciosos detalles del Ballon Bleu. La corona de cuerda a las tres en punto, adornada con un distintivo cabujón azul debajo de un aro protector de metal, se destaca como un elemento reconocible, fusionando la estética con la experiencia técnica.
Para cerrar el círculo, la exploración de la redondez de Cartier se aplica a la caja abombada, tanto en la parte delantera como en la trasera, transformando el “carril” en una forma orgánica que introduce la icónica burbuja azul. Este enfoque innovador rinde homenaje a la tradición relojera mientras infunde un giro contemporáneo a los códigos de la maison, y es por eso que un reloj redondo de Cartier no es como ningún otro.
