JLC: Compartir para crecer

Catherine Rénier, CEO de Jaeger LeCoultre, nos puso al día
 sobre el rumbo que lleva la gran maison del Valle de Joux.

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El año pasado, se trató de Polaris. Y este año, JLC nos obsequia modelos de otra variante, un tanto más sofisticada. ¿Cuál es tu idea del rumbo vigente de la firma?

¡Polaris también fue sofisticado! (risas). En efecto, Polaris llenó un hueco dentro de nuestra colección, entre los segmentos de relojes elegantes y deportivos. Tenemos muchos más planes para esa colección en el futuro, pero no será algo inmediato.

Este año, nuestro abanderado es el nuevo Gyrotourbillon, que se tomó cinco años de desarrollo. Obviamente, no es un ejercicio que podamos realizar cada vez que se nos ocurre, o cada año. La alta relojería es la más importante rúbrica de Jaeger LeCoultre. Tenemos la habilidad de crear piezas como el Gyrotourbillon y creo que tenemos la responsabilidad de continuar en esta ruta de innovación.

Nuestra estrategia es, naturalmente, continuar siendo la casa protagonista de referencia dentro de la alta relojería.

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Catherine Rénier, CEO de Jaeger LeCoultre.

Hasta hace no mucho, tenías una visión externa de la compañía, mientras desempeñabas otras importantes funciones [en Van Cleef & Arpels]. Ahora que estás dentro de Jaeger-LeCoultre, ¿qué cambió de esa visión?

La mejor manera de expresarlo es así: visité la manufactura hace unos tres años, sin tener idea de que regresaría allí como directora general. Fui a Le Sentier, visité las instalaciones, hice el tour y quedé muy impresionada por el tamaño del lugar, la cantidad y calidad de la gente y por el apacible ambiente del lugar, a pesar de importancia y cantidad de cosas que ocurren dentro de la manufactura.

Luego regresé, ahora como CEO, y volví a impresionarme. Encontré una excepcional calidez y accesibilidad de los colaboradores, quienes me explicaban con orgullo la complejidad de los calibres. Todos me regalaron con una actitud abierta y muchas ganas de compartir.

Sigo impresionada por la complejidad de todas las cosas que hacemos y me enorgullezco de los valores de la maison.

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El Master Perpetual Calendar Gyrotourbillon de Jaeger-LeCoultre.

Cuando un nuevo líder llega a una nueva marca, es frecuente que esta persona quiera llegar para dejar plasmado su sello. ¿Qué piensas de esto ahora que encabezas una organización con tan importante historia y legado?

Mi visión es diferente. No pienso en la manera en la que puedo dejar una marca. Mi papel es consolidar el legado de la firma para el futuro. Junto con el equipo, debo definir las cosas pensando en el impacto de largo plazo. A veces podría surgir una idea de un éxito rápido, pero ¿es así como queremos crear valor para la marca y construir para el futuro? Si no lo es, no procederemos. La maison tiene casi 200 años y existirá por mucho tiempo más después de que yo me vaya. Así que ¿quién soy yo para decir que voy a dejarle un sello? Junto con el equipo, haré lo necesario para consolidar la empresa, su imagen, sus productos y sus equipos.

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Un boceto que muestra la complejidad mecánica y riqueza estética del Master Perpetual Calendar Gyrotourbillon.

Hablas con entusiasmo de compartir valores e ideas para hacer crecer a Jaeger-LeCoultre, y trabajar en un lugar tan especial como el Valle de Joux fomenta la creatividad y seguro se generan muchas ideas entre los colaboradores. ¿Cuán fácil es para ellos compartir ideas con la administración?

Es más fácil de lo que parece. ¡Las ideas abundan y me pueden mantener muy ocupada! Nuestra política es de puertas abiertas y comunicación constante. Nuestro equipo de investigación y desarrollo es muy fuerte. De ahí surge nuestra genuina innovación, que va más allá de cosas, como el nuevo Gyrotourbillon.

Pero tenemos que ser cuidadosos. Podemos tener muchas ideas nuevas, pero siempre habrá que tomar decisiones. No es un tema de pensar en nuevos relojes y duplicar el tamaño de la colección. O de hacer relojes complejos sin considerar su propósito o factibilidad. Tenemos que establecer prioridades y eso significa que, en algún momento, yo tendré que explicarle a un colaborador que su idea es excelente pero no puede integrarse a los planes de la empresa que, les recuerdo de nuevo, es más grande que todos nosotros.

Obtener las ideas no es difícil. Materializarlas es lo complicado. Es un reto muy especial porque en la relojería, los proyectos pueden tomarse mucho tiempo, lo cual va en contrasentido con respecto de un mundo donde todo se mueva tan rápidamente.